El secreto para dormir bien: cuida tu cama, cuida tu salud
Pequeños hábitos diarios que mantienen tu cama limpia, protegen tu salud, y mejoran tu descanso
Y. H.
Miércoles, 24 de septiembre 2025, 08:05
Hacer la cama es una de esas tareas imprescindibles cada mañana. No solo ayuda a evitar el desorden visual, sino que también contribuye a poner en orden las ideas y empezar el día con mayor firmeza y claridad. De ahí que no te cuestiones si realizarla cada día o no. Es un plus para el orden de tu habitación y para tu mente, ¡todo ventajas!
Publicidad
Pero, ¿sabes cada cuánto debes mudarla? A continuación te revelamos algunas creencias erróneas y las recomendaciones correctas para mantener tu cama limpia, fresca y saludable.
Al lavar tus sábanas frecuentemente, se reduce la presencia de ácaros que pueden llegar a multiplicarse rápidamente y provocar alergias o dificultades respiratorias. Este no es el único motivo por el que deberían mantenerse las sábanas limpias, ya que también juegan un papel importante, los restos del cabello y la suciedad acumulada, que puede ser causante de estornudos, ojos irritados, provocar irritaciones cutáneas, malos olores, entre otros. Todo esto puede afectar negativamente a tu calidad de sueño.
Debes saber que no existe una regla concreta sobre cada cuánto se deben cambiar, aunque se recomienda hacerlo cada semana o cada 10 días. Olvídate de hacerlo cada dos semanas o cada mes. De esta manera, evitarás problemas en la piel e incluso respiratorios (sobre todo para los asmáticos). Muda la cama con esta frecuencia y combínala ventilando tu habitación durante, al menos, 20 minutos para crear corriente de aire, y renovar completamente el ambiente.
No lo dejes pasar y ten en cuenta estos hábitos. No es solo cuestión de orden, también protege tu salud.
Sábanas ideales (para alérgenos y asmáticos)
Para personas con problemas respiratorios o alergias, lo ideal es elegir sábanas de materiales hipoalergénicos y transpirables. Las de lino son ideales para estos casos pues, son muy transpirables y resistentes a bacterias y ácaros, así como las de 100% algodón. Además de ser transpirables son suaves, cómodas, ayudan a regular la temperatura y evitan la acumulación de humedad.
Si consideras que ninguna de ellas se adapta a ti o no te funciona, puedes optar por sábanas con tratamientos antiácaros. ¿En qué consisten? Estas poseen un recubrimiento especial que reduce la proliferación de éstos y bacterias. Consejo de experta: para mayor protección hazte con fundas antiácaros para almohadas y colchones.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión