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'No me llame Ternera' y los prejuicios

Domingo, 14 de enero 2024, 01:00

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Desde que se levantó la polvareda de tantas voces contra el documental 'No me llame Ternera', de Jordi Évole, tenía ganas de verlo. Y por ... varias razones. Estamos en un país de gritos, pendencias y algaradas emotivas sin argumentos. Hicieron una campaña destructiva de linchamiento contra el exministro Alberto Garzón, cuando tenía toda la razón en lo que dijo y en cómo lo dijo sobre la leche y la carne de las macrogranjas, además de que seguía las directrices de la UE. Hemos escuchado largamente todo tipo de tramas acerca de Podemos: titulaciones falsificadas, subvenciones de Venezuela, de Irán y no sé cuánto más. Los jueces, no yo, lo han desmontado: todo era falso, invenciones. Sacaron el número de cuenta de una libreta en el extranjero de un exalcalde de Barcelona: los jueces han dicho que fue una invención. La lista sería larga. Pero aunque los jueces lo desmientan, son muchos los que seguirán diciendo que no, que lo que dijeron bien dicho está. Es el poder de la mentira repetida sistemáticamente hasta llegar a ser aceptada como verdad, hasta tener más fuerza que la verdad de los hechos. Goebbels fue un genio de la demagogia populista.

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