Belkoain, discreta morada ancestral

Una densa e impoluta nube cubre Andoain y la imagen desde Belkoain es bucólica con el poderoso Larrunarri al fondo. El sonido de los vehículos por la N-1 nos hacen despertar de nuestro sueño, pero junto al dolmen de esta cima uno llega a la conclusión de que quienes habitaron estas tierras reconocían la belleza del lugar y eran muy afortunados al poder disfrutar de un espacio tan mágico para su descanso eterno. Belkoain es una cima de 491 metros de altitud, muy discreta en cuanto a dificultad pero destacable por su peso histórico. Además del dolmen que lleva su nombre, en la zona se encuentran los restos de una trinchera que construyeron los lugareños en la contienda de 1936. Paneles explicativos hacen referencia a ese capítulo de la historia guipuzcoana anotando diferentes datos del mismo.

Esta cumbre pertenece al macizo de Andatza, que domina la margen izquierda del curso del río Oria a su paso por Andoain. Belkoain es una cima peculiar, ya que posee una cima occidental y otra oriental separadas por un pequeño descenso (472 m.) en el que se encuentran su dolmen. La gran cruz de Belkoain se encuentra en la cumbre occidental (488 m.), mientras que la oriental es algo más elevada (491 m.).

El macizo de Andatza se inicia en el puerto o alto de Andatzarrate (430 m.), punto más meridional del mismo, en el que entraría en contacto con Hernio, y se prolongaría hacia el norte en dirección a Usurbil (34 m.). Su cordal principal tendría las cumbres de Hirumuño (503 m.), Aitzondo (445 m.), Zarateko haitza o Zarateaitz (486 m.), Eskaltzu (508 m.) y Andatza (562 m.), punto culminante del mismo, como principales alturas. De la amplia cima de Eskaltzu un cordal se desprende en dirección este hacia Andoain (48 m.), rematando la doble cumbre del Belkoain (491 m.).

Cabe destacar que en Belkoain, el monte con dos cumbres, se encuentran los restos del punto de resistencia Saseta durante agosto y septiembre de 1936, ya que fue en esta zona de Aduna, Asteasu y Zizurkil donde los milicianos vascos se enfrentaron a las tropas franquistas tras la caída de Tolosa el 11 de agosto de 1936. «Aunque la memoria histórica del lugar se ha borrado, hubo un gran enfrentamiento que causó alrededor de cien víctimas documentadas hasta ahora», recoge Aranzadi en referencia al lugar en el que realizan campos de trabajo (Gerra Zibila 1936-1937). «Mientras los muertos del bando franquista fueron recuperados y enterrados, los combatientes del sistema de defensa Saseta no tuvieron esa suerte». El investigador Karlos Almorza, basándose en nuevos documentos, apunta a que «las trincheras de centenares de metros fueron construidas por Saseta y miembros del PNV en Asteasu y Zizurkil, y que el asteasutarra y capitán del Eusko Gudarostea Domingo Usandizaga fue el encargado de esta labor. Los testigos que vivieron aquella época corroboran esta información, aunque la autoría de alguna de las trincheras de la zona de Aduna no está clara», destaca la sociedad de Ciencias.

Los rincones que rodean al ascenso desde Aduna a Belkoain resultan muy interesantes debido a todos los pasajes históricos que lo rodean, sobre todo para realizarlo con los más pequeños. El recorrido comienza en la plaza de Aduna (135 m.). Desde la plaza siguiendo las marcas blancas y amarillas por la carretera asfaltada llegaremos a la sidrería Zabala. Continuamos el ascenso hasta llegar a una curva a la derecha que os conducirá a una pista de cemento por la que poco a poco comenzaremos el ascenso a Belkoain. Junto a un depósito de agua deberemos seguir adelante por la pista, descartando el camino de la derecha. El camino no exige gran esfuerzo y pronto llegamos a una trifurcación para continuar por la pista del medio que discurre entre árboles. El ascenso es tranquilo perfectamente señalizado por marcas de pintura y postes indicativos. Siguiendo la pista forestal llegaremos a 'Besapotako atsedenlekua' donde se encuentra un área recreativa donde seguiremos el camino ascendente de la derecha (PR-117). Cuando termina el sendero saldremos a una pista que llega en unos metros a un cruce señalizado, donde seguiremos de frente. Poco a poco avanzamos hasta llegar otro camino a la derecha. Entre hayas, pinos y otros árboles ascendemos hasta el final de nuestro trayecto. En la cima del monte Belkoain nos encontraremos una gran cruz de hormigón con una ikurriña de metal. Siguiendo el camino alcanzamos su otra cima. El regreso lo podemos realizar dirigiéndonos hacia Gárate y a continuación por la pista llegar a Elordi. De allí regresamos hacia Aduna.

La historia que rodea a Belkoain no se remonta únicamente a la mitad del siglo XX. Durante nuestro paseo por Belkoain podemos realizar un largo viaje ya que el cordal de Andatza cuenta con varios monumentos megalíticos. De hecho, avanzando algunos metros más en el camino que nos conduce hasta Andoain nos encontramos el dolmen de Belkoain. Se trata del más antiguo de todos ellos. Se trata de una construcción funeraria de inhumación que parece datar del Neolítico-Bronce (IV-II milenio a.C.). Es un dolmen de túmulo de 11 metros de diámetro y una altura que oscila entre el 1.60 al Norte y un metro al sur. Tiene la cámara destruida. Cámara fabricada con piedras para acoger la inhumación, ya sea individual o acumulativa, y un túmulo de piedras y tierra que cubre el monumento. Se aprecia al oeste una losa puesta en pie, sin relación con lo que hubiera podido constituir la cámara. En el cráter hay una losa tendida y otras en desorden. En el mismo y camino a la cumbre del Belkoain se observan al menos tres piedras seles (piedras que constituían la base de la ordenación territorial antaño).

Pero no son los únicos restos megalíticos ya que la estación megalítica de Andatza se encuentra formada por 10 monumentos, dólmenes en su totalidad a excepción de una cista la de Andatza III. Los expertos apuntan a que sus alturas son escasas como corresponde a un emplazamiento ya más cercano al mar y el material sobre el que se asientan es de arenisca. A lo largo de las últimas décadas, alguno de los dólmenes de la zona han sido objeto de excavación, habiendo proporcionado material lítico de interés.

Además del dolmen de Bel-koain pertenecen a esta estación los dólmenes de Andatza I y II, Arkutxa, Beldarrain, Karramiolotz, Loatzu I y II, Olaiko y Venta de Zarate. También se encuentra la cista de Andatza III. Todos ellos están debidamente señalizados, pero estudios recientes de la Sociedad de Ciencias Aranzadi continúan descubriendo algún que otro monumento en la zona. De hecho, en verano de 2018 se llevó a cabo una prospección en el monte Andatza de Usurbil, en la que localizaron otro monumento megalítico de origen humano en la zona denominada Txangosta.