«Las mujeres necesitamos referentes para dar ese paso a las carreras científicas»

Olatz Arbelaitz estudió en la Ikastola Orereta y luego cursó la carrera de Informática en la UPV-EHU, donde actualmente es profesora, a la vez que está involucrada en iniciativas para cambiar el paradigma y abrir un espacio a las mujeres en la ciencia y la investigación.

– ¿Cómo se decantó por estudiar la carrera de Informática?

–Yo llegué porque me gustaban las matemáticas y las ciencias. Desde pequeña, me gustaban los juegos de experimentos y la parte lúdica. Llegué a la informática quizás sin mucha reflexión. Cuando ya fui estudiante universitaria encontré que la informática se me daba bien.

–¿Qué profesiones escogieron las chicas que estudiaron con usted en la ikastola?

–La verdad es que en aquella época no me fijaba en estos temas y la memoria a veces falla, pero diría que de la clase de ciencias de COU de la Ikastola Orereta cerca de la mitad seriamos chicas y escogimos carreras de todo tipo tanto biosanitarias como empresariales, alguna ingeniería y tres fuimos a estudiar Informática. Y en mi cuadrilla, de seis hubo dos ingenieras y yo.

– ¿Cúal era la cuota de género en la facultad cuando usted era estudiante?

–Cuando yo estudiaba Informática la cosa estaba mitad y mitad, no había mucha diferencia entre el número de hombres y mujeres. Pero luego todo ha cambiado totalmente, ahora es una carrera de hombres...

–¿Y qué paso? ¿Por qué hubo ese cambio?

–Algunos sostienen que fue por el cambio de nombre, nosotros estudiamos una licenciatura y con los nuevos planes de estudio se convirtió en Ingeniería Informática, pero no estoy segura si existen más factores. Es una pena, porque es evidente que en esta carrera hace falta diversidad, como en todas las ciencias. Yo he vivido todo esto con cierta ingenuidad, hasta hace algunos años que me di cuenta, y empecé a cuestionar esas cosas que piensas que son 'naturales'.

–Las estadísticas indican que solo el 26% de las mujeres escoge carreras de ciencias, a pesar que representan el 54% de la población estudiantil.

–Llevamos años que nos cuesta superar el 15% de mujeres que entran a Informática, este año hemos abierto el grado de Inteligencia Artificial y sí que hay una proporción mayor, un 30%, pero tampoco es suficiente, lamentablemente.

–¿Por qué ocurre esto?

–Se ha estereotipado mucho la profesión del informático, en las películas el que trabaja en informática es un friki, antisocial, feo, gordo y por supuesto hombre. En realidad, la informática se extiende a muchas áreas de trabajo donde es necesario el trabajo en conjunto con otras especialidades y que no se tenga visión de género supone un problema.

–¿Han hecho algo al respecto desde la universidad?

–Hace años que nos preocupa el tema. Al principio empezamos en edades más tardías, pero nos dimos cuenta de que se debe actuar antes. Los últimos años hemos utilizado las 'hora de código', iniciativa mundial para hacer llegar la informática a las niñas y niños donde se les enseña a programar durante una hora con herramientas lúdicas. Alumnado voluntario de la facultad ha ido a ofrecer una hora de código a su colegio de origen. Hemos aprovechado esta oportunidad para pasar una pequeña encuesta al alumnado y conocer la visión de las niñas y los niños de la informática, donde entre otras cosas les pedíamos que dibujasen a una persona que trabajase en informática. En esos experimentos detectamos que cuando las niñas tienen 10 y 11 años, todavía muchas dibujan una mujer... pero ya en edades más tardías no se proyectan en estos campos.

–¿A nivel laboral cómo está el mercado?

–Hay mucho trabajo en el área de la informática, pero el porcentaje de mujeres es bajo no llega al 20%. Por ejemplo, si buscas la palabra programador en Google, salen mayoritariamente hombres. Las ciencias de la salud sí están feminizadas, así como las ingenierías están totalmente masculinizadas.

– Pero no ocurre lo mismo con puestos de alta responsabilidad...

–En la ciencia e investigación se refleja lo mismo que en la sociedad patriarcal en la que vivimos. Incluso en las áreas 'feminizadas' hay más hombres en puestos de dirección. Aunque un 54% de la población universitaria son mujeres y este porcentaje se mantiene a la hora de hacer tesis doctorales, las personas que son catedráticos de universidad, directoras de grupos de investigación o investigadores principales en proyectos, en más del 70% y en algunas áreas 85%, son hombres. Sería muy importante que hubiera más mujeres en el nivel jerárquico más alto. En este sentido la UPV-EHU lleva unos años organizando 'Akademe', un programa de liderazgo para mujeres, donde yo personalmente descubrí con la ayuda de Maru Sarasola que hay otras formas de liderar.

–¿Qué acciones se están tomando para cambiar este paradigma y dar cabida a las mujeres?

–Las mujeres necesitamos referentes para dar ese paso hacia las carreras científicas. Con este objetivo en la Facultad de Informática, las mujeres escribimos mensualmente artículos sobre tecnología en 'Gaur8' y estamos pensando en otras fórmulas para crear referentes. También hemos participado en la organización de Emakumeak Zientzian, junto con otros centros tecnológicos del entorno donde ofreceremos unas sesiones, 'Informatika ipuin eta magia bidez', donde se explicarán conceptos de informática por medio de cuentos y juegos de magia. El programa es muy amplio y ofrece muchas actividades que se pueden realizar de forma virtual.

–¿Qué les diría a las niñas que tienen interés por las ciencias?

–Yo las animaría a seguir con ello ya que la ciencia puede ser divertida, tiene mucho espacio para la creatividad, necesita de trabajo en equipo y puede contribuir a mejorar un montón de ámbitos de la sociedad.