Ver 17 fotos
Deja la alcaldía
José Antonio Santano, 21 años de gobierno en Irun con sello propioJosé Antonio Santano deja la Alcaldía de Irun después de más de dos décadas en las que ni los rivales políticos ni el desgaste de gobernar le han pasado factura
Irun
Sábado, 25 de noviembre 2023, 07:11
Nada dura para siempre y el periodo de José Antonio Santano como alcalde de Irun no iba a ser una excepción, por más esfuerzos ... que él haya hecho por sembrar la duda. Sorprendió cuando en septiembre del año pasado anunció que encabezaría, por sexta vez, la lista del Partido Socialista en Irun. Es más, en sus declaraciones dejaba entrever que no tenía en mente que fuera a ser la última vez. Se veía con fuerzas y con apoyo, y las urnas volvieron a respaldarle en mayo con una victoria amplia.
Publicidad
Santano, con 58 años, casado y con dos hijos, va a dar un giro a su vida con su traslado a Madrid después de una vida íntimamente ligada a su ciudad natal. Se convirtió en concejal con 18 años, ostentando en aquel momento el título oficioso de edil más joven de España. Cerrado el primer mandato en el consistorio, pasó unos años en la empresa privada antes de regresar a la política. No lo hizo en Irun, sino en el gobierno foral, pero aún así, su actividad siguió muy vinculada a Irun. En sus primeros cuatro años en la plaza de Gipuzkoa, Santano ejerció de diputado de Deportes y disfrutó en primera línea de los triunfos nacionales e internacionales de un CD Bidasoa en el punto álgido de su década prodigiosa. En el siguiente mandato, como diputado de Economía y Turismo, activó un proyecto que terminaría de fraguar cuando volvió al Ayuntamiento de Irun, primero como teniente de alcalde de Alberto Buen, desde 1999, y en sustitución de este como primer edil a partir de 2002.
Aquel proyecto, que inauguró un año después, era Ficoba, un recinto ferial que venía a regenerar la antigua explanada aduanera de la frontera con Hendaia y a agitar la economía guipuzcoana con una actividad de perfil diferente. Fue un proyecto con sello personal y que arrancó muy discutido políticamente y con escaso apoyo institucional fuera de las mugas municipales. Es uno de los símbolos que deja Santano de su paso por la Alcaldía.
Ha convertido en característica personal una forma de hacer política de distancia corta y muy cercana al ciudadano
En dos décadas ha liderado una transformación urbana y económica profunda y hay que atribuirle tantas de las cosas que han pasado que es difícil destacar alguna por encima de las demás. Aparte de Ficoba, ningún proyecto merece más esa condición que Vía Irun. Este no es tanto un proyecto de alcalde como de ciudad, pero cuando Santano cogió el bastón de mando se hablaba sólo de la 'intermodalidad ferroviaria para mercancías' y, ahora que se va, están en marcha las obras de una nueva estación y Vía Irun ha aprobado inicialmente el nuevo planeamiento urbanístico de casi 70.000 metros cuadrados en pleno corazón de la ciudad. No está de más mencionar que desde su nuevo cargo, como secretario de Estado de Transportes, el impulso de este proyecto estará, curiosamente, entre sus competencias.
Publicidad
Un político de bus urbano
No se ganan seis elecciones en un municipio de 60.000 habitantes si no se respaldan con gestión los años en la Alcaldía. Pero hasta eso se antoja insuficiente para ser el más votado tantas veces.
Aunque decía que si ganaba sería que hacía «las cosas razonablemente bien», siempre ha puesto el acento en «la importancia de escuchar a la gente, pero escucharla de verdad». Ha convertido eso en su sello de identidad.
Cada día toma el autobús de la Línea 1 para cruzar media ciudad hasta el ayuntamiento. «Podría poner una oficina allí», ha comentado alguna vez, porque se ha convertido en un punto de encuentro en el que vecinos y vecinas le saludan, le piden, le felicitan o le critican. «Siempre de buen tono». En la distancia corta, Santano ha marcado la diferencia. Su talante, su don de gentes, su capacidad para escuchar y para recordar quién es cada uno, cuál era su historia, su problema, qué hizo o qué no pudo hacer por ayudarle y qué quedó pendiente lo han convertido en un político alejado de la imagen que se tiene de esta profesión.
Publicidad
El Irun de Santano ha sido una isla política en la que el acuerdo PNV-PSE que funciona en Euskadi no ha terminado de cuajar
Todo eso no quita para que, en la arena política, Santano haya exhibido un gran instinto para identificar dónde había que posicionarse en cada momento y quién era el aliado o el enemigo, dónde estaban las debilidades y cuál era el discurso que tocaba.
Eso le ha distanciado a veces de su partido en Gipuzkoa y en Euskadi, donde nunca ha llegado a tener el peso propio de un alcalde que repetía victorias en la segunda población de Gipuzkoa. También con el PNV ha tenido una relación de desencuentros. La fórmula de coalición jeltzale-socialista que tanto rédito ha dado a ambas formaciones en Euskadi no ha funcionado en Irun. La cogobernanza terminó con Santano cesando al portavoz jeltzale que ejercía la delegación de Urbanismo por «falta de confianza». El pacto saltó por los aires y el embrollo subsiguiente dejó para el archivo municipal una sonrojante Comisión de Investigación que no tuvo ni pies ni cabeza. Se abrió después un nuevo periodo, más cerca de Podemos (con quien acabaría gobernando en coalición tras la pandemia) y con Bildu, lo que motivó no pocas referencias en la prensa nacional.
Publicidad
La capacidad de Santano para la paz política y social ha alcanzado en el recién iniciado mandato un momento cumbre. Con 21 años de Alcaldía a la espalda, gobierna en minoría, con un diálogo fluido con todos los grupos de la Corporación, incluido ahora también el PNV, con el que un posible acuerdo está de nuevo sobre la mesa.
La eurocomarca y la lucha por abrir los puentes hacia Europa
En una comarca de dos ciudades como la del Bidasoa, parece obligado que ambas deban entenderse y colaborar aunque, como en este caso, el color político fuera distinto. Durante todo el tiempo que Santano ha sido alcalde de Irun ha habido alcaldes del PNV en Hondarribia, hasta que las últimas elecciones llevaron a la Aldaldía vecina a Abotsanitz. Sería falso decir que no ha habido roces entre los dos ayuntamientos, pero la relación ha sido de nota alta. Irun y Hondarribia han crecido y mejorado juntas, sin olvidar nunca que más allá de las trabas jurídicas, también hay una versión europea de la comarca que incluye a la francesa Hendaia como tercera hermana de la bahía de Txingudi. Con el apoyo que ofrece el Consorcio Transfronterizo Bidasoa Txingudi que agrupa los tres municipios, Santano ha insistido en la ubicación estratégica de Irun y esta eurocomarca, en el centro de la eurociudad Bayonne-San Sebastián y del eurocorredor Bilbao-Burdeos. En los últimos años esa voluntad de superar las mugas que no eran físicas pero sí administrativas dio un paso atrás con los controles fronterizos franceses y el drama migratorio. Santano ha estado en primera línea por la reapertura del puente Avenida, histórico paso peatonal entre Irun y Hendaia cerrado durante dos años por el Gobierno francés y recientemente vuelto a abrir.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión