«Denunciar en la universidad a un profesor por acoso es muy duro»
Ana Vidu (Investigadora postdoctoral de la Facultad de Derecho de Deusto) ·
La investigadora, víctima de acoso en la Universidad de Barcelona, reivindica la necesidad de «hacer visibles» casos como el suyo«Denunciar el acoso es peor que sufrirlo». Esta frase desgarradora que no deja a nadie indiferente e invita a la reflexión es de Ana ... Vidu. La investigadora postdoctoral la pronuncia en el documental 'Voces contra el silencio' y ayer volvió a repetirla en la proyección que se llevó a cabo en una jornada organizada por DeustoForum de la Universidad de Deusto de San Sebastián. Vidu es una de las 14 personas que denunciaron a un catedrático de la Universidad de Barcelona por acoso sexual.
- ¿Qué se siente cuando recibe el primer email de un acosador?
- Lo que siente cada víctima al recibir un mensaje como esos es distinto, pero sientes miedo. El apoyo de su familia y entorno determina su comportamiento a querer contarlo o denunciarlo. Lo importante es que la persona esté bien. Yo se lo conté a mi hermano y este no vio normal que un profesor me escribiera un email como ese. Cuando te pasa algo así necesitas al lado una persona que te diga que eso no está bien para verlo de manera diferente. Necesitas no estar sola ante este problema, ante el acosador, porque sabes que está en juego tu futuro....
- ¿Es más difícil denunciar a un acosador en el ámbito universitario?
- Denunciar el acoso en la universidad es mucho peor, más duro, que en otros espacios, porque eres consicente de todas las consecuencias que puede acarrear. De hecho, las estadísticas superan el 80% de los casos no denunciados y cuando hablamos de denunciar en la universidad hablamos de romper el silencio, de decírselo a alguien... No de poner una denuncia en los juzgados, es decir que un profesor te ha acosado. Lo grave es que la gente no se atreve a hacerlo, por todo lo que te cae una vez que denuncias a tu acosador.
«Es más duro hablar que callar, porque la factura es muy alta en lo personal y laboral»
«Cuando denuncias te aíslan, sufres el vacío de tus compañeros y del resto de los profesores»
- ¿Qué es lo que impide que las estudiantes denuncien los casos de acoso por parte de profesores?
- La universidad tiene una estructura feudal de poder que ha mantenido durante mucho tiempo el acoso. Si hay un profesor que ha abusado durante 30 años está claro que es porque la universidad le ha dejado. Por cada profesor que acosa hay muchos profesores que le protegen, porque saben lo que pasa en el despacho de al lado y no hacen nada. Eso es encubrir. Son cómplices de un acoso en segundo orden.
- Pero usted denunció y aparecieron más casos en la Universidad de Barcelona en la que estudiaba.
- Sí. Catorce personas denunciamos a un catedrático de la Universidad de Barcelona por acoso sexual. Hay muchas más que no quisieron denunciar. Todas las víctimas tienen presente que «si lo cuento que pensarán de mí después». Si acabas destrozada, fuera de tu ámbito laboral, de la universidad, sin presentar tu tesis... el mensaje que das al resto de mujeres acosadas es que más vale callar. Eso es lo malo, que si la imagen que transmites es que fracasas al poner la denuncia, otra chica puede pensar que es mejor no hacer nada. Por eso es más duro hablar que callar. La factura es muy alta personalmente, laboralmente, socialmente...
- ¿Cuáles son las consecuencias de romper ese silencio?
- Cuando una víctima se atreve a romper el silencio sobre el acoso que está padeciendo, le dejan de hablar, le apartan de las plazas y de las reuniones, los compañeros del máster ya no la saludan... Te aíslan, sufres el vacío de tus compañeros y el resto de los profesores y eso es muy duro. No solo no se le apoya a quien denuncia un acoso sino que se le machaca activamente. La gente no se atreve a apoyar porque después quienes apoyan a los acosados también sufren ese vacío en el entorno universitario. Quienes protegen al acosado también padecen las consecuencias del rechazo y aislamiento de sus compañeros.
- ¿Cómo describiría a su acosador?
- Este tipo de acosador es una persona con mucho poder. Sabe que desde su posición puede acosar y lo hace. Controla tus notas, habla de tu carrera y tu futuro... En determinados ámbitos como la universidad se sienten impunes. No es lo mismo que acose un albañil que un juez, con todos mis respetos y cariño, pero la posición de poder determina el comportamiento de uno u otro. Desde su aureola las personas que gozan de poder juegan con eso. En el ámbito de la universidad, por ejemplo, queda claro que hay un perfil de acosador según el estatus del que gocen dentro de esa estructura feudal.
- ¿Cuál es el mayor temor de la persona acosada?
- El miedo de la víctima es que una vez que denuncia le ven de manera diferente. Además el apoyo familiar no es nada, nada común. Al contrario. Muchas veces lo explicas en casa y dicen: «bueno hija, no es para tanto». Con todo el cariño del mundo porque te quieren en casa, no quieren que sufras y lo veas como un problema por las consecuencias que acarrea. No podemos olvidar que entre las catorce víctimas que denunciamos al catedrático de la Universidad de Barcelona, tres de los casos eran muy graves y deberían haber conllevado una condena de cárcel.
- Pero los casos prescribieron y siguió trabajando en el mismo centro universitario.
- La Fiscalía archivó el caso al haber prescrito los hechos aunque admitió que «podrían tener cabida dentro del delito de acoso sexual». Lo grave de todo esto es que hay personas responsables de acabar con el acoso, en este caso en la Universidad de Barcelona, como la comisión de igualdad, la decana... que protegieron al acosador. A las universidades les preocupa su imagen y eso fue lo que primó en nuestro caso.
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