Crónica de un desencuentro
López y Sánchez escenifican un agrio cruce de reproches en vísperas del inicio de la recogida de avales
A. GONZÁLEZ EGAÑA
Miércoles, 19 de abril 2017, 15:44
A poco más de un mes de la jornada fijada para las primarias del PSOE y en vísperas del comienzo de la recogida de avales, las espadas de los precandidatos Patxi López y Pedro Sánchez están más que en alto. En los últimos días, se ha elevado la temperatura de la contienda y han pasado del «tenemos que hablar» que le dijo el exsecretario general al exlehendakari durante el velatorio de Carme Chacón al reproche agrio y descalificador.
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La crónica del desencuentro, sin embargo, se empezó a escribir meses atrás. El 'idilio' -o 'lealtad', según ellos- que López y su entorno mantenían con el exsecretario general durante su mandato como líder del PSOE se comenzó a resquebrajar en los días previos al comité federal del 1 de octubre. A partir de aquel fin de semana se vivieron días difíciles en la familia socialista, e incluso quienes le habían acompañado en la ejecutiva federal del partido comenzaron a tomar posiciones en direcciones diversas. El exlehendakari, por ejemplo, fue uno de los que convenció a Sánchez para que abandonara el escaño en el Congreso de los Diputados si no optaba por abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Ese papel de López, que había defendido como muchos socialistas vascos el 'no es no' a Rajoy, no cayó bien en el entorno del exsecretario general. Algunos de los que estuvieron a su lado durante su liderazgo en Ferraz llegaron a reprochar en privado que no se hubiera dejado asesorar. Las cosas no fueron a mejor cuando Sánchez dejó su asiento en la Cámara baja. Quienes habían sido leales al secretario general se distanciaron de él y poco después comenzaron a pensar que había agua en la piscina para que Patxi López optara a unas primarias. Hubo quien aventuró que la candidatura de López frenaría a Sánchez, pero no fue así.
El exlíder saltó a la arena de las primarias y después llegó la tercera en liza, la presidenta andaluza. A partir de ese momento, el equipo de Sánchez diseñó su estrategia sobre la base de la polarización con la andaluza, dejando al exlehendakari en un exiguo tercer plano. «Todo el mundo sabe que estas primarias son cosa de dos, el propio Patxi también», aseguraba este lunes la diputada asturiana Adriana Lastra, una de las responsables de la candidatura del exlíder.
Ayer, Pedro Sánchez intensificaba su campaña para expulsar a López del ring de unas primarias en las que busca un duelo a solas con Díaz. Sus colaboradores, José Luis Ábalos y Adriana Lastra, presentaron en Ferraz la precandidatura de Sánchez y acusaron al exlehendakari de no tener un proyecto político para que el PSOE vuelva a ser un partido hegemónico en la izquierda. Citaron el eje central de su campaña, la paz interna, con cierto desdén y le juzgaron como un candidato ingenuo y sin posibilidad alguna de ganar.
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Desde Algeciras, donde López sigue su campaña agrupación a agrupación, se dirigió al también precandidato Sánchez para decirle que «no le vendría mal un poquito de humildad». Ironizó además que no sabe «quién le ha dado esa categoría de repartidor de proyectos» al asegurar que el PSOE pasará a ser tercera fuerza política si ganan las primarias él o Díaz.
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