La poligamia en televisión
Se cumplen diez años del estreno de 'Big Love', la serie que mostró en la pantalla que el amor no siempre es cosa de dos
Mikel Labastida
Jueves, 31 de marzo 2016, 19:20
Los primeros años del siglo sacaron del armario un montón de temas y argumentos que un tiempo atrás hubiese sido impensable que se fueran a tratar con normalidad y profusión en televisión. En esa dinámica HBO se atrevió en 2006 a mostrar abiertamente cómo funcionaba y cohabitaba una familia poligámica. La premisa no podía llamar más la atención y hacía prever que daría lugar a no pocas situaciones escandalosos o morbosas. Pero no fue así. La cadena por cable americana concibió un producto que no pretendía transgredir a toda costa, ni crear polémicas facilonas, ni recurrir a los tópicos más calientes que se suelen asociar a este tipo de relaciones. Construyó un relato absolutamente respetuoso y con fundamento, alejándose de los lugares comunes, y con el objetivo principal de explicar el modo en que se desarrolla -con muchas complicaciones, por supuesto- un régimen que fue practicado por los mormones.
Publicidad
El título de la serie ya era toda una declaración de intenciones: 'Big Love'. Al final lo que quería contar aquel título trascendía a la controversia y no iba a alimentar las fantasías de nadie. Tampoco había intención de adoctrinar ni de censurar, sólo de poner sobra la mesa otras maneras de organizarse familiarmente al margen de las convencionales, y con el hándicap de la prohibición legal y el veto popular. La serie explicaba que el amor se puede repartir y vivir de muchas maneras y cómo desde el respeto y la convicción es posible plantear compromisos y vínculos aparentemente complejos.
Los mormones llamaron a la poligamia matrimonio plural y fue una práctica cotidiana entre los fieles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pese a la condena de otros colectivos, de gran parte de la sociedad y del gobierno americano, que la persiguió durante décadas. A finales del siglo XIX el Congreso de Estados Unidos la prohibió, pero muchos mormones continuaron llevándola a cabo, amparándose en otras leyes y protegidos por la Primera Enmienda. Después se aprobaron nuevas legislaciones y manifiestos y hasta la propia Iglesia mormona luchó contra ella, pero es un asunto que colea todavía hoy. Y que no está, ni mucho menos, erradicado. En Utah se sigue practicando, aunque sea ilegal, y se vive con cierta tolerancia por el resto de la sociedad siempre y cuando no se haga ostentación de ello. Con excepciones, porque la cadena TLC estrenó en 2010 un espacio de telerrealidad sobre un clan con estas características, cuyo patriarca es Kody Brown, que convive con cuatro esposas y 16 hijos. Una vez se iniciaron las emisiones la fiscalía abrió una investigación, que les obligó a trasladar su domicilio. Las leyes de Utah prohíben esta forma de matrimonio e incluso de cohabitación. Sin embargo hace dos años un juez indicó que es inconstitucional prohibir cómo deben vivir las personas, siempre y cuando no haya matrimonio legal, lo que en la práctica fue entendido como un precedente para la legalización de la cohabitación.
Antes de todo esto se presentó 'Big Love', que no casualmente se desarrollaba en Utah. En marzo se han cumplido diez años del estreno del primer episodio. Allí, el protagonista, Bill Henrickson, vive junto a tres mujeres, aunque sólo una de ellas lo es legalmente, Barbara. Esta situación no la hace diferente frente a las otras dos, Nicki y Margene, y entre las tres han de organizar la convivencia y los horarios. No es sencillo. Para empezar cada una tiene su propia casa, lo que ocurre es que las tres están conectadas por un patio interior. Esa distribución es un buen símil de la propia familia: exteriormente son una cosa, pero en la parte de atrás la realidad es muy diferente.
Bill y Barbara pertenecen a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, aunque no son practicantes puesto que la entidad no aprueba ni permite su estilo de vida. Las otras dos mujeres llegarán por vehículos diferentes, pero aceptarán de igual manera las reglas del juego. Lo que no es sencillo. Y precisamente es en la distribución de esos hechos cotidianos donde se encuentra lo mejor de la serie. ¿Con quién duerme el marido cada noche? ¿Cómo se comportan unas mujeres delante de las otras con respecto al hombre? ¿Quién decide las normas y costumbres del hogar? A estas circunstancias hay que añadir que Bill con cada esposa tiene hijos por lo que la organización y la gestión de los sentimientos se complica. Si a todo ello le unimos la persecución constante de la ley la convivencia de la familia es extremadamente complicada.
Publicidad
'Big Love' constó de cinco temporadas y nunca tuvo la trascendencia ni popularidad que sí lograron otras ficciones de HBO como 'Los Soprano', 'Sexo en Nueva York' o 'The Wire'. No era sencilla, pese a lo llamativo del argumento. Posiblemente no haber hecho ciertas concesiones privó a la serie de un buen número de espectadores. Pero sus creadores, un matrimonio formado por Mark V. Olsen y Will Scheffer, optaron por vestir de normalidad toda la trama, en no caer en estridencias. Tampoco se aligeró con el tema religioso, de hecho la serie sirve para comprender algunas de las creencias y costumbres de los mormones, aunque es por ese lado donde se vuelve más densa y aburrida.
El principal acierto, como suele pasar con los productos HBO, está en la concepción de los personajes, en el dibujo nada plano que hace de ellos, en el constante mimo con los detalles y en cómo los somete constantemente a dudas y divagaciones que nos asaltarían a cualquiera si tuviéramos que compartir un gran amor. Nunca es tarde para recuperarla, porque está editada en DVD.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión