La Zegama está que se sale
A pesar del desagradable mal tiempo, la Zegama-Aizkorri, uno de los maratones de montaña más importantes del mundo, en la Goierri más profunda, vuelve a triunfar
Se suele decir que tras la tempestad viene la calma. Cierto es, y tras dejar unos días que amaine esa tempestad, en el más amplio ... sentido de la palabra, que fue la prueba Zegama-Aizkorri toca hacer balance de lo que fue la 22ª edición. Porque como reza el titular, la Zegama está que se sale...
Fue un maratón contra el frío. Fue un maratón contra el viento. Fue un maratón contra la lluvia. Fue un maratón contra el barro. Fue un maratón contra el mal tiempo en general que hizo alterar en su justa y necesaria medida un poco el recorrido para evitar males mayores, tanto en el Kilómetro Vertical del viernes 12 como en el maratón del domingo 14 de mayo.
Si a todos estos ingredientes, fenómenos de la naturaleza, le añadimos el público, ese jugador número 12 que nunca falla; el voluntariado, ese pilar básico totalmente entregado a la causa; esa gran organización, de lujo, que lo ha sido siempre; esa magnífica participación popular y ese impresionante elenco de los mejores corredores y corredoras del mundo, que supieron ¿disfrutar?, si disfrutar… del público que, una vez más, llevaron en volandas a ese más de medio millar de corredores y corredoras, y disfrutar ¡cómo no!, del maravilloso paisaje de la sierra de Aizkorri, pues el resultado ni más ni menos es que la Zegama-Aizkorri que abría el circuito de las Golden Trail Series fue un maratón épico. Como épicas fueron también la novena edición del KV y la duodécima edición de la Junior Trail.
Fin de semana vivido en Zegama al más alto nivel deportivo y sumido también en el más alto nivel de mal tiempo. Pero ni una cosa ni otra iban a ser nuevas para nada ni para nadie. Y los corredores y las corredoras sin amedrentarse por las malas condiciones en las que iban a correr y afrontar las carreras, sin miedo y con deportividad absoluta se plantaron en el arco de salida en las tres pruebas. Allí estaban con sus chubasqueros, atentos al pistoletazo de salida con una mano puesta encima de la otra donde tienen sus cronómetros para pulsarlo al tiempo que daban la primera zancada.
Y allí, al punto de partida, tras un esfuerzo casi sobrehumano, fueron llegando uno a uno, con barro hasta las cejas, esos héroes por un día. Dura carrera la Zegama-Aizkorri, donde una vez más los corredores han podido ver que nadie regala nada y que por ello tienen que poner todo su empeño, habilidad y agilidad para sortear un recorrido exigente. Pero eso ya lo conocen y saben que tienen que preparar esta prueba a lo largo del año para hacerlo lo mejor posible y demostrarse asimismo, como un reto personal, que pueden con la Zegama-Aizkorri.
Un fin de semana que por sus duras condiciones no iba a ser el fin de Zegama. Todo lo contrario porque la gente ya está ojo avizor para cuando se vuelvan a abrir las inscripciones para apuntarse al sorteo de esas codiciadas plazas que, como si fuera una gran oferta de trabajo, se presentan más de diez mil candidatos para medio millar de plazas.
El próximo año será la edición número 23. En este maratón de montaña quiere estar todo el mundo. ¡Claro!, sin duda es una de las mejores carreras del mundo. Eso es afición. Eso es la Zegama-Aizkorri, que está que se sale y en la que todos quieren entrar. Y, como para San Fermín, ya falta menos.
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