«Los valores de la masonería son muy necesarios en el mundo actual»

– ¿Es la única logia de Gipuzkoa?

– De la gran logia de España, sí. Hay cuatro grades estructuras masónicas en España. La más grande es la gran logia, y esta es Stella Matutina 75, que es la primera que se recuperó cuando se legalizó la masonería en España en 1979. Hay otra estructura, que es la gran logia simbólica, que tiene una en Gipuzkoa que se llama Altuna. También están el Derecho humano y la gran logia femenina, que no tienen logia propia.

– Stella Matutina celebra su 30 aniversario. ¿Cómo nació?

– En febrero de 1994 un grupo de masones tanto de Hegoalde como de Iparralde empezaron a pensar en la posibilidad de abrir una logia, de levantar columnas, que diríamos nosotros, que fuera fronteriza, para permitir relaciones entre hermanos de ambos lados del Bidasoa.

– ¿Cuántos masones hay en Gipuzkoa?

– En la gran logia de España habrá más de 50.

– ¿Eso es mucho o poco?

– Si lo comparas con otros países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos es poco, pero si lo comparas con nuestra historia es un número significativo.

– ¿Ha sido una historia fácil?

– No ha sido fácil. La masonería siempre ha tenido un halo de misterio debido sobre todo al desconocimiento. Los principios de la masonería son tres. El primero es el pensamiento crítico, y esto siempre va en contra de los regímenes dictatoriales o que pretenden imponer sus tesis a los demás. Después está la igualdad de oportunidades, es decir, la defensa de la educación pública, de la sanidad para todos... ese tipo de cosas. Hay entidades, especialmente en la Iglesia católica, que siempre han tenido una cierta suspicacia con respecto a la masonería porque ellos querían tener el control de la educación.

– ¿Cuál es el tercer principio?

– La fraternidad. Es un concepto que supera al de la solidaridad. A la solidaridad le puedes poner límites, pero con la fraternidad los lazos que te unen a ti con el prójimo son sagrados porque es tu hermano. Este tipo de ideas son revolucionarias en el mejor sentido de la palabra y chocan con regímenes autoritarios y sobre todo con mentes que tienen siempre miedo de todo lo que son los avances.

– ¿Qué tipo de personas son los masones?

– Son personas inquietas a las que les gusta investigar sobre temas de ciencia, incluso sobre temas simbólicos.

– ¿No son una elite que quiere dominar el mundo?

– No lo ha sido nunca ni es la pretensión. De hecho, los masones tienen prohibido en su seno el debate en términos políticos, partidistas y confesionales. Son gente absolutamente normal, no es una élite ni nada por el estilo.

– Usted ha dicho alguna vez que la masonería es una forma de vida.

– La masonería no es una asociación cultural, no es un partido ni una ONG, es algo diferente. Es un espacio en el que compartes con otros hermanos vivencias y tu intimidad. Además de eso te vas formando en toda una escala de valores. Es difícil de definir. Se trata de imprimir los valores cívicos, el respeto y la tolerancia, y esto es algo que tienes que ir viviendo poco a poco, paso a paso, no se estudia en un libro.

– ¿De qué hablan en las reuniones?

– De todo. No hay ningún tema vedado siempre con el respeto debido a los pensamientos de los demás. Procuramos siempre hacer reflexiones que hagan que seas una persona que transmitas esos mismos valores que defendemos a la sociedad.

– ¿La sociedad actual necesita muchos valores de la masonería?

– Yo creo que sí. No es la masonería la que tiene el monopolio de esos valores, pero sin duda alguna son muy necesarios en el mundo actual.

– Usted es senador. ¿Hay muchos masones en política?

– No es que la política esté llena de masones, pero hay senadores, diputados y parlamentarios de comunidades autónomas que son de todos los partidos. No somos un grupo muy numeroso.

– Con el mal ambiente que hay en la política española no sé si se nota mucho la presencia de masones.

– Pues le voy a decir una cosa. Nosotros intentamos demostrar que es posible la convivencia como lo hacemos en el seno de las logias. Queremos trasladar esto a la política, que personas con diferente ideología pueden convivir. El valor que defendemos es el diálogo, el ponerte en la postura del otro, comprender que no estás en posesión del cien por cien de la verdad. Esto en política es muy necesario y la masonería puede ayudar a que haya un clima de tolerancia y de respeto.