Marruecos, como cualquier otro país del mundo, afronta numerosos desafíos con la necesidad de lograr una solución que sea beneficiosa para todos. La guía y ... el impulso para superar los problemas más graves que sufren los marroquíes radica en el propio rey Mohamed VI y su entorno real que desde su llegada al trono hace 26 años han apostado con gran éxito por la industrialización, la modernización y el desarrollo económico, político y social con respeto a las tradiciones y costumbres. Sectores como el agroalimentario, el textil, las energías renovables, el turismo, la formación profesional, las universidades, la cultura o el deporte son iniciativas que han incrementado la actividad económica, el empleo, la identidad y orgullo nacional y el peso internacional.
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Se han tomado medidas para afrontar y corregir los problemas que sufre Marruecos y que no son tan diferentes, en casos de desigualdad y corrupción, a los que sufren países europeos como España. También se han dado casos de ineficacia o de negligencia en la gestión de la gravísima sequía que sufre el país. Los recursos de agua son limitados y la acción expresada hace un año por el Rey es firme y decidida a la hora de exigir el cumplimiento de los planes y objetivos ineludibles para afrontar un problema tan grave que incluso obligó este año a prohibir el sacrificio del cordero. Constitución de 2011; Código de Familia; Plan de Desarrollo Humano, reforma de la Justicia; integridad territorial con el Sáhara marroquí; fortalecimiento de la fachada atlántica y colaboración energética; movilidad y conectividad de Marruecos; nuevo modelo de producción; reformas en el acceso a la sanidad, a la educación, a la vivienda son solo algunos de los hitos que se han ido planteando durante los últimos 26 años. En este momento, el gran desafío es que la cadena de ejecución de las medidas funcione a todos los niveles en las administraciones públicas locales, regionales y nacionales para superar las enormes diferencias entre las zonas rurales y las más desarrolladas en las costas.
El Rey exige que los frutos del desarrollo lleguen a todos los ciudadanos y evitar las dos velocidades, acabar con las grandes diferencias sociales, el agravamiento de la pobreza y la precariedad con proyectos de impactos reales. Promoción del empleo; fortalecimiento de la educación y la salud; preservación de la dignidad de los ciudadanos; justicia territorial; reducción de las desigualdades territoriales y gestión proactiva y sostenible del agua. El ministro del Interior ha presentado el proyecto tras las indicaciones del Rey. Hay elecciones el año que viene. Ahora, el desafío es ejecutarlo bien y cumplirlo por parte de todos.
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