Santo Tomás retó a la lluvia en Antxo
Las sociedades se unieron para festejar una jornada en la que se consumieron 120 kilos de txistorra
ELENA VIÑAS
Domingo, 21 de diciembre 2014, 00:16
Ataviados con el traje típico de baserritarra, degustando talos con txistorra y dejándose llevar por los villancicos que les envolvían en la magia de la Navidad que aguarda ya a la vuelta de la esquina. Así celebraron ayer los antxotarras su madrugador Santo Tomás. Gure Zumardia se convirtió en el epicentro de una fiesta que retó a la climatología, ganando la batalla.
Es cierto que a la txapela y a las largas faldas de colores hubo que añadirles el paraguas como complemento inevitable en una jornada en la que la lluvia concedió contadas treguas, pero las ganas de divertirse fueron superiores y cientos de personas acudieron desde media mañana a la Alameda. Muchos se perdían entre los puestos que artesanía, productos agrícolas y ganaderos y demás tentaciones. Otros aprovechaban para conocer de primera mano la campaña puesta en marcha por el Ayuntamiento para reivindicar sus límites originales y se dejaban tomar fotografías como muestra de su adhesión.
Parada obligatoria
La fiesta organizada por las sociedades antxotarras Arkupe, Basari, Galepetarrak, Jaizkibel, La Armonía y Lore Txorta tenía una parada obligatoria en el mostrador habilitado para la venta de los talos con la txistorra preparada por un nutrido grupo de voluntarios. Hasta 120 kilos se cocinaron para dar respuesta a las demandas de niños y mayores.
La banda sonora a las primeras horas de los festejos la pusieron tanto la kantujira popular como los alumnos de Pasaia Lezo Lizeoa. Niños y niñas subieron a mediodía al tablado para interpretar temas cargados de encanto que nadie quiso perderse.
Los txikis fueron protagonistas también de esa exposición de espantapájaros que pudo visitarse junto al stand de cetrería, con águilas y lechuzas que despertaban tanta curiosidad como admiración.
Los más nostálgicos se acercaban al puesto de Antxotarrok Historia Mintegia para hacerse con el último libro de Txema Ruiz, '125 años de Antxo', y ese calendario de corte local que habrá de acompañarles los próximos doce meses.
Las últimas horas de la fiesta corrieron a cargo de Alkarkide y de Alkartasuna, con su soka dantza.
