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Errenaga, un paraíso entre dos mares
La discreta cima de la sierra de Aralar de 1.250 metros será testigo del paso de los participantes de la marcha regulada de las XIV Horas el 19 de mayo
A casi un mes de la marcha de las XIV Horas, en este tramo del recorrido de la marcha larga regulada acercamos hasta la sede Aralarko Adiskideak, la asociación organizadora de la cita mendizale del próximo 19 de mayo. En esta ocasión, retomamos el recorrido en el santuario de San Miguel de Aralar para, desde allí, acercarnos hasta Guardetxe. Unos cuatro kilómetros que realizaremos por la carretera para después adentrarnos en las zonas de pasto y campas que en cuestión de unos días se llenarán de yeguas, ovejas y vascas con sus vástagos para pasar en ellos los meses de verano.
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Los alrededores de nuestro objetivo de esta semana, Errenaga (1.250 m.). ofrece unas espectaculares vistas de esos pastos. Aralar siempre ha sido un lugar muy humanizado, con riqueza de pastos y bosque, usado por los humanos de forma regular desde que se empezó a conocer la ganadería. Es difícil saber qué tipo de ganadería predominaría hace ahora 5.000 años o hace 1.000. Es casi seguro que la oveja no sería tan frecuente como ahora, y que predominaría más el ganado vacuno. La conservación de los huesos en yacimientos al aire libre es muy difícil. Pero, la toponimia del lugar hace referencia al mundo ganadero. En la mitad de la vaguada de Igaratza, en el punto donde hoy en día hay un poste que indica varias direcciones para posibles recorridos, se encuentra el lugar llamado Peri-leku. Allí, hasta la década de 1920, se celebraban ferias de ganado. Se congregaban gentes de varios valles guipuzcoanos y navarros.
Los participantes de la marcha y senderistas se acercarán hasta Igaratza entre otros muchos puntos interesantes del recorrido. Muy cerca de este punto hace unos años, un equipo de arqueólogos liderado por Jose Antonio Mujika fue localizada una parte de una edificación del periodo Calcolítico (de unos 5.000 años de antigüedad), destinada, según parece, a cobijar a personas dedicadas a actividades relacionadas con la ganadería.En una posterior campaña lo que estaba catalogado como túmulo, resultó ser una edificación -de planta aparentemente octogonal- que data de la época de los romanos, de entre los siglos I y III de nuestra era.
INFORMACIÓN MIDE
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Acceso: Siguiendo la A-15 se llega a Lekunberri desde donde deberemos acceder por la carretera a San Miguel de Aralar hasta su santuario (NA-7510).
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Horario: El recorrido desde San Miguel de Aralar hasta Amezketa ronda las cuatro horas y media-cinco. Hay una zona muy pedregosa y hay que transitar la misma con cuidado.
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Distancia: 18km.
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Desnivel positivo: 1.120 metros.
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Severidad del medio: 4.
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Dificultad orientación: 2.
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Dificultad del terreno: 3.
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Esfuerzo necesario: 4.
Se trata de la chabola más antigua de Aralar, datada hace 4.700 años. Esa es la primera chabola de la que se tiene constancia, pero la actividad ganadera es anterior. Los habitantes que construyeron los primeros dólmenes, hace 6.000 años, también la ejercían.
La ganadería y el pastoreo especialmente vienen de la mano de la explotación de la sierra de Aralar, aunque no es la única actividad laboral que se ha realizado en esta zona de la misma. Unos kilómetros más abajo, siguiendo el recorrido de las XIV Horas se llega al coto minero de Arritzaga. Las viejas minas se sitúan a 880 metros de altitud. En este coto minero en el que se encuentra un filón metalífero, de cobre, cuya extracción comenzó en el Calcolítico y Edad de Bronce, continuando en la Época Romana, Edad Media y siglo XVIII, ha estado en activo hasta la década de los sesenta del siglo pasado.
