San Sebastián Moda Festival

Sigue la sexta edición de los Premios de la Moda

Los Premios de la Moda alcanzan su sexta edición con una terna de ganadoras de primer nivel que demuestra que la moda vasca atesora proyectos que, con una identidad propia, son ejemplo de buenas prácticas y fiel reflejo de la pasión y de la dedicación que sienten sus impulsoras por el sector.

Promovidos por el Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco, estos reconocimientos se dirigen, en diferentes categorías, a empresas vascas con una forma de hacer referencial que bien merece una distinción. Si bien los premios se entregan durante la jornada de desfiles que se celebra el sábado en el Museo San Telmo donostiarra, las tres ganadoras se citarán la víspera, el viernes, en DV Gunea para departir en un 'face to face' que ahondará en la historia y el cómo han llevado sus proyectos a ser destacados como casos de éxito en el ámbito de la moda y el comercio de Euskadi.

Entre los tres negocios reconocidos, el Premio a la Concept Store más destacada será para Sketch Concept, tienda donostiarra que, en poco más de cinco años, ha logrado erigirse en un auténtico icono de estilo para su fiel clientela. A través de su colección propia, apuesta por una moda que perdura en el tiempo sin renunciar a las tendencias, una filosofía que ha logrado crear looks con ADN propio y hacer de Sketch una de las concept stores más exitosas del País Vasco.

El Premio Sostenibilidad, por su parte, recaerá en esta ocasión sobre Bedford Street, proyecto con el que María Romero ha elevado el nivel de la reutilización, rompiendo los clichés de la segunda mano en una tienda que alberga una cuidada selección de piezas vintage y ya usadas de marcas prémium y de lujo.

Por último, aunque no por ello menos importante, el Premio a la Artesanía y Trabajo de Autor mirará hacia la capital vizcaína, donde se ubica el showroom en el que la diseñadora Alicia Rueda desarrolla su cuidado y artesano trabajo, atrayendo a clientes llegados de todo el mundo. Es una de las firmas vascas con mayor impacto en eventos y alfombras rojas, además de una gran e inmejorable embajadora de la moda nupcial y de alta costura 'made in Euskadi'.

Crecida entre retales e hilos, Alicia Rueda (Markina, 1969) empezó a coser siendo niña, una cultura y conocimiento que heredó de su abuela y bisabuela, y que ha marcado su trayectoria vital. Y también profesional, porque con tan solo 25 años se lanzó a emprender su primer proyecto, enfocado al prêt-à-porter. «Cuando llegó la 'fast fashion', que no dejó lugar a la calidad, tuvimos que reinventarnos», recuerda la diseñadora, admitiendo que su llegada a la moda nupcial fue «casualidad» e inesperado: «Sin darme cuenta mi mundo se tiñó de blanco, dejando atrás una etapa maravillosa y convirtiéndola en aún más, porque la ilusión que se vive creando para un día tan especial llena el alma».

Tras tres décadas de recorrido profesional, la diseñadora vizcaína vive el oficio «igual de ilusionada que el primer día, con los mismos nervios y respeto a esta gran profesión» en la que se ha erigido como una de las grandes figuras de la moda vasca y una inmejorable embajadora del 'made in Euskadi'.

Porque hasta su estudio de Bilbao llegan clientas de todas las partes del mundo atraídas por el arte de Alicia para crear y confeccionar tanto vestidos de novia como de alta costura. Su característico estilo ecléctico ejerce como atractivo, pero su filosofía y modo de trabajo enganchan. «Me adapto a todo tipo y estilo de mujer, proyectando siempre que cada una es única sin importar nada más», confiesa, dejando ver que disfruta de cada proceso al máximo: «El camino es lo bonito. Hacer un vestido a medida, con lo que ello significa, se convierte en un viaje de descubrimiento de muchas cosas que, a veces, ni sueñan conseguir». Su afán por «buscar la belleza interior de cada persona que deposita su confianza» en su trabajo ha llevado a Alicia Rueda a trabajar con reconocidas mujeres de talla internacional y a convertirse en una de las firmas imprescindibles en eventos de primer nivel: «La exposición no me pone nerviosa, es parte del trabajo. Sé que mi trabajo no tiene que gustar a todo el mundo, solo a quien lo lleve, y me consta que, además de sentirse muy especiales, aprecian la buena costura, los tejidos y la confección, sintiéndose seguras en esos grandes momentos».

Bedford Street nació para revolucionar la segunda mano, apostando por «transmitir un concepto diferente al que estamos acostumbrados», es decir, para enfocarse en «una selección muy cuidada de prendas de calidad, en muy buena condición, y de marcas reconocidas prémium y de lujo a precios más asequibles».

Así lo explica la donostiarra María Romero, la emprendedora de este proyecto que será reconocido con un Premio Sostenibilidad que considera «un reconocimiento a todo el esfuerzo y el trabajo que supone crear una marca sostenible dentro de un sector en el que la moda rápida sigue creciendo a pasos agigantados».

Su compromiso con la moda sostenible y circular es firme y, aunque cree que el comportamiento de los consumidores ha cambiado, considera que «todavía queda mucho camino por recorrer» en un ámbito en el que la acción ha de imponerse a la concienciación: «Es cierto que los consumidores son, cada vez, más conscientes del problema, pero el fomento del consumo excesivo por parte de grandes marcas sigue al alza».

Bedford Steet es claro ejemplo de esta creciente tendencia. Porque si bien nació como proyecto online, pronto dio el salto al 'in situ' con una tienda en el Centro donostiarra. Un comercio que le permite estar 'cerca' de su público vasco, a pesar de que la venta online tiene alcance internacional con clientela de todo el mundo. «La segunda mano está mucho más asentada en otros países, pero a nivel nacional cada vez se está normalizando más, lo cual es un punto muy positivo», celebra Romero.

Además de contar con un selecto y dinámico catálogo de medio centenar de marcas y diseñadores de producción sostenible y de alta calidad, Bedford Street también tiene su propia línea de 'slow basics'. Son prendas básicas «hechas con materiales orgánicos y reciclados» con las que ayudar a «crear un fondo de armario lo más sostenible posible, con un residuo e impacto ambiental mínimo».

Mayi Lekuona y María Aperribay son la nueva generación de una familia emblemática en el comercio textil vasco: Arbelaitz. Habiendo heredado la pasión por la moda de «los mejores maestros, nuestros padres» y decididas a seguir los pasos de la familia, hace una década decidieron, junto con sus hermanas y Raquel Rossell, emprender su propio proyecto -Sketch-, convertido en la actualidad en un auténtico icono de estilo para miles de mujeres.

Aunque nació como un comercio multimarca enfocado a «marcas emergentes» y prestando «especial atención al precio-calidad», ante las «dificultades» para encontrar género y con el deseo de «ofrecer prendas personales, diferentes y con ADN de San Sebastián», Sketch ha pasado a ser una marca con colección propia que representa el 80 % de su oferta: «No nos imaginábamos el giro de pasar de ser multimarca a ser marca; ha sido un desafío y una aventura muy emocionante».

Con un estilo fácilmente identificable y con looks que hablan por sí solos, Sketch ha logrado hacerse un hueco en la moda vasca gracias a un concepto de tienda más divertido, liviano y fácil con un gran futuro por delante. Sus artífices se muestran «superemocionadas» por recibir este premio que «nos impulsa a seguir aprendiendo para mejorar y crecer».

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