Homenaje a los mendizales fallecidos en Belagua

Aquel 3 de marzo de 1984, además de este operativo, colaboraron miembros de la Guardia Civil, Cruz Roja y numerosos vecinos de la zona que se sumaron al rescate de los jóvenes mendizales que, como en otras muchas ocasiones, pernoctaron en la cabaña de La Salle en Isaba. Y tras madrugar, se dirigieron a realizar un salida por la montaña navarra.

La emoción de reencontrarse cuatro décadas después se mezclaba con el pesar y la pena por la falta de sus amigos y seres queridos. Tras encontrarse en la Venta de Juan Pito, el nutrido grupo de unas quince personas se dirigió hasta en el monolito colocado en Arrakogoiti. En la inscripción se puede leer: «Buscando la libertad, hallaron la eternidad».

Olasagasti, Tina y los familiares de Alberto Rica se mostraron muy emocionados junto al monolito, en el que rezaron una oración por sus amigos. Iñaki Olasagasti aprovechó la ocasión para agradecer a los asistentes al homenaje-recuerdo su labor aquel triste día, en el que perdieron a sus tres grandes amigos de estudios. Todos ellos se conocían desde chavales, y su gran afición era la montaña.

Los buenos recuerdos vividos con Yon, Imanol y Alberto animaron el duro momento en el que Tina destacó que «nos gustaba mucho salir al monte juntos. Disfrutábamos y nos lo pasábamos muy bien en el monte». Esa pasión les condujo a Belagua en La roncales con el propósito de hacer cima. Recuerdan que tras desestimar la vía del Lakora debido al mal tiempo, optaron por caminar desde la cabaña hacia Lakartxela. Sobre las 10.00 horas se produjo el fatal suceso a su paso por el collado de Arrakogoiti, a unos 6 kilómetros de Isaba, cuando se rompió una cornisa.

En el relato del trágico alud Tina no olvida que kilos y kilos de nieve, troncos y piedras cayeron por la ladera que los donostiarras iban atravesando de manera ascendente en una jornada invernal como otra cualquiera. No tuvieron apenas tiempo de reacción y quedaron en manos de la suerte. Juan Luis fue el que bajó lo antes que pudo a la venta de Juan Pito, donde se movilizaron para rescatarles. Los heridos fueron posteriormente trasladados al Hospital de Pamplona.

Javier Aranguren, militar de la Sección de Esquiadores del Batallón Montejurra, participó en el rescate y recordaba que «fue duro por muchos motivos. Las características dificultaron el rescate de los accidentados. Trasladamos a los heridos hasta la venta en unas camillas improvisadas que realizamos con nuestros esquís. Comenzamos en torno a las 14.00 horas y el rescate se prolongó hasta entrada la noche».

Para entonces –añade– «las ambulancias esperaban junto a la venta. El recuerdo del rescate de los fallecidos aún pesa, porque fue mi primer rescate y nunca es fácil para nadie ser testigo de un accidente así».

Este sábado, en Arrakagoiti, dejaron flores en recuerdo de sus amigos. Las palabras de cariño no dejaban de escucharse en el relato de las anécdotas vividas junto a ellos. Tina recordó a Enrique la vez en la que se quedó 'colgado' en Dos Hermanas (Irurtzun). «Recuerdo que Alberto movilizó a todo el que pudo para que fuéramos a ayudarte. ¿lo recuerdas?». A lo que Enrique Rica contestó: «Claro que me acuerdo. Yo arriesgaba más que Alberto, pero al final el destino quiso que él se fuera antes, aunque contase con gran experiencia en el monte y era muy cuidadoso. Fue un triste accidente que se llevó a los tres amigos».

Todos ellos coincidieron en ello, pero un soleado 8 de junio quisieron reunirse en el monolito que los recordaba y que, según Tina, «lo subimos en una mula desde Isaba. Lo recuerdo perfectamente. Meses después del accidente vinimos y colocamos el monolito con el piolet que lleva un montón de capas de metalizado. Creo que pesaba más que la propia piedra», bromeaba el donostiarra.