«Habrá que hacer geometría variable y llegar a acuerdos incluso por unanimidad»

–¿Usted también cree que forma parte de un equipo de «ensueño para gobernar Gipuzkoa», como lo define Eider Mendoza?

–Es un magnífico equipo que rompe muchos moldes. No sólo porque haya siete mujeres y sean mayoría más que absoluta, sino porque no se ha buscado que fuera así. En el PSE, ya había antes dos mujeres de tres.

–¿Qué supone ser el 'número dos' de la primera diputada general de Gipuzkoa?

–Es un momento histórico sobre todo porque normaliza. En el Partido Socialista llevamos años normalizando, buscando esa paridad y que la valía sea lo importante. Y cuando la valía se escribe en femenino hay que ponerlo en valor. Estoy encantado de ser el vicepresidente o teniente de diputada general porque el acuerdo que hemos hecho es magnífico. Y el equipo no sé si lo calificaría de ensueño, pero sí de capacitado y va a dar muy buenos resultados.

–Se queda sin un puntal como Rafaela Romero, que ha sido diputada foral de Movilidad, y que aspira ahora al Congreso. ¿Ha sido una decisión difícil?

–No. Ha sido muy fácil. Rafaela lo ha hecho muy bien y así ha sido reconocida. Es una persona de absoluta confianza. Teníamos muy claro que nos tenía que representar una persona que tuviera una trayectoria intachable en varios aspectos: su vinculación con el PSE de Euskadi y que tuviera los valores que son la antítesis de lo que son PP y Vox ,y lo que eso significa de retroceso y de resucitar valores que pensábamos que ya estaban absolutamente aniquilados. Y si alguien simboliza la lucha por las libertades, primero contra el terrorismo y luego desde el feminismo integrador, esa es Rafaela Romero. Lo tuvimos claro.

–Ocupará esa cartera Azahara Domínguez, que se estrena en un cargo público en una institución.

–Azahara pertenece a una nueva generación de vascos que tienen una apertura y una mirada al mundo mucho mayor que la que podamos tener otros, pero además desde el compromiso de los valores socialistas. Va a ser una de las diputadas que más alegrías va a dar a esta Diputación y a la sociedad guipuzcoana. Y en el caso de Goizane Alvarez, que es la nueva diputada de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes, es una persona absolutamente reconocida.

–¿Las negociaciones para conformar el gobierno de coalición han sido más complicadas de lo que esperaban?

–Íbamos con programas electorales diferentes, pero teníamos también muchas cosas en común. Veníamos de ocho años de gestión. Y hay sintonía. Teníamos claro que no íbamos a dejar que se paralizasen todos los proyectos que hemos puesto en marcha, y, en lo ideológico, también queríamos apostar por la pluralidad. Y la centralidad en la política vasca y guipuzcoana la seguimos dando dos partidos: el PSE y el PNV.

–¿Se han dejado muchos deseos en el cajón?

–Siempre te dejas alguna cosa, pero no citaría ninguna. A este gobierno de coalición seguramente lo que hemos hecho es quitarle carga ideológica. Cada uno se queda con la suya.

–¿Han chocado por el reparto de las áreas forales y la primera tenencia de diputada general?

–Planteamos una negociación del acuerdo partiendo de los programas de gobierno y ahí ha habido sintonía desde el principio, quitándole carga ideológica. Ninguno renuncia a lo que aspira, pero buscando la confluencia y el interés general. Según los votos, somos un tercio del gobierno y teníamos claro que la corresponsabilidad implicaba que tuviéramos la presencia que nos merecemos, tres áreas y la primera tenencia de diputada general. Eso sí lo pusimos encima la mesa desde el principio. El reparto siempre se discute, pero no ha sido un escollo. Ha habido comprensión por parte de los dos partidos. Nos conocemos bastante.

–¿Le preocupa que su socio haya perdido apoyos? ¿Cree que ha podido haber un voto 'anti PNV'?

–A mí lo que me preocupa de las elecciones es que apenas hayamos llegado al 60% de participación. Nosotros hemos aguantado bien, estamos satisfechos vista la participación y creo que eso se va a ver precisamente el 23-J porque vamos a tener un 10% más de participación aproximadamente y nuestros resultados van a ser muchísimo mejores. Vamos a tener un magnífico resultado en Gipuzkoa donde seguro que vamos a tener dos diputadas y una senadora.

