Marta Olazabal | Investigadora del Centro Vasco de Cambio Climático
Ola de calor
«Lo que vivimos estos días va a empeorar en el futuro»Insiste en que «debemos cambiar ya nuestros hábitos de consumo de energía y agua» para afrontar el cambio climático
La investigadora Ikerbasque del BC3 y experta en adaptación urbana al cambio climático Marta Olazabal sostiene que las ciudades deberían haberse preparado «bastante antes» ... para hacer frente a episodios extremos de calor. «Teníamos que haber reculado hace tiempo, pero no lo hemos hecho», lamenta
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– Por utilizar un argumento de quienes niegan el cambio climático, le diré que todos los veranos hace calor.
– Todos los veranos hay un momento en el que hace mucho calor, el problema es que cada vez hay muchos más de esos momentos y cada vez ese calor es mucho mayor. Por lo menos en el norte, estamos viviendo situaciones muy extremas. Ahora tenemos una ola de calor insoportable, pero dentro de poco va a haber una caída de temperaturas con tormentas. Después de todos estos calores y sequías, estas lluvias extremas lo único que hacen es provocar riadas, desprendimientos y erosión.
– ¿Vamos a tener que cambiar de hábitos?
– No es algo que tengamos que hacer en el futuro, sino que deberíamos estar haciéndolo ya. Estamos adecuándonos a marchas forzadas a temperaturas extremas y a cambiar nuestra forma de hacer las cosas. Es una cuestión de supervivencia, tenemos que cambiar de hábitos en relación a nuestro consumo y nuestro uso de la energía o del agua.
– Esto ya se veía venir desde hace tiempo. ¿Deberíamos haber preparado antes a las ciudades?
– En los últimos años la situación ha mejorado en muchas ciudades, pero aún estamos teniendo episodios de contaminación atmosférica bastante serios. La verdad es que teníamos que haber reculado bastante antes, pero no lo hemos hecho. Hemos construido más en vez de regenerar la edificación existente y hemos hecho carreteras que muchas veces empeoran el tráfico porque cuando tú mejoras la calidad de los accesos, lo que haces es que entren más vehículos en el centro de las ciudades. No se han tomado decisiones buenas pero ahora ya hay muchos ejemplos de ciudades que están apostando por cambios más extremos y con buenos resultados. Lo que hace falta es que la ciudadanía apoye esas decisiones políticas y respalde a los que se atreven a proponer cambios.
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– ¿En el pulso que mantienen las administraciones locales entre cemento y árboles sigue ganando el cemento?
– Yo últimamente estoy sorprendida.
– ¿Por?
– Porque ha habido un aumento en la concienciación ciudadana sobre la importancia de los árboles. Cada vez se están viendo más quejas contra las talas en el País Vasco y también en España. Es increíble ver cómo hay intervenciones de tala de arboles de forma impúdica por parte de los ayuntamientos, pero por suerte hay muchos grupos vecinales que están protestando y muchos consistorios están llegando a reconsiderar esas intervenciones. Esos árboles tardan en crecer decenas de años, los talamos y luego los sustituimos por árboles que gestionamos para que no puedan crecer, de forma que sus raíces no estorben en las infraestructuras existentes de electricidad, comunicaciones, agua o residuos. Muchas veces las intervenciones sobre la infraestructura verde son económicas y técnicas, y se obvian todos los aspectos del cambio climático, sombreado, bienestar social o bienestar psicológico y emocional. Parece que otros criterios son mucho más importantes que la salud.
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«En las ciudades que no se adapten será imposible salir a la calle durante el verano»
Marta Olazabal
Investigadora del Centro Vasco de Cambio Climático
– ¿Cómo será en el futuro una ciudad que no se haya adaptado al cambio climático?
– Será imposible salir a la calle durante los meses de verano por el calor que hará. El asfalto, los vehículos y la mayoría de los materiales que se utilizan actualmente para la edificación son focos de calor. Si no empezamos a cambiar este tipo de cosas, estos eventos extremos van a ir empeorando. Lo que estamos viviendo estos días no va a mejorar en el futuro, va a empeorar. Podrán sobrevivir aquellas personas que tengan dinero para adecuar sus viviendas y poner aire acondicionado, entrando así en el círculo del aumento del uso de la energía, y este es un escenario que no es viable. Una de las áreas más importantes que hay que atacar es la movilidad y el cambio del uso del suelo de asfalto a otro tipo de suelos más permeables y sombreados, así como la regeneración de las edificaciones. Estas son dos áreas en las que se tiene que invertir dinero público sí o sí durante la próxima década.
– ¿Si las ciudades no se adaptan al calor extremo serán inhabitables?
– O serán habitables solamente por la gente que no se pueda permitir estar en otro sitio, por los sectores más vulnerables de la sociedad.
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