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Donde nace el viento

Europa

Los jóvenes de mi generación conocimos Europa gracias al tren y al interrail. París, Viena, Berlín, Praga, Roma. Dormíamos en albergues, alejados del centro

Sábado, 8 de junio 2024, 02:00

De niño, Europa era una quimera, algo irreal, no demasiado bien definido y que adquiría en nuestra imaginación tintes sombríos. Eran más cercanos el árido ... desierto del apache Cochise y las verdes llanuras del Far West, un mar de hierba, donde los caballos galopaban en libertad, y al fondo, en la pantalla, más al norte, se divisaba la silueta de una impresionante cadena montañosa, toda cubierta de nieve. Jugábamos a indios y vaqueros, igual que casi todos los niños de aquella época. Amábamos aventurarnos en el bosque, como si fuese un laberinto, acechar a las aves, construir castillos, ponerle trampas al enemigo. La vida era un juego donde no nos jugábamos nada, ni siquiera la fortuna que, entonces, siempre era favorable.

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