Los gobiernos vasco y central cierran el traspaso del IMV tras salvar los últimos flecos

Fumata blanca a una nueva transferencia. Los gobiernos vasco y central cerraron ayer al fin el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV), una competencia que venía sufriendo numerosos atascos -debería de haber recalado en Euskadi hace ya más de un año- y que finalmente vio ayer la luz tras una larga y ardua negociación.

Lo cierto es que era cuestión de días que se cerrara el acuerdo después de que la semana pasada los integrantes de la comisión técnica no lograran llegar a un punto de entendimiento y se emplazaran a seguir hablando. Un encuentro que decepcionó al Gobierno Vasco, según el término empleado por el Ejecutivo, y que provocó en el PNV un malestar latente -no así en el PSE-. Hasta que se han solventado los últimos flecos sueltos en vísperas de que Iñigo Urkullu asista al encuentro en La Palma de la Conferencia de Presidentes. Una cita que aprovechará, según adelantó el lehendakari, para recordarle a Pedro Sánchez que existe un calendario pendiente «que se debe materializar a través de una relación bilateral». Por lo que el gesto de ayer seguro apaciguará el río revuelto.

El acuerdo sellado, en todo caso, garantiza que será el Gobierno Vasco quien asuma las funciones de gestión de esta prestación social no contributiva, que será computable para el cálculo de la cuantía correspondiente de Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Así, el Ejecutivo autonómico se encargará de la tramitación, el reconocimiento y el pago del IMV desde el momento en que se materialice el traspaso «en próximas fechas» en la Comisión Mixta de Transferencias. «El acuerdo respeta los estándares de lo que debe ser una transferencia, así como el régimen de financiación del Concierto Económico, vía Cupo», explicó el departamento de Gobernanza Pública y Autogobierno que dirige Olatz Garamendi.

El pacto, además, deja encarrilado que la transferencia será íntegra y tendrá un carácter indefinido, un aspecto solventado después de que en diciembre el Gobierno central propusiese la temporalidad en la gestión del IMV. Desde el ministerio de Política Territorial defendió que el acuerdo se fundamenta en los principios de «unidad, solidaridad y lealtad institucional». Idoia Mendia, vicelehendakari segunda y consejera del departamento de Trabajo y Empleo -quien gestionará la prestación- se felicitó por el traspaso. Igual que el líder del PNV, Andoni Ortuzar, aunque también puntualizó que «habría sido deseable» cerrar el traspaso «mucho antes».

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