Las bodas de la pandemia se suman a la multipantalla
Tecnología. Retransmisiones on line y encuentros virtuales son las novedades que los novios incluyen en celebraciones al no poder contar con todos sus invitados
Eider y Roberto se juraron amor eterno el pasado 6 de febrero. Era su segunda fecha de boda, su primera opción era la del 10 de octubre del año pasado. Para su primera convocatoria habían citado a 200 invitados en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano en Hondarribia. Para la segunda, la definitiva fecha de su boda, contaban en el templo con 25 invitados presenciales y 200 en Internet. «No queríamos volver a retrasar la boda, nos queríamos casar, decidimos que lo importante era celebrar nuestro amor, y la fiesta... ya llegará», comenta Eider Rodríguez, la novia.
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Si el año pasado fue de preparativos hasta que el Covid les dejó claro que no se iban a poder casar «de la manera más idílica y tradicional que te puedas imaginar», dice Eider, este 2021 no se lo ha puesto tampoco nada fácil aunque la pareja le ha ganado en empecinamiento al Covid. Querían compartir con familiares y amigos el día de su unión y echaron mano de la tecnología como aliada. La pareja vive en Valladolid después de la primera etapa de la pandemia, pero su deseo casarse en Hondarribia. Aquí solo podían invitar a la familia directa que hasta el segundo grado de consanguinidad podían venir de nuestra ciudad de residencia «con un justificante así que asistieron los padres de Roberto y su hermano, nadie más. Se quedaban abuelos, primos, tíos, amigos... todos sin poder asistir», relata. Por la parte de Hondarribia tampoco podían contar con mucha familia más, el confinamiento perimetral municipal impuesto par esos fechas dejaba algún que otro allegado fuera de las mugas hondarribiarras. A eso sumaban que en el aforo en la iglesia estaba limitado, en total 25 asistentes.
«Pensamos que para estar todos los mejor era tirar de Internet. Si se hacen reuniones de empresa, por qué no una boda, pero no queríamos que solo vieran nuestro enlace, buscábamos que pudiesen participar», cuenta. Así que se pusieron manos a la obra con una empresa especializada en retransmisiones on line. Desde el inicio de la pandemia se ha popularizado el uso de plataformas y aplicaciones para hacer videollamadas grupales. Para una boda la premisa es la misma pero con más organización.
La boda de Ricardo y de Eider la pudieron seguir por youtube en directo los familiares y amigos, más de 200 personas pegadas a su ordenador. Además un grupo de ellos participaron al final de la ceremonia a través de la plataforma zoom, un sistema que les permitía hablar con los novios en la misma iglesia. «Fue muy bonito. Fue una manera de tenerlos cerca de nosotros, estaban la mayoría en Valladolid y algunos en Hondarribia, porque todos no entraban en la iglesia y hubo quien en esa fecha estaba obligado a hacer cuarentena. Mereció la pena», recuerda con cariño. «Podremos contar a nuestros hijos que nuestra boda fue distinta y muy nuestra. Nos faltaron los abrazos y los besos, que los echamos en falta, pero no queríamos frenar la vida, hay que adaptarse y no dejar de vivir», explica.
La pareja tenía contratada un banquete para los 25 invitados en un restaurante con mucho espacio y con todas las medidas de seguridad, pero «justo esa semana, la del 6 de febrero, Hondarribia pasó a semáforo rojo, y la hostelería se cerró. Más cosas no nos podían pasar», relata. Así que sin banquete, sin viaje de novios, y sin fiesta, pero casados. «Lo celebraremos cuando podamos, no te queda duda», asegura Eider.
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Buena conexión
La parte más complicada para una boda on line es contar con una buena red de Internet, «las iglesias no suelen contar con una conexión fácil, y los muros de sus paredes ayudan poco», cuenta Ricardo Catalán, responsable de zehartu.com, una empresa que ya ha ofrecido este tipo de servicios. Ayuntamientos y salas de hoteles cuentan con una mejor prestación de estos servicios. Además hay que tener el visto bueno con el cura que oficie la ceremonia « si hacemos solo una retransmisión en directo no hay ningún problema, es un ojo más, pero si quieren que los invitados interactúen tenemos que acordar un guión para que no se convierta en un galimatías», advierte. Ahora las parejas se plantean hasta la realización de su boda, «como si fuera una boda de un famoso de las que hemos visto por la televisión pero para su familia. Podemos hasta poner una cámara inalámbrica en el coche de la novia y ver cómo vive ese momento, cosa que antes no nos lo planteamos», narra. «Este modelo consigue estar cerca aunque estés muy lejos y resulta que se convierte en alguno de los momentos más emocionantes de la ceremonia, permite contar con mucha más gente de invitado virtual», cuenta. Tras las bodas ahora esta empresa está presupuestando la retransmisión de comuniones.
Las restricciones horarias el mayor enemigo para el sector de bodas
Si el 2020 fue un año más que complicado con una caída del 92% de la facturación en los sectores relacionados con las bodas, en el presente año «las cosas están muy tensas», afirma Alex Muñoz, presidente de la primera asociación del sector nupcial del País Vasco (ASNPV). Para las celebraciones del primer semestre las parejas están «nerviosas», los cambios de normativa en aforos, semáforos de color en municipios y sus confinamientos perimetrales, mesas de 4 o de 6, todo son dudas. A partir de julio esperan que la situación epidemiológica mejore. Su mayor enemigo ahora mismo es el toque de queda. Si los invitados deben estar a las 22.00 horas en su casa «los novios están obligados a adelantar todo porque no da tiempo a celebrar con fundamento», afirma Muñoz. Si en algo han cambiado las bodas es «en los tiempos de preparación de la celebración, ahora las parejas se están acostumbrando a organizar las bodas de manera exprés, se amoldan a las prisas de la situación», asegura.
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