Vista de Durbar Square, en Katmandú, capital de Nepal.
Mendira

Una vuelta por Katmandú

Una vez recuperada la normalidad en Nepal, nos vamos de paseo por Durbar Square, disfrutando del extenso Patrimonio Mundial de la Unesco, perdiéndonos por los rincones de Thamel

Sábado, 27 de septiembre 2025, 07:40

Las dolorosas manifestaciones en la segunda semana de este mes de septiembre por el hartazgo en los jóvenes de la generación Z de la corrupción ... política terminaron desgraciadamente con la muerte de más de 50 personas, la mayoría chavales, derivando en dimisiones, disolución del Parlamento y finalmente nombrando a la máxima defensora de la anticorrupción Sushila Karki provisionalmente la nueva líder de Nepal, y por tanto la primera mujer que dirige el país. Así, según nos comunican desde Katmandú, las aguas han vuelto a su cauce estando las cosas más tranquilas y siempre los nepalís necesitados del turismo de montaña, receptivos a todas luces a esa cantidad de gente que prefiere el otoño para hacer sus actividades en el país de las montañas.

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El pasado 2024 se cumplían nada menos que 40 años desde que había estado por primera vez en Katmandú. En aquella primavera de 1984 me llamó la atención ese embrollo, esa maraña, ese revoltijo, ese desorden, supongo que controlado, de cables que cuelgan de los postes eléctricos. Y lo bueno del caso, que con el paso del tiempo, nada menos que ocho lustros, todo sigue igual. Bueno, quizás con el paso de los años, haya más cables (wifi que no existía hace 40 años, más viviendas, más comercios...). El cableado sigue amontonado ahí en cada poste así que eso demuestra que no les va tan mal tenerlo así…, localizando, agilizando y reparando cualquier falla lo antes posible.

Siempre que voy a Katmandú me hospedo en algún hotel en Thamel que es por donde nos daremos esta habitual vuelta. Me gusta perderme en este pintoresco barrio por las callejuelas que serpentean esta céntrica zona llamada Saat Ghumti (Siete Curvas) repleta de tiendas que venden todo lo que representa la cultura nepalí y budista siendo uno de los productos estrella las banderas de oración budistas con sus predominantes cinco colores: azul simboliza el cielo; el blanco, el agua; el rojo, el fuego; el verde, el aire y el amarillo, la tierra. También hay cientos de pitxias tibetanas de todo tipo, imanes, libros de montaña, cientos de mapas diferentes. Es increíble. Igualmente, el visitante tiene a su disposición decenas de tiendas de material y ropa de montaña. Si se quiere comprar algo es mejor preguntar precios y calidades en diferentes lugares y por supuesto regatear para que comprador y vendedor queden satisfechos con la transacción. Por todo Thamel hay infinidad de tiendas.

En este turístico barrio hay una plaza céntrica llamada Shree Gha que alberga una preciosa estupa. No se pierda el Templo de los Monos, es decir Swayambhunath. Se puede subir en coche hasta arriba, pero mi recomendación es que vaya a pie desde Thamel o si no quiere patear tanto coja un taxi hasta la base de las escaleras que le subirán hasta el magnífico conjunto monumental.

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Visite el valle de Katmandú con otros monumentos y edificios declarados Patrimonio Mundial de la Unesco. Son siete conjuntos: las tres plazas Durbar en Katmandú, Patán y Bhaktapur, Swayambhunath (mencionado más arriba) y Bouddhanath con sus magníficas estupas budistas y los templos hinduistas de Pashupatinath y Changu Narayan.

La temporada de otoño es muy propicia y elegida por muchos vascos para hacer algún trekking por Nepal. Sin duda y a buen seguro se darán una vuelta por Katmandú.

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