–¿Con un Gobierno en minoría en Gipuzkoa es consciente de la complejidad de la situación y de que se van a ver obligados a llegar a acuerdos de manera permanente?

–Las Juntas Generales van a coger un protagonismo parlamentario que quizás no tenían que haber perdido nunca. Claro que tenemos que llegar a acuerdos con otros partidos. ¡Sólo faltaba! Y en algunos casos por unanimidad. Cuando haya reformas de normas forales o haya que aprobar Presupuestos, que son el momento álgido y crucial de la política, tendremos que llegar a acuerdos con uno más, con dos más o con tres más, y ahí vamos a tener que emplearnos. Serán exigentes y dependiendo el área y la temática habrá distintas variables, habrá que practicar la geometría variable. Espero que haya más unanimidades que otras cuestiones.

–¿No cree que EH Bildu, que ganó las elecciones y ahora está en la oposición, quizá no lo vaya a poner tan fácil?

–Pero aquí todo el mundo tiene que saber si está en política para resolver los problemas de la gente y hacer política con altura de miras o quiere solamente ocupar el poder para llevar políticas exclusivistas, cuestionando todo lo que hacen los demás y aplicando su programa sin ningún tipo de negociación. Ellos verán. Los ciudadanos no les han dado la mayoría, no se la han dado a nadie, nos han puesto a cada uno en un determinado sitio y ahora tenemos que ser nosotros los que compongamos esas mayorías. Nosotros con el PNV tenemos un proyecto de país para el territorio, llevamos ocho años trabajando en este ámbito, queremos seguir haciéndolo y es lo que hemos puesto sobre la mesa. La habilidad está en buscar acuerdos y EH Bildu no ha hecho mucho esfuerzo para buscar ningún tipo de acuerdo.

–¿Ninguno?

–Los socialistas hemos sido transparentes y dijimos que el primer acuerdo que íbamos a buscar era con el PNV. EH Bildu no se ha enmendado a sí mismo ni siquiera cuando ha hecho gestión.

–¿A qué esfuerzo se refiere?

–Me refería a planteamientos de proyectos, de programas, de acuerdos de gobierno. Todavía les queda mucha cultura parlamentaria y democrática que practicar porque todas las propuestas que me han llegado han sido con un micrófono en la calle.

–¿No le llamó nadie de EH Bildu?

–Nos hemos llamado para felicitarnos, pero cuando alguien quiere liderar algún acuerdo tiene que plasmarlo en un documento. No hicieron ningún intento, no llegó ni media página.

–¿En el caso del PP, después de que diera sólo uno de sus tres votos para la investidura de Mendoza, se va a poder alcanzar un entendimiento en el futuro?

–No lo sé. Nosotros no hemos hecho ningún acuerdo con el PP. Ellos lo que tenían que hacer era elegir entre Mendoza e Iriarte. Lezama estaba muy enfadado y lo puedo hasta entender, pero es una elección política. Dijimos que no íbamos a estar en el Gobierno ni con el PP ni con Bildu. A partir de ahí, cada uno elige. Si hubiera salido Iriarte, nos hubiéramos ido a la oposición con total naturalidad.

–¿Con quién van a ser más factibles los acuerdos parlamentarios?

–Yo me quedé con la última frase de Miren Echeveste en el pleno de investidura. Le creo, cuando dice: 'Tendremos que hablar y llegar a acuerdos'. Efectivamente. Le dije: 'Cuando quieras y como quieras', porque seguramente seguiremos en el Gobierno de España. Si allí podemos llegar a acuerdos por qué no llegamos a acuerdos aquí. Si tenemos que hablar de una reforma fiscal, a mí me gustaría que fuese por unanimidad y es posible que pueda ser. Nuestra posición seguramente será mucho más progresista, de izquierdas, más progresiva, eso no quita para que no podamos llegar a acuerdos con otros. En el ámbito presupuestario, dependerá de las dificultades o las peticiones que nos pongan encima de la mesa.

–Habla de las palabras de Echeveste, pero ella también dijo que ustedes conformaban con el PP «un tripartido ultraconservador».

–Pero es que es falso. ¿Y a eso cómo le respondes?

–¿Cómo lo haría usted?

