Renueva tu casa sin «morir» en el intento
Cambiar la decoración de tu piso no tiene por qué convertirse en un 'sprint'. Es mejor hacerlo despacio, analizando las necesidades
¿Se puede renovar una casa sin gastar un dineral? Los interioristas son capaces de hacer auténticos milagros con presupuestos más o menos ajustados. No ... todos son grandes reformas y lo saben. Los tiempos no están para grandes derroches y el éxito reside en priorizar. Es constatable que los pequeños cambios a través de ideas sencillas obtienen grandes resultados sin tener que sufrir interminables y, en algunos casos, desagradables obras.
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No hay nada más fácil que pintar las paredes con personalidad y a dos colores. Elige tonalidades complementarias o que combinen entre sí. Puedes remarcar ambos universos con una moldura para que la parte inferior parezca un arrimadero. Le aportará calidez al resultado final siendo súper sencillo colocarla.
Si te has cansado de la imagen de alguno de tus muebles por su longevidad, una mano de pintura a tiempo revolucionará por completo su imagen. Una antigua pieza del salón en madera es capaz de parecer otra si la pintas en un color llamativo a contraste con la neutralidad del espacio. Por no hablar de las piezas 'low cost' de empresas como Ikea que, tras cambiarles la tonalidad, revolucionan su estética por completo. Lo importante es elegir el color y seguir tutoriales para principiantes en la materia.
Los pequeños cambios a través de ideas sencillas proporcionarán grandes resultados
Si tienes prendas que no están para vender en plataformas de segunda mano ni para regalar, puedes emplear su tela para construir cojines rompedores.
Las luces led son lo último en iluminación económica. De bajo consumo, fáciles de ubicar y súper prácticas. Si deseas dotar de calidez a tu casa, apuesta por colocar unas tiras en los muebles del salón, en las baldas, en la escalera o en el propio suelo.
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Por su parte, el papel pintado sigue siendo una de las corrientes más en boga para decorar la casa. Y es un recurso de lo más barato para cambiar la imagen de cualquier espacio. Crea una pared singular. Si lo usas en el dormitorio, puedes ponerlo en la pared del cabecero. En el salón, en cambio, en una área limitada de la pared para no cansar. Pero también podrás ubicarlo a modo de arrimadero o en la parte superior de la pared.
Y por último, dale una segunda vida a los elementos antiguos de la vivienda. ¿Un par de ejemplos? Unos marcos en desuso y unos viejos sombreros de paja pueden resultar súper decorativos.
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