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Todavía se pueden ver en la zona los cables de los que cuelga alguna vagoneta con la que transportaban el material extraído o los edificios que albergaron los hornos donde era tratado el mineral. En estas explotaciones mineras, en las que entre otros materiales se extrajo cobre, diferentes estudios han encontrado restos que acreditan su explotación en la época romana. Pero no fueron los romanos los primeros en sacar partido de este preciado mineral en Arritzaga. En el marco del programa de investigación de la minería antigua que desarrollaron hace unos años, en colaboración la Fundación Arkeolan y la Diputación Foral, fue localizado un pequeño lingote de cobre que atestigua que hace 3.500 años las minas de Amezketa eran explotadas.
Los primeros y más evidentes rastros de actividad minera que se hallaron en las monteras de la zona fueron en las zonas superficiales de oxidación del mineral primario, las primeras que explotaron los buscadores y extractores hace tres milenios. Teniendo en cuenta que hasta el momento el único útil que se ha encontrado es una herramienta hecha con una cornamenta de ciervo, que puede ser del inicio de la edad de los metales, queda más que demostrada la habilidad y la fuerza de nuestros antepasados.
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Desde San Miguel a Amezketa
Siguiendo los senderos que esos antiguos pobladores de la sierra de Aralar, emprendemos este tramo del recorrido de las XIV Horas desde el santuario de San Miguel. Tras hidratarse en el punto de avituallamiento que los organizadores de la marcha regulada instalarán en la zona, los participantes se dirigirán hacia Guardetxe.
Cruzando el área de aparcamiento y pasar junto a la puerta metálica se dirigirán hacia Igaratza. Mientras se avanza hacia este punto, a la izquierda se puede ver el dolmen de Otsotesare y subiendo, llegamos a Kolosabarneko-Arratea (1.150 m.), en la falda del monte Eulatz.A un buen ritmo, ya que el terreno y la escasa pendiente lo permite, tras dejar atrás el bosque se inicia la subida de Pagomari. En su parte alta se entra de nuevo en el hayedo (1.210 m.) hasta Mandarrate desde donde se accede a los rasos de Aralar. A la izquierda, Ormazarreta. EI recorrido que hemos hecho por Nafarroa se acaba en el monte Errenaga. Aquí pasamos por el punto más alto de todo el recorrido. En este lugar dejamos el Realengo de Nafarroa y entramos en los montes de Enirio-Aralar. Cerca, hacia el Norte, bajando un poco, el refugio de Igaratza de Amigos de Aralar, construido el año 1928.En los alrededores, el refugio público y la ermita y formando parte de la inmensidad de la que se disfruta desde allí: Pardarri, Uarrain, Ganbo y sus alrededores. Detrás, a lo lejos, Beriain y San Donato, Urbasa y a la derecha Desamendi.
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Al poco tiempo de dejar el refugio, nos encontramos en una llanada, Perileku, dejando dos dólmenes a la izquierda. Pasamos junto al indicador y su mesa de orientación, y justo al terminar el llano comenzamos el descenso por Igaratzako Arratea, pasando junto a Amabirjinarri.
Continuaremos durante un largo tramo por la derecha, para llegar a Amezketa de nuevo por la izquierda. Es una garganta cada vez más profunda. A la izquierda los montes Pardarri, Ganbo, Maizolatz, Salingain, Uzkuiti, Larraone y, en sus faldas, las majadas de Pardeluts, Zotaleta, Etitze, Arinate. A la derecha se encuentran AIdaon, Beoin, Uakorri, Arrubi, Zabalegi y las majadas de Latosa, Astarte y Buruntzuzine.
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Salimos de la Unión Enirio-Aralar para entrar en el término de Amezketa. Se acaba la hierba y comienza un camino pedregoso hasta Amezketa. Anduitzko borda. Enfrente observamos Anduitz-eko aitzorrotza, lugar habitual de aprendizaje de muchos escaladores. Debajo dejaremos el río después de cruzarlo hacia la izquierda, en Beatza.
Desde aquí por un camino carretil, y pasando por algunos caseríos nos acercamos a Amezketa. En Ergoiena, ya se puede ver la iglesia de Amezketa y desde allí se llega a Aierbe-enea, donde se instalará un nuevo punto de avituallamiento y atención sanitaria.
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