Las bodas otoñales están de moda
Vanessa Lasaga: «En los próximos meses, las celebraciones seguirán siendo diurnas, reducidas y preferiblemente en ubicaciones exteriores»
La boda perfecta es aquella con la que sueña cada pareja «y siempre es maravillosa si conseguimos llevarla a cabo disfrutándola de principio a fin. Es muy importante la elección de un profesional que sea capaz de ejecutar el concepto. La correcta selección de los proveedores es básico», destaca Vanessa Lasaga, directora de Wed In San Sebastián.
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Las corrientes 'wedding' han evolucionado. El contexto actual ha desembocado en un cambio de paradigma respecto a la realidad previa a la pandemia. «Destacaría como tendencia general la creciente preocupación por la sostenibilidad. La vertiente 'green' ha llegado para quedarse en todos y cada uno de los enlaces. Esto abarca desde la elección del vestido de novia, cuidando el origen de los tejidos y la confección de los mismos, hasta la selección del catering, apostando por el uso de elementos desechables, biodegradables y materias primas kilómetro 0. Y aunque parezcan cuestiones alejadas de la realidad, en el último año, conceptos que hasta ahora parecían efímeros impulsados por modas estacionales, se han convertido en realidades más que tangibles» subraya Lasaga. La responsable de WISS tampoco obvia el incremento de las 'destination elopements', parejas extranjeras que deciden comprometerse en San Sebastián. Lo que la pandemia «liquidó» ha vuelto con más fuerza que hace 18 meses.
En lo relativo a la decoración, durante este otoño-invierno, las paletas en tonos tierra toman ventaja sobre los blancos y los colores pastel, con el marrón chocolate en su máximo esplendor. «La iluminación, las flores y la decoración de las mesas seguirán siendo grandes protagonistas, siempre acorde a la ubicación elegida para la celebración en cuestión. La creación de atmósferas personalizadas es más importante que nunca», subraya Vanessa.
Los vestidos de novia también han sufrido una profunda renovación, con el «dos piezas» y los diseños desmontables como máximos exponentes, «mientras que los novios están optando por el lino y los colores tierra, a excepción de los donostiarras, que siguen con el azul como tonalidad fetiche», reconoce. «Muchas parejas que se casaron durante el confinamiento de forma privada desean que ahora les ayudemos a organizar fiestas donde bailar, comer, beber y disfrutar. Percibo muchas ganas de pasarlo bien con un optimismo maravilloso respecto al 2022», apunta ilusionada. «Ya no existen parejas tipo. Creo que nunca me he reunido con clientes tan diversos como en las últimas semanas. Parejas ya casadas que quieren celebrar por todo lo alto su boda, otras que quieren mantener su enlace en la intimidad pero celebrarlo, muchas con hijos… es precioso trabajar con esta variedad. Es realmente enriquecedor».
Del 2019 al 2021
El concepto «boda» ha cambiado completamente. «Las celebraciones siguen siendo más íntimas y preferiblemente en exteriores. Nada que ver al 2019, en el que la tendencia nos llevaba a apostar por un cóctel largo de pie sin ninguna distancia de seguridad», recalca.
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El barómetro del Spain Convention Bureau acaba de marcar el 2022 como año de recuperación para sector MICE. Esto es extensible a las bodas y por ello «tenemos todas las expectativas puestas en él», reconoce. «Ha sido un año y medio duro, pero estamos preparados para recuperar el tiempo perdido», concluye.
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