EH Bildu y ERC refuerzan su alianza para hacer frente a la «ola reaccionaria del Estado español»

El secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y el presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, lideraron una reunión en la sede de la coalición aber-tzale situada en el barrio Igara de Donostia, en la que reivindicaron que «frente a la ola reaccionaria que se levanta en el Estado español, coincidimos en que la solución es más nación y más construcción nacional». La formación soberanista vasca trasladó tras el encuentro en un breve comunicado que independentistas vascos y catalanes han «explorado las respuestas a la situación complicada y poco esperanzadora que viven el mundo y el Estado español».

Ambas formaciones –con la presencia también del secretario de Relaciones políticas y portavoz en el Senado, Gorka Elejabarrieta; y la portavoz adjunta del Senado y miembro de la Mesa Política, Idurre Bideguren, por la coalición abertzale y la secretaria general, Elisenda Alamany, y el adjunto a la secretaría general, Oriol López, por Esquerra– analizaron la situación política del Estado y prepararán una estrategia común para ver cómo se puede alargar la legislatura española, marcada por la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez tras los casos de corrupción que salpican al PSOE y la fuerte presión del PP y la ultraderecha de Vox para poner fin al mandato del líder socialista. Sánchez juega partido a partido y la próxima final que afronta es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, que no consiguió aprobar el año pasado. Un tema sobre el que seguro conversaron vascos y catalanes, conocedores de que la aprobación del proyecto económico marcará el futuro del bloque plurinacional.

Independentistas vascos y catalanes volvieron a escenificar ayer su unión con un sentido abrazo entre Otegi y Junqueras frente a las cámaras, pero también en el comunicado que enviaron a los medios. «Somos partidos hermanos, independentistas y de izquierdas, de pueblos hermanos. Y siempre colaboraremos para que nuestros proyectos sean más fuertes y nuestras naciones más justas y más libres», recordaron. Los dos líderes ya han compartido otras reuniones, por ejemplo, en Barcelona, y han seguido los mismos pasos en la construcción de alianzas internacionales como la que ambos partidos han querido forjar con el Sinn Féin irlandés.

El horizonte político español, que planea sobre la incógnita de si la legislatura de Pedro Sánchez podrá llegar a su fecha de caducidad en el 2027 y si el bloque plurinacional podrá imponerse en unas elecciones a la victoria de la derecha y la ultraderecha, se presenta preocupante para la coalición abertzale y los republicanos, como ellos mismos admitieron ayer en la capital guipuzcoana. «El Estado español vive una situación compleja, ya que se encuentra en un punto de inflexión, con nuevos retos por delante», por ello, «hemos analizado los escenarios que se pueden dar los próximos meses», explicaron.

EH Bildu se ha convertido en un socio fiel de Sánchez sabedor de que un gobierno del Partido Popular rompería todo tipo de acuerdo que a día de hoy pueden llegar a sellar con el Gobierno central. Es más, el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ya adelantó que pondrá «un cordón sanitario» a la coalición abertzale cuando lleve a cabo rondas de contactos con los partidos parlamentarios. Algo que, lejos de causar incomodidad, supone una medalla para la izquierda independentista vasca.

La estrategia de la coalición abertzale no cambiará previsiblemente en los próximos meses y seguirá remando a favor de un ejecutivo del PSOE y Sumar que tendrá mayores problemas en lograr los apoyos de PNV, Junts o Podemos.

EH Bildu y ERC mantienen una estrecha colaboración que les ha llevado a presentarse en listas conjuntas a las elecciones al Senado. Además, ambas formaciones –o por lo menos algunos miembros de ellas como Gabriel Rufián en el caso de los catalanes– han mostrado planteamientos similares respecto a presentar listas agrupadas por diversas formaciones en los comicios. El portavoz de ERC en el Congreso de los diputados en Madrid planteó hace apenas un mes que los partidos de izquierdas y plurinacionales del Estado se deberían presentar en una plancha única para no verse condicionados por el sistema D'Hondt, que penaliza la fragmentación parlamentaria.

Esta propuesta, que la propio formación independentista catalana atribuyó a Rufián y no a una estrategia de partido, no parece haber seducido a formaciones como PNV, BNG, Sumar o Podemos. Es más, los jeltzales aseguran a este periódico que ellos irán con sus propias listas y siglas, descartando esta opción. Tampoco se ha pronunciado públicamente sobre esta posibilidad EH Bildu, que ya ha planteó una fórmula similar en las ponencias aprobadas –con un respaldo de la militancia mayor al 90%– en su último congreso celebrado en Pamplona en febrero, y donde planteaba que las formaciones abertzales, es decir EH Bildu y PNV, y la izquierda confederal, Sumar, se presentasen juntas a las elecciones estatales –Congreso y Senado– y a las europeas. La coalición de Otegi lo justificaba con el fin de lograr objetivos compartidos como puede ser la oficialidad del euskera en las instituciones europeas, pero aclaraba que en municipales, forales y autonómicas cada uno debe ir por su lado al ser competencia política.