Sémper, en una de sus últimas comparencias como líder del PP vasco. LOBO ALTUNA

Borja Sémper vuelve a la política tres años después

El 14 de enero de 2020 anunció su marcha de la política por «motivos personales y por el clima de confrontación permanente»

j. artola

Lunes, 9 de enero 2023, 13:50

Borja Sémper vuelve a la política tres años después de anunciar su marcha. Será el portavoz de campaña de Alberto Núñez Feijóo para las ... próximas elecciones. Pero Sémper es un viejo conocido de la política vasca que abandonó un 14 de enero de 2020 alegando «motivos personales y por el clima de confrontación permanente».

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El que fuera presidente del PP de Gipuzkoa, portavoz popular en el Parlamento Vasco y portavoz en el Ayuntamiento de San Sebastián, dejó todos sus cargos sin lanzar ninguna mala palabra hacia su formación. Sí reconoció que se marchaba de la política «incómodo con el clima de confrontación permanente» que se vive en la política española en los últimos años, un contexto que dijo «no es responsabilidad de un único partido, sino de todos». «Sigo creyendo que al adversario político no se le puede ver nunca como a un enemigo», sentenció a modo de epitafio político.

Sémper se marchó a vivir a Madrid y durante estos últimos tres años ha cambiado la política por el asesoramiento. Inició una nueva etapa profesional como director de relaciones institucionales de la multinacional Ernst & Young.

Sémper explicó entonces en rueda de prensa que dejaba la política «después de 25 años» por la necesidad de darle a su familia «otro entorno y otra perspectiva». Ya aquel 14 de enero de 2020 aseguró que «no es tanto un agur como un gero arte». Como ahora se cumple con este paso al frente en el nuevo tablero político.

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Concejal en Irun con 18 años

Nacido en Irun en 1976, aunque con raíces donostiarras muy arraigadas, Sémper siempre tuvo como referente político a Gregorio Ordóñez. Aterrizó con 18 años en el Ayuntamiento de Irun como concejal, pero cuatro meses antes de presentarse como candidato a aquellas municipales de 1995, ETA atravesó de un solo disparo la cabeza del entonces teniente de alcalde de San Sebastián. Y aquello no solo le removió, sino que le dejó marcado para siempre.

La influencia de Goyo en su carrera política le llevó a protagonizar una de las campañas electorales más rompedoras de la política vasca. Llegó incluso a emular algunas de las estrategias electorales que utilizó Ordóñez para atraer el voto donostiarra. Para intentar hacerse un hueco en Ijentea en las anteriores elecciones municipales, Sémper cruzó a nado La Concha, chutó penaltis para vender la necesidad de instalar en San Sebastián nuevas instalaciones deportivas y hasta se empeñó en realizar con niños manualidades con materiales biodegradables para concienciar sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente. Unos paradigmas alejados de la política tradicional que Sémper empleó para dejar marcado su sello y un estilo desenfadado que llegó incluso a ser analizado con lupa desde Génova.

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Pero lo que verdaderamente le empujó a meterse en política fue el horror perpetrado por el terrorismo de ETA. En 1993, un jovencísimo Sémper entró en las nuevas generaciones dispuesto a cambiar una Euskadi azotada por la organización armada. Lo que le llevó a sufrir en primera persona la amenaza de ETA: la banda le situó en su diana.

Su nombre apareció en las listas de objetivos del comando Donosti, en pancartas, carteles y pintadas por las calles de su cuidad. La organización terrorista llegó incluso a planear y organizar hasta en dos ocasiones su asesinato. Uno de ellos, en la Facultad de Derecho cuando Sémper estudiaba la carrera.

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Una vida con escoltas

Sémper, entonces, se vio obligado a vivir bajo la protección de escoltas. La sombra de un atentado contra su persona le impuso no poder siquiera bajar la basura a la calle. Ni siquiera podía comprar el pan. Mucho menos, acudir a una misma cafetería dos días seguidos. Él, que siempre le ha gustado eso de socializar, de poder 'potear' por las calles de San Sebastián con amigos y familiares o de enfundarse en sus deportivas para salir a correr, tuvo la difícil tarea de compaginar -y hacer que convivan- un escolta con su ansiada libertad coartada por la organización criminal.

Pero la firmeza y la resistencia para seguir defendiendo las siglas del PP no pudo con él. Y es que el partido no solo fue un proyecto político para Sémper; sino una alegación personal, según ha reconocido en múltiples ocasiones.

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Pareja de la actriz Bárbara Goenaga, Sémper tiene tres hijos. Y además de su faceta como político, también ha dejado ver su vertiente más literaria. Ha publicado dos libros: 'Sin complejos' y una recopilación de poemas en 'Maldito (des)amor'.

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