En la plaza de San Felipe Neri, en plena Ciutat Vella de Barcelona, hay un colegio público que no dispone de patio. Por ello, a ... la hora del recreo, el alumnado utiliza la plaza para airearse. Así durante un tramo de la mañana, esa zona se precinta, y tras el precinto se amontonan, sobre todo, los turistas que pasean por el Barrio Gótico y que se quedan mirando a los niños. La industria del turismo, que mueve aviones, barcos, trenes, coches y muchos, muchísimos millones, detenida tras un precinto para facilitar que unos niños puedan jugar y corretear tranquilos.
Aunque a los turistas pueda trastornarles que les corten el paso, en realidad, deberían celebrar la suerte que tienen de poder contemplar una escena cada vez más insólita: unos críos jugando en la parte vieja de una ciudad turística. Un colegio público, la sombra de unos árboles, el rumor del agua de una fuente, la alegría de unos niños: realmente, la plaza de San Felipe Neri es extraordinaria.
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