–Es que no hay acuerdo de ningún tipo. Nosotros hemos ido con un programa. ¿Ellos con quién fueron? Han dado gratis los votos a Bildu, pero me da la sensación de que eso en Podemos, a partir del 23-J, va a cambiar.

–¿En qué sentido?

–Porque no se puede estar cuatro años pegado a otro partido de la oposición cuando has pasado de seis a cuatro junteros, luego de cuatro a dos. Y la próxima, como no vayan en coalición con Bildu, van a tener un problema. Yo estoy seguro de que Elkarrekin Podemos en Gipuzkoa va a cambiar el chip porque no sé qué viabilidad política tiene un partido que vota siempre lo que dice Bildu y no se despega de él. Y, además, para estar en la oposición. Es que eso no tiene ni pies ni cabeza en política...

–¿Se sentarán con todos los partidos para llegar a acuerdos?

–Con todos, con todos.

–¿También con Lezama?

–Claro. Ya lo hacíamos con Cano, Izagirre, María Valiente, Joanes... Lo hemos hecho con todos. Es lo que pasa en el Gobierno de España. Para tener una reforma laboral o para que el 94% de los trabajadores de Gipuzkoa tenga un convenio actualizado yo pacto hasta con el diablo porque es bueno para el ciudadano. Claro que pactaré.

–¿Cuáles van a ser sus proyectos prioritarios esta legislatura?

–Están acordados. Lo primero que hay que garantizar es que las políticas sociales evidentemente tengan el presupuesto que se merecen. Partíamos de un 40%, estamos en el 47% y nos acercaremos al 50%. Tiene que haber también proyectos donde todos los factores de sostenibilidad nos proyecten al futuro. Seguiremos trabajando en todo lo que tiene que ver con la ciberseguridad, la movilidad eléctrica o lo que son los factores de lanzamiento de la economía circular y la descarbonización de la economía. Van a ser políticas muy transversales no solo de promoción económica, sino que también el departamento de sostenibilidad va a tener ese influjo. Igualmente vamos a tener que hacer una reforma fiscal para garantizar que tengamos los recursos suficientes para que los servicios públicos no sufran y evidentemente tendrá que ser más progresivo que el actual.

-¿Le preocupan la pérdida de votos del PNV el 28-M y los que le dan las encuestas del 23-J?

-Lo que hoy es el entramado institucional vasco lo hemos hecho el PSE y el PNV. ¿Cosas para mejorar y cambiar? Seguro. Yo no voy a ser quien transforme ni cambie al PNV. Ellos verán lo que tienen que hacer y seguramente tendrán que hacer procesos de adaptación, rejuvenecer o cambiar sus ideas. A nosotros también nos daban por muertos hace pocos años. El otro día veía el último debate de Pedro Sánchez con otros tres candidatos y ninguno de ellos está. Y el que iba a durar un cuarto de hora ha durado cuatro años y va a volver a ganar las elecciones.

-¿Cómo ve que el último CIS dé al PSE ganar en Euskadi y a EH Bildu en Gipuzkoa?

-Mi pálpito es muy parecido a lo que dice el CIS en Euskadi. Ya dije que íbamos a tener dos diputados y una senadora. Los ciudadanos saben lo que se juegan

-¿Va a funcionar el voto al PSOE por el miedo a PP-Vox?

-Si estás de acuerdo con la reforma laboral, la actualización de las pensiones, la subida del salario mínimo, las becas, la ley de viviendas... solo puedes votar PSOE. No hay otro voto útil.

-¿Sería bueno que le fuera bien a Sumar para poder reeditar la coalición en España?

-Llegaremos a acuerdos para mantener esas políticas con quien corresponda, nadie va a tener mayoría absoluta, pero nosotros vamos a ganar las elecciones. La sorpresa va a ser que el PSOE va a ganar el 23-J porque va a haber una enorme participación. Y va a ganar porque no me puedo creer que haya mujeres que quieran poner en cuestión sus derechos o que los jubilados quieran que les vuelvan al incremento de sus pensiones del 0,25, o que el salario mínimo no crezca a 1.080...

-¿Imagina que PNV pueda apoyar a Fiejóo si le necesitara?

-No lo sé, ellos tendrán que decirlo. No sé lo que hará, pero no le veo apoyando a otra opción que no sea el PSOE.

-¿Pondría en entredicho sus acuerdos?

-Ellos tendrá que saber lo que apoyan y para qué.