Te bronceas más en el agua, ¿mito o realidad?

Estamos en pleno verano y comenzamos con la misión: ¡Bronceado! La temporada en la que abundan los trucos infalibles para conseguir el mejor, de forma rápida, incluyendo alimentos que ayudan a intensificarlo. Todo, por obtener un tono dorado espectacular que hace que todos se pregunten dónde hemos ido de vacaciones.

No obstante, muchos de estos trucos son creencias populares arraigadas, que en la práctica resultan ser falsas. Te contamos algunos para que no caigas en ellos este verano.

Al igual que cuando estamos en el exterior, los rayos del sol inciden directamente en nuestro cuerpo cuando estamos en el agua. Dentro, se crea un efecto reflejo que hace que los rayos afecten en mayor proporción a la piel, por lo que la exposición solar se intensifica provocando mayor irritación y quemaduras. Por otro lado, las partes del cuerpo que se encuentran sumergidas reciben menos rayos solares de forma directa, ya que el agua actúa como un filtro.

Por tanto, no es que nos ayude a ponernos más morenos, sino que hay más probabilidades de quemarnos, pues el agua reduce la eficacia del protector solar (aunque sea resistente al agua). Asimismo, al estar sumergidos, tenemos una mayor sensación de frescor sin ser conscientes de que estamos expuestos a las consecuencias del sol y nos despreocupamos no reaplicándonos la protección necesaria. En conjunto, estas condiciones favorecen a una mayor exposición solar dentro del agua, a menudo más peligrosa que en el exterior.

Igualmente, existe la creencia de que, tras salir del agua y tumbarnos, las gotas de agua que se quedan en la piel, actúan como lupas intensificando así la radiación solar, facilitando las quemaduras. Sin embargo, las gotas no permanecen el tiempo suficiente para causar un efecto de aumento significativo de radiación solar.

¿Conclusión? Muchos de estos efectos están más relacionados con el descuido que con un aumento real de la radiación. En consecuencia, nunca está demás protegerse, tu piel te lo agradecerá a largo plazo.