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Todo apunta a que la incipiente población de almeja asiática detectada la pasada semana en el río Oria a su paso por Aginaga no va a ir a menos, según los expertos, por lo que la Agencia Vasca del Agua (URA) ha previsto ya gestionar la expansión de este molusco invasor de una manera «similar» a la que ya viene llevando a cabo en relación con el mejillón cebra en distintos puntos de Euskadi. Es decir, serán «fundamentalmente medidas preventivas para limitar la expansión a zonas no afectadas», así como «trabajos de seguimiento para detección temprana».
Así lo recoge el informe preliminar emitido por URA a partir de la visita que técnicos de esta agencia y de la asesoría Ekolur llevaron a cabo este martes en el Oria a raíz de la alerta emitida el pasado viernes en este periódico por dos pescadores de angula que habían constado la presencia en la zona de Aginaga de una especie inédita en Gipuzkoa.
Según esta primera valoración, la eliminación de estos ejemplares del tramo fluvial afectado, que supone «cómo mínimo unos tres kilómetros de cauce», es prácticamente imposible. De entrada, porque su capacidad de propagación es muy alta. Y además, los métodos mecánicos, químicos y de regulación térmica conocidos para contener a la especie pueden ser válidos –según en qué condiciones– en sistemas cerrados o artificiales, como embalses o canales, pero no en un entorno abierto como un río. Por ello, URA hace énfasis en «la prevención de la expansión y en el control y seguimiento, de la misma forma que se está haciendo desde hace años con el mejillón cebra».
URA, que tiene previsto «proseguir con las inspecciones en los próximos días» en la zona afectada, prevé convocar una reunión de la Comisión del mejillón cebra del País Vasco con el fin de compartir la información disponible con los diferentes agentes «y acordar una estrategia de actuación compartida» para estas dos especies que tienen vectores de propagación semejantes.
Aboga para ello por «una adecuada coordinación de actuaciones» por parte de las diversas administraciones competentes y agentes. En este sentido, fuentes del departamento de Equilibrio Territorial Verde de la Diputación de Gipuzkoa confirmaron ayer haber contactado con URA para poder coordinarse. De entrada, URA plantea «una prospección específica» en el Oria «mediante contratación de urgencia», que incluiría «el análisis de la viabilidad de la eliminación de ejemplares», aunque avanza que «la información actual hace pensar en la falta de viabilidad». Asimismo, «se realizará una prospección en otras cuencas fluviales «de poblaciones de adultos, determinación de la presencia de larvas y análisis de su presencia mediante ADN medioambiental». Serían trabajos adicionales a los que ya se realizan con el mejillón cebra.
Hay que recordar que la Agencia Vasca del Agua es competente en aquellas cuencas que discurren únicamente en el territorio de Euskadi –como Urola, Oiartzun o Deba–, mientras que las cuencas extracomunitarias corresponden a las Confederaciones hidrográficas del Cantábrico –Oria, Bidasoa, Urumea, Nervión, Ibaizabal...– y del Ebro –Zadorra, Ega, Araia...–.
La 'Corbicula flaminea' es un bivalvo de agua dulce que puede alcanzar los 4-5 centímetros de longitud, aunque las halladas hasta la fecha en el Oria son algo más pequeñas, de entre 0,5 y 3 centímetros, al tratarse de ejemplares aún en crecimiento, tal como confirmaron 'in situ' el biólogo de Ekolur Manu Rubio y el técnico de URA Fran Silvan. Suele hallarse en fondos de grava, arena y/o limo de masas de agua dulce, «donde puede alcanzar densidades de hasta 10.000 metros cuadrados gracias a una elevada fecundidad, ya que un solo individuo reproductor puede generar más de 100.000 nuevos ejemplares a lo largo de su vida», que se puede prolongar hasta los siete años