Costó sangre, sudor y lágrimas, eso sí de emoción, pero la Real logró decantar a su favor, 3-2, el derbi contra el Athletic en ... Anoeta. Sería de incautos lanzar las campanas al vuelo, como lo suelen hacer otros, pero parece que el equipo donostiarra, a pesar de sus carencias, que las tienes y bien claras, puede ascender peldaños en la clasificación y pasar una temporada tranquila e incluso poder aspirar a algo más, aunque, de momento, esa pretensión se me antoja lejana.
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