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La enorme cruz de Indamendi permite localizar su cima desde diferentes puntos. Las vistas desde ella son preciosas. Belauntzaran

Mendira

Indamendi, vigía del mar Cantábrico

A esta discreta cima de 465 metros de altitud se accede desde Zarautz por caminos agropecuarios y caminando junto a espectaculares viñedos

Viernes, 18 de julio 2025, 10:29

Las magníficas vistas desde Indamendi (465 m.) del mar Cantábrico convierten a este discreto monte de la costa guipuzcoana en un perfecto balcón para imaginar las hazañas de aquellos marineros y pescadores, nacidos en las localidades cercanas, que realizaron hace ya unos siglos. Viajes al nuevo mundo o la caza de ballenas protagonizaron algunas de ellas.

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El calor de estos días invita a buscar la brisa marina y la sombra de los bosques y Gipuzkoa cuenta con esos dos componentes y la ruta de esta semana nos lleva a recorrer caminos y senderos del parque natural de Pagoeta, partiendo desde Zarautz. Un precioso recorrido que nos acerca hasta el barrio de Elkano, cuyos caseríos y terrenos, en gran parte, se sitúan en tierras de Aia y otros cuantos en las de Zarautz. Un enorme cartel junto a la ermita de la Santa Cruz anuncia su localización dentro del extenso municipio que cuenta con 56 km² de extensión, limitando con Zarautz, Orio, Zestoa, Getaria y Aizarnazabal y el mismo mar Cantábrico. Hacia el interior sus límites rozan con Usurbil, Zizurkil Asteasu y Errezil.

Sorprende que esta localidad situada entre Tolosa asta Aia tiene aproximadamente 2.050 habitantes que se reparten entre el núcleo urbano y los 11 barrios que la componen: Elkano, Laurgain, Urdaneta, Altzola, Andatza, Santio Erreka, Arrutiegia, Kurpidea, Etxetabaila, Iruretaegia y Olaskoegia.

Información MIDE

  • Acceso Para acceder a Zarautz debemos seguir la AP-8 para despues dirigirnos a Abendaño.

  • Horario El recorrido se puede realizar en una tres horas, tres horas y media. Interesante contar con un track si no se conoce la zona, aunque está debidamente señalizado.

  • Distancia 11,18 km

  • Desnivel positivo 438 m

  • Severidad del medio 2

  • Dificultad orientación 1

  • Dificultad del terreno 1

  • Esfuerzo necesario 2

Según recoge la enciclopedia Auñamendi, en un artículo de Ainhoa Arozamena, el origen del barrio Elkano «es de origen muy remoto», llegando incluso a considerarse como una de las primitivas de todo el territorio. De ella, en efecto, se hace mención «la escritura de donación del Monasterio de San Salvador de Olazábal hecha en el año de 1025, citada en los artículos descriptivos de Altzo y Aia; de cuyas palabras se puede creer que esta última universidad era entonces dependencia de Elkano.

Este coto, después que se pobló aquella tierra, quedó reducido a un barrio de la misma; y su iglesia dependiente de la parroquia de Santa María de Zarautz, no consta bajo qué concepto. Ello es que sus moradores a una con los del barrio de Urteta de Zarautz, se opusieron en el año de 1506 al pago de las primicias a dicha iglesia matriz; con cuyo motivo se suscitó un pleito con el cabildo eclesiástico de esta». Según un comentario escuchado a uno de los vecinos de Elkano, «cuentan que junto a la iglesia de San Pedro, existía una raya que delimitaba la parte de Aia de la zarauztarra», de hecho, «la iglesia pertenece a Aia y, en cambio, alguno de los caseríos cercanos ya pertenece a Zarautz».

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Fuera como fuese, las vistas espectaculares y la tranquilidad del barrio Elkano, enamoran a quienes lo visitan y no es para menos, aunque según comentan «bonito, es muy bonito, pero cuando sopla el viento lo hace con ganas y en invierno, es un lugar frío».

La iglesia de San Pedro de Elkano atrae la atención del visitante que con su plazoleta donde suponemos se celebrarían antiguamente las romerías, las peculiares piedras cercanas y la casa de la serora sobre cuya puerta principal se puede leer 'Serorategia'. A pocos metros se encuentra una preciosa puerta al templo religioso, de forma ojival (gótica) del XIV, es el principal acceso de construcción rectangular con elementos góticos en sus ventanas. Un lugar con mucho encanto y una energía especial, aunque nos quedamos con las ganas de ver el interior de la iglesia, aunque al parecer actualmente no contiene retablos y un gran Cristo agonizante de bella factura preside la ermita. A sus lados antiguos altares de arenisca y tallas de Nuestra Señora y San Pedro. Según algunas fuentes, «las anotaciones del Visitador General sabemos que en 1540 tenía cuatro altares; el principal dedicado a San Pedro, y los de Nuestra Señora, Santa Susana y Santa Bárbara. Conserva una pila bautismal gótica que se dice que perteneció a la Parroquia de San Salvador de Getaria».

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Buzón con forma de hongo de Indamendi Mendi Bazkuna, colocado según reza su placa hace 50 años.

Recoge Luis Peña Santiago la leyenda de cómo se edificó este templo. Según el escritor, etnógrafo y montañero guipuzcoano, «José Antonio Manterola del caserío Elkano-Bitarte solía contar que la levantaron tres brujos en una sola noche. Uno de los brujos era cojo 'Kojua'. Uno de los brujos tiraba las piedras desde el monte Garate hasta el lugar de Arbastañaundi. Kojua lo hacía desde aquí hasta Elkano y el tercero construía la iglesia». Digna de una visita, fuera como fuese aunque cabe destacar que en el Museo Diocesano de San Sebastián se conservan dos tallas del siglo XIV procedentes de Elkano San Pedro y otra sin identificar.

Desde Zarautz, sorprendente

La ruta de esta semana nos acerca desde Zarautz hasta Indamendi, un recorrido de poco más de 11 kilómetros que nos ha sorprendido gratamente. Tras aparcar en Abendaño kalea, en la zona industrial, comenzamos nuestro recorrido, sabiendo que toca superar un primer tramo de subida permanente hasta Indamendi. Nuestro objetivo está a casi 5 kilómetros, pero siguiendo la carretera asfaltada disfrutamos de magníficas vistas lo que hace más ameno el paseo.

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De camino a la ermita de Santa Cruz, podemos observar los picos de Andatza, Eskatzu, Zarateaitz, Olarteta, Abaro, Errekarte Harria, Talaigaina... pasearemos entre viñedos de txakoli y prados de pasto en los que algunas vacas junto a sus retoños disfrutan de la tranquilidad absoluta. La carretera llega hasta este templo de montaña en el que tomaremos la pista de tierra y piedra a la derecha, desde la que podemos ver la cruz de Indamendi y la pendiente que deberemos subir antes de alcanzarla. Tan solo un kilómetro nos separa de su buzón, al que llegaremos en todo el recorrido siguiendo las marcas blancas y amarillas que nos guían en todo el trayecto. En la cima, la cruz blanca en cuya base se encuentran dos placas que mencionan al grupo de montaña zumaiarra Indamendi, una de ella fue colocada hace 50 años, en 1975, y la otra en 2003, (XXV. urteurrena, 1978-2003). Una vez en la zona alta de Indamendi dejamos que la belleza natural del entorno nos absorban, mientras una ligera brisa que llega del mar nos rodea en una mañana soleada de esta semana. Un regalo a la vista.

Comenzamos el descenso tras superar la 'puerta' de madera que nos conduce por caminos abiertos entre helechales y zonas de pasto para alcanzar el collado de Aierdimusu. Pasamos por una zona boscosa con enormes hayas que nos protegen del sol hasta llegar a una pista (PR-Gi 4002/PR-Gi 202) en la que han extraído coníferas, pero se puede transitar fácilmente. Después, llegamos a Elkano. Seguimos las marcas amarillas y blancas que nos conducen por un camino de tierra hasta diversos caseríos en los que comienza la carretera asfaltada nuevamente que seguiremos hasta llegar a nuestro vehículo.

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Un paseo muy interesante que esconde rincones preciosos, llenos de historia. Un placer.

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