Piezas de cerámica inspiradas en el mar
La cerámica está de moda y Ura se ha convertido en una firma de decoración referente en esta disciplina
Hoy en día resulta difícil sorprender a terceros. Acertar con un detalle se ha convertido en misión imposible. Y es que en la sociedad actual, ... en líneas generales, tenemos de todo y nada parece suficiente ni eficiente.
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Por ello, y con vistas a este verano, hemos decidido buscar una solución a todos nuestros contratiempos a través de la artesanía. Poner el foco sobre piezas únicas, realizadas a mano, irrepetibles y con el alma de sus creadores se ha convertido en una delicia. Artesanos capaces de dibujar con sus manos un contexto, un panorama vibrante e interesantísimo, demostrando que no todo está dicho en una disciplina milenaria que vive actualmente un momento dulce.
Una manera efectiva de lograr una continuidad estética en un hogar. Productos valorados no sólo por su aporte estético sino por sus características técnicas. Y en este sentido, qué importante es que estas piezas sean de calidad para ofrecer resistencia y durabilidad.
Made in Euskadi
Habitamos una zona capaz de inspirar a todo aquel que la visita. Y ese es el caso de Laura Checa que, tras realizar el máster de cerámica en Bilbao, fundó Ura, una firma enfocada a la creación y al desarrollo de piezas de cerámica. «Cuando terminé Bellas Artes en Granada, supe que quería especializarme en esta disciplina.Por ello, no lo dudé y me mudé al norte», desvela Checa.
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'Ura' fue la primera pieza que realizó, bautizándola con este nombre en honor a nuestras costas. «Buscaba una denominación distinta, con personalidad, indiscutiblemente bella y que representara mi ADN, mi obra».
La horizontalidad de las orillas, las grandes piedras con texturas y las ondas creadas por las olas fueron su motor principal a la hora de crear piezas únicas, diferentes y de formas irregulares. «Los paisajes norteños me impresionan. Su majestuosidad y grandilocuencia son indiscutibles. Por ello, aposté por desarrollar mis piezas con pequeños guiños a todo ese universo», aclara.
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Botellas, tazas, platos, jarras, jarrones… Objetos que nos acompañan en la vida cotidiana forman parte de su marca. La gran mayoría son blancos, aunque no renuncia a introducir pequeños toques en azul. «Una de las botellas, de hecho, tiene una franja en ese color. La pinté expresamente y en una forma alargada simulando una ventana con vistas al mar», detalla la artista.
«Buscaba un nombre distinto, con personalidad, indiscutiblemente bello y que representara mi ADN, mi obra»
Dentro de las posibilidades que otorga la creación de objetos de forma manual y artesanal, Laura Checa siempre apuesta por desarrollar piezas novedosas con nuevos materiales. «Ahora estoy centrada en el mundo de la iluminación y estoy jugando con nuevos materiales y formas», añade.
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Los 'best sellers' e imprescindibles de la firma? Una lámpara de suelo con un asa para poder transportarla por toda la casa, con una iluminación saliente de una pequeña esfera que simula el sol. «Si la ves desde arriba, parece que está levitando, ya que no se ve el pie con claridad».
Y tampoco podemos dejar escapar la oportunidad de hablar de sus tiestos. De formas irregulares, convertidos en elementos que complementan a la planta, y huyendo de los diseños histriónicos y con peso.
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Todos estos elementos no sólo contribuyen a conseguir una decoración más armoniosa, sino que sirven para tapar desajustes en los diferentes enclaves de la casa.
Moldear, pulir, esmaltar, alisar, secar... Cada pieza lleva su tiempo, y en todo el proceso las manos son la herramienta principal.
Seguir la tradición no significa limitarse a reproducir una misma manera de trabajar, pero la fusión entre la tradición y la vanguardia debe imperar con una línea creativa clara que diferencie el estilo y el sentir de cada artesano. Un trabajo pausado y meticuloso al alcance de unos pocos.
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