Txema Montero afirma que Aceña era «un hombre peligrosísimo» y un mitómano

Txema Montero, abogado de la familia de Santiago Brouard, parlamentario de HB asesinado por los GAL el 20 de noviembre de 1984, ha afirmado que Daniel Fernández Aceña, exactivista de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), detenido este martes en Segovia por yihadismo, era "un hombre peligrosísimo", un mitómano, que no admitió nunca que fuera "un error" haber asesinado al ferroviario francés Jean Pierre Leiba en Hendaia en 1984 al confundirle con un miembro de ETA.

El letrado vasco conoció a Fernández Aceña, natural de Irun (Gipuzkoa), cuando éste le pidió que le fuera a visitar a la cárcel de Zamora, donde cumplía condena por el crimen de Leiba, para hablar sobre la investigación que realizaba Montero del asesinato de Brouard.

En declaraciones a Radio Euskadi, el abogado ha asegurado que no le extraña la trayectoria del exactivista del GAL que le ha llevado a su adoctrinamiento en el DAESH porque era "un mitómano" y una persona "singularísima".

En este sentido, ha apuntado que era "un asesino que no se arrepintió en ningún momento ni tan siquiera de lo que era un error absoluto" porque Jean Pierre Leiba "era ferroviario francés que no tenía nada que ver con ETA".

Según ha relatado, Daniel Fernández Aceña afirmaba que él sabía "perfectamente" que Leiba era de la organización terrorista, pese a que, luego, se dijera que no pertenecía a la banda. "En ese punto era perseverante, un hombre peligrosísimo y yo no sé hasta que punto quien echó mano de él para meterle en el GAL era consciente de que tenía esa personalidad", ha apuntado.

Txema Montero ha explicado que Fernández Aceña era "un extraño caso de miembro del GAL" por su "perfil ideológico" y no solo de sicario. "Él me contó cómo en el instituto de Irun entraba en debates, en polémicas e incluso en cruce de bofetadas y de puñetazos con chavales de la izquierda abertzale", ha apuntado.

En esta línea, ha precisado que "el perfil que daba era un poco ideologizado desde el punto de vista del fascismo español y, al mismo tiempo, un poco mitómano". "No me extraña, por un lado, que haya tenido esta evolución tantos años después. Él tenía un gran concepto de sí mismo y me contaba determinadas historias que sería muy largo de detallar", ha añadido.

El GAL y el caso Brouard

El letrado ha explicado que, cuando éste se introdujo en el GAL, "estaba relacionado, en aquel momento, con la Guardia Civil y la Policía de Irun, e incluso se entregó después de matar a Leiba pensando que iba a tener un trato de favor". "No fue así y, por eso, me pidió que fuera a entrevistarme con él en la cárcel para contarme determinadas cosas que me podrían servir en la investigación del caso Brouard", ha indicado.

Además, cree que "su relación con los servicios secretos españoles era probadísima". "Después de mi segunda visita, él me comentó que había mejorado muchísimo las condiciones de su situación en prisión. Supongo que fue la contrapartida que obtuvo ante la gente de los servicios secretos para que no siguiese contándome cosas o para que me contase cosas de menor interés", ha considerado.

Si bien lo que le relató no le sirvió para esclarecer el crimen del parlamentario de HB, ha señalado que sí le dio datos que coinciden con "cosas" que entonces no se sabían y ahora sí como "las razones y las personas que intervinieron" en el asesinato.

"Incluso me pasó una cita a través de una contraseña con otro miembro del GAL, que fue el posteriormente condenado en el asunto Brouard, que era el famoso 'El Francés', que ya estaba en prisión, en la cárcel de Carabanchel y que me pudo servir de algo", ha asegurado.

No obstante, ha precisado que no le dio "elementos probatorios, aparte de sus opiniones, de sus informaciones, etc, para ser llevado al procedimiento y poder probar la intervención de esas personas, muy superiores en jerarquía a él".