Guipuzcoanos en Alemania: «Este país quiere recuperar el liderazgo»
Alemania. Las elecciones de mañana fijarán el futuro de un país que quizá dude de sí mismo, pero al que vascos que viven en sus ciudades otorgan la capacidad y la determinación de volver a levantarse
Alemania, el producto más elaborado de la Europa social de mercado del siglo XX, se dispone a entrar de golpe en el XXI tras años ... abrigada en su bonanza. Mañana recibirá un shock. El país celebra unas elecciones federales en las que se espera la irrupción estruendosa (no puede ser de otra manera) de la ultraderecha en el Bundestag. Sesenta millones de ciudadanos están llamados a las urnas en un clima de tensión por las dificultades económicas y la inmigración, dos bazas que pueden llevar a Alternativa para Alemania (AfD) a superar el 20% de los votos.
Las elecciones afectarán a Euskadi, con relaciones muy sólidas con un país al que le une una afinidad cultural por su fe compartida en la industria. Alemania, junto a Francia, es su primer socio comercial destino de empresas y trabajadores vascos, que siguen con gran interés lo que pueda pasar en las elecciones. La azkoitiarra Maialen Agirre vive en Giessen, cerca de Fráncfort. Lleva doce años allí y es responsable de marketing de Danobat en Alemania, Austria y Suiza. «Se nota que las elecciones tienen importancia. Los alemanes son conservadores. Saben que hay mucho en juego, pero están tranquilos. Se han producido bastantes manifestaciones contra la ultraderecha, hay carteles y gente que nunca ha mostrado su posición política ha empezado a dar su opinión. Los últimos gobiernos de coalición han fracasado porque no se han entendido entre ellos y hay miedo de que eso se repita. Mucha gente se pregunta a quién votar».
«Los alemanes son conservadores y están a la espera de lo que pase en Estados Unidos y China antes de decidir cosas»
«Es un país seguro, funciona y se vive muy bien en todos los aspectos; hay buenos trabajos ymuy buenas condiciones»
Maialen Agirre
Marketing de Danobat
Casada con un alemán, describe a sus vecinos como personas reservadas: «La gente habla poco de esto, son conservadores en muchos aspectos de la vida. No les gusta mostrar sus preocupaciones, pero últimamente lo hacen más».
«En la industria, a la espera»
Como locomotora económica de Europa, la situación de Alemania preocupa fuera de sus fronteras. Y también dentro: «¿Crisis? Hay recesión, totalmente –responde Agirre–. En la industria están a la espera a ver qué pasa antes de decidir cosas. Afecta a los sectores energético y de la automoción, donde todo está en stand by a la espera de ver qué pasa con el coche eléctrico, con el diésel... Hay inestabilidad. Los alemanes son tradicionales y están a la espera de lo que pase en Estados Unidos y China. Cada vez se vive más de los servicios, pero la industria sigue teniendo gran importancia. Es la columna vertebral y esta situación de stand-by afecta a todo».
«Están preocupados, con la sensación de que se han quedado atrás y que China les ha comido la tostada, sobre todo en automoción»
«No saben si achacarla crisis a la gestión delos socialdemócratas o a la herencia de Merkel; es algo que divide»
Xabi Pérez
Terapias génicas hospital Hannover
El hernaniarra Xabi Pérez, doctorando en terapias génicas en el hospital de Hannover, llegó a Alemania por primera vez en 2017 y ha vivido los cambios. «Hace cuatro años viví la marcha de Merkel, la derrota de la CDU y la llegada de los socialdemócratas, y ahora se esperan unas elecciones decisivas por el rumbo que puede tomar Alemania. Llegué por primera vez en 2017, a Fráncfort, y el país se ha estancado desde entonces. Estaban contentos, eran líderes y se contentaron, no siguieron mirando al futuro mientras los demás si avanzaban».
Coincide en que la industria alemana está en una encrucijada. «Están preocupados. Existe la sensación de que se han quedado atrás, de que China les ha comido la tostada sobre todo en automoción. En mi campo, las terapias génicas farmacéuticas, mi supervisora dice que han perdido el liderazgo. Alemania era la farmacia de Europa y lo quiere recuperar. Quieren volver a liderar la farmacia de terapias avanzadas».
Sobre las causas, Pérez relata que ha «preguntado a la gente del laboratorio y no saben si achacarlo a la gestión de los socialdemócratas o a la herencia de Merkel. Es algo que divide. Merkel paró las centrales nucleares para apostar por las renovables y con todo lo de Rusia, el suministro de gas, hay bastantes problemas y se nota en empresas y familias. Se han buscado culpables y, con un índice de inmigración alto, la asociación de ideas es fácil».
Alfrico Valmaseda llegó a Alemania desde Euskadi hace 23 años. Ingeniero en Volkswagen, vive en Braunschweig , cerca de Wolfsburgo, sede central de la firma automovilística. «Cuando se rompió el Gobierno de coalición fue un shock para ellos porque en Alemania les gusta tener todo controlado. Llevan muy mal lo de la ingobernabilidad y se vieron a sí mismos como Italia. A nivel económico se están preocupando. Volkswagen ha sido líder mundial de la ingeniería mecánica, pero todo se está desplazando hacia el software y no se les está dando bien a los alemanes. Son muy perfeccionistas, seguros, y hace falta ser más valientes, asumir que se pueden cometer errores, ser más rápido y no comprobar todo 20.000 veces, que es lo que hacen. Están preocupados porque se ven incapaces de seguir el ritmo. Pero por supuesto que le pueden dar la vuelta a la situación, porque ellos mismos se dan cuenta».
«Ha sido líder mundial de la ingeniería mecánica, pero todo se desplaza hacia el software y no se les está dando bien»
«Es una sociedad muy analítica, se han detectado los problemas y encontrarán un punto de encuentro y soluciones»
Alfrico Valmaseda
Ingeniero de Volkswagen
Explica que «Volkswagen da empleo directo a más de 200.000 personas. Es un termómetro de lo que pasa en el país, pero no el 100%. Es una empresa un poco peculiar, es como una telenovela en Alemania. Se sabe todo lo que pasa. En BMW tendrán los mismos problemas, pero no sale nada».
«La inmigracion polariza»
Junto a la economía, el tema candente de las elecciones es la inmigración, con ese 20% de votos para la AfD que puede dar a la extrema derecha poder para desestabilizar Alemania, algo que las paredes del Bundestag recordarán. Maialen Agirre considera que «a la gente de fuera le tratan bien, aunque no es lo mismo venir de Europa, que no necesitas papeleos para nada, que de otros países. Se habla mucho de la inmigración. En mi entorno me ha tocado gente muy tolerante y no he notado ninguna clase de odio, pero seguro que si se pregunta en los pueblos pequeños no responderán lo mismo que yo. En estos sitios es donde la ultraderecha coge fuerza, y se ve en las encuestas».
Xabi Pérez apunta que «Merkel abrió la puerta a los refugiados y eso ha polarizado bastante, sobre todo tras los últimos ataques con inmigrantes como autores. Alemania es muy diversa, entre las ciudades y el mundo rural; entre el este, el resto y Baviera, que va a aparte. El este es más pobre y acogieron a muchos refugiados. Las zonas con más llegada de inmigrantes como Turingia y Sajonia es donde está sacando votos la ultraderecha. Si sales de las ciudades los alemanes son más conservadores y se tiende a culpar a la inmigración, se focaliza».
Valmaseda confirma que «se espera un auge de la extrema derecha. Donde la ultraderecha puede alcanzar el 20% de los votos es en el este. De todas formas, el que habla de política no dice que vaya a votar a la AfD».
«Muchas fortalezas»
Aunque el relato toma en ocasiones tintes apocalípticos, Alemania sigue siendo Alemania y eso son palabras mayores. El ingeniero de Volkswagen, con más de veinte años sobre el terreno no duda de las capacidades del país: «Hay que señalar las fortalezas de Alemania. La sociedad siempre ha remado en la misma dirección y tiene gran capacidad para llegar a acuerdos, lo que son señales muy positivas. Es una sociedad muy analítica. Se han detectado los problemas y encontrarán un punto de encuentro. Estas fortalezas que tiene el país dan esperanza de que se puedan encontrar soluciones».
Maialen Agirre confirma que en Alemania «se vive bien, aunque la inflación ha afectado mucho, como en toda Europa. Es un país seguro, el transporte funciona muy bien y cuenta con buenas infraestructuras. El día a día está muy bien. ¿Cosas malas? Muy pocas. Personalmente, como vasca, la vida social es tan diferente que me cuesta, pero por lo demás es un país donde se vive muy bien en todos los aspectos. Hay buenos trabajos y muy buenas condiciones, con lo que la gente tiene mucha capacidad de compra».
Alemania ha sido la encarnación de la fiabilidad. Mañana vota y puede pasar cualquier cosa. Eso, en Alemania, es lo nunca visto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión