Oro y turquesa, los colores del Urederra
El otoño es uno de los mejores momentos para visitar este precioso enclave navarro que alberga numerosas joyas naturales
Tonos dorados inundan los alrededores de Urederra. Sus bosque lucen una preciosa gama de colores amarillos, ocres, rojizos... que se destacan aún más si ... cabe junto al color turquesa que caracteriza a este precioso río que surge en Baquedano. Para algunos es el río caribeño de Navarra y no precisamente por la cálida temperatura de sus aguas. De hecho, durante los meses de verano esas aguas cristalinas se encuentran a una temperatura de 10º.
Publicidad
Según los expertos este color azul-verdoso, que recuerda a las imágenes de las aguas caribeñas, es debido a la gran cantidad de carbonato cálcico y minerales originados por la disolución de las rocas y que el agua deposita en el lecho del río, Además, destacan que en época de lluvias, el agua desciende con más fuerza y esos sedimentos no se depositan, haciendo que el agua coja un tono verdoso.
Urederra nace dentro del macizo kárstico de Urbasa. Allí surge la cascada que da lugar al nacedero del río. Durante siglos, la erosión producida por el agua ha abierto un boquete cada vez mayor en el borde de la sierra, formando ese impresionante anfiteatro rocoso que parece una evocación de los confines del mundo. De hecho, así llaman los franceses a este paraje: cul de sac (fondo de saco) o bout du monde (límite del mundo). La salida natural del agua donde fluye el acuífero se encuentra a una altitud aproximada de 630 metros.
La zona de Urbasa-Andoa fue reconocida como Reserva Natural en 1987 por su belleza, flora y fauna
La belleza de este paraje es incuestionable en cualquier época del año, pero tal vez otoño le da un toque especial por el contraste de los colores que lo convierten en un escenario natural única. Su belleza, pero sobre todo, la riqueza de su fauna y flora de este rincón de Urbasa-Andoa, hicieron que en 1987, fuera reconocida como Reserva Natural, un espacio que también es considerado pieza importante de la Red de Espacios Protegidos de Navarra.
Publicidad
El hermoso río navarro tiene un recorrido de 19 kilómetros hasta que llega al río Ega, un afluente del Ebro, en el cual vierte sus aguas después de recorrer el valle de Amescoa Baja. La primera salida de agua tiene lugar en la gran pared vertical, ocasionando una espectacular cascada. A partir de aquí nos encontramos con una sucesión de cascadas y pozas. Las más destacables son las del Elefante, la cascada del Tubo y la menos conocida, pero no por ello menos bonita, la cascada del Jabalí y la poza de la Fábrica. La cascada del Tubo, que también recibe el nombre de cascada de la Cola de Caballo, es muy caudalosa, especialmente en la epoca de invierno, y considerada por muchos como la más bella del nacedero. Lacascada del Elefante, la mayor de todas ellas con sus 30 metros de caída, es fácilmente reconocible ya que su ruido puede oírse en toda la reserva.
Al nacedero del Urederra se llega tras una caminata de poca dificultad de 6,2 km con salida en Baquedano
Buitres leonados y otros
El acceso hasta el traquilo paseo que acerca al visitante hasta el nacedero del río se realiza desde Baquedano. Allí, las señales nos conducirán hasta el hermoso paraje que realizaremos sin ninguna dificultad. Es una agradable excursión de unos 6,2 kilometros de ida y vuelta, que no presenta ninguna dificultad a lo largo del río. El agua o Urederra es una de las joyas más destacadas del Urederra, pero no la única. Sobre este rincón navarro se encuentra un precioso balcón con unas impresionantes vistas panorámicas de la cascada del nacedero del Urederra, del valle de las Améscoas y de otros lugares de Tierra Estella. Se trata del balcón de Pilatos o mirador de Urbaba (boca del agua) que se encuentra a 924 metros de altura. Es un espectacular mirador en el borde sur del parque natural, con una caída de 300 metros. El mirador está perfectamente señalizado desde la propia carretera que cruza la Sierra de Urbasa. Y una vez en el aparcamiento habilitado, son tan sólo unos pocos minutos a pie.
Publicidad
El mirador de Ubaba, popularmente conocido como balcón de Pilatos, forma parte de una hendidura o retroceso de la cornisa calcárea de la sierra de Urbasa, que se abre aquí en un alarde de frescura y de misterio.
A sus pies se puede divisar la riqueza floral y arbórea en las que destacan los bosques de haya y roble que rodean el nacedero. e ellos, además del sonido permanente del agua se pueden escuchar los cantos de sus pobladores: entre otros pájaros, los herrerillos y carboneros, los chochines y mosquiteros, y la lavandera cascadeña. En el acantilado, por su parte, anidan los buitres, milanos, alimoches, y otras especies rupícolas. Pero lo más emocionante es quizás sorprender hoy el majestuoso vuelo del quebrantahuesos, en medio del circo rocoso.
Publicidad
De camino al mirador podremos contemplar algunos de los trece dólmenes, dos estructuras tumulares y un menhir que descubrióJose Miguel Barandiaran (1921) con Telesforo Aranzadi y Enrique Eguren.
El nacedero del Urederra se puede visitar durante todo el año. Para ello, se deberá realizar una reserva y consultar las condiciones a cumplir en las webs urederra.navarra.es, turismo.navarra.es o amescoa.com. Se han impuesto tres franjas con aforo limitado hasta las 500 personas.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión