Una nueva pantalla
Pradales blinda la política vasca de la sensación de fin de ciclo que proyecta la frenética actualidad en España
Sensación de cambio de ciclo bajo el calor de un día de verano. El lehendakari Imanol Pradales ha puesto el foco en su intervención de esta mañana en DV esa percepción de que entramos en un terreno desconocido. Una pantalla nueva tras la dimisión de Santos Cerdán y la 'bomba nuclear' que ha supuesto el informe de la UCO de la Guardia Civil. Atrás quedaba, de víspera, el impactante testimonio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidiendo perdón a la ciudadanía. Los semblantes en el auditorio son serios a pesar de que momentos antes, en la llegada de los invitados y el photocall primaban las bromas y los saludos distendidos. Especialmente los cargos socialistas no ocultan cierta tristeza en la mirada. Ha habido viernes mejores, confiesa uno.
Pradales ha templado el ambiente y ha pedido responsabilidad y prudencia. El tono profesoral del lehendakari lleva la marca de Deusto en el ADN pero en estos tiempos turbulentos es una garantía. El lehendakari ha dibujado el escenario según el guion previsible, lejos de la degradación política de la Villa y Corte. Pero lo ha hecho enfriando el horno, a pesar de que la política se ha convertido en una picadora de carne y de que, como ha recalcado, la desafección y el descontento ciudadano son el combustible diario de una ola de extrema derecha que se extiende como una mancha de aceite.
Tiene Pradales ese punto pedagógico que a primera hora de la mañana del viernes suena a una de las últimas clases en la facultad. El curso está a punto de acabar y tenemos examen la próxima semana. Y nos toca repasar los temas. Uno, de reindustralización equilibrada de Euskadi, en un marco europeo y mundial en el que ha vuelto la guerra. Dos, la apuesta por blindar la coalición con el PSE en temas sensibles como la vivienda -con una alusion cómplice al sailburu Itxaso- y en las políticas sobre el euskera. Y una carga de profundidad contra el PP. «Que ponga orden», ha apuntado Pradales tras mostrar su rechazo radical a la estrategia de Isabel Díez Ayuso por marcar su estrategia de notoriedad y reforzar sus posiciones en el seno de la familia popular utilizando el euskera como arma arrojadiza.
Pradales ha cerrado su intervención reconociendo ser más de Bruce Springsteen que de Fermin Muguruza, ahora que el primero está a punto de cantar en Anoeta. Aitor Esteban y Eneko Andueza han sonreído. El 'Boss' sí que es transversal. Casi como el espíritu de Miramon.
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