Durante años, las noticias sobre posibles indicios de vida en Marte me llenaban de entusiasmo. Pero con el tiempo, ese fervor se fue apagando. Cada ... vez que se anunciaba un hallazgo prometedor, meses después llegaba la decepción: las supuestas señales de vida resultaban explicables por reacciones químicas abióticas. Y así, perdí el interés. Hasta ahora.
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En julio de 2024, el róver 'Perseverance' recolectó una muestra en una formación rocosa dentro del área conocida como 'Sapphire Canyon'. Los compuestos encontrados –carbono orgánico, azufre, fósforo y minerales como greigita y vivianita– son, en la Tierra, típicamente asociados a actividad microbiana.
La NASA, con cautela, planteó la posibilidad de que se tratara de señales de vida. Encargó entonces a un equipo de científicos liderado por Joel Hurowitz, de la Universidad de Stony Brook (Nueva York), que explorara si esas muestras podían haberse formado por procesos no biológicos. Los resultados, recién publicados en 'Nature', son sorprendentes: no se encontró ninguna explicación no biológica convincente.
Por eso, el pasado 10 de septiembre, el director de la NASA, declaró que estamos más cerca que nunca de encontrar vida en Marte. También advirtió que los instrumentos a bordo del róver no bastan para confirmar si realmente se trata de vida. Para saberlo con certeza, habrá que traer esas muestras a la Tierra. Y para ello, dijo, se necesita mucho dinero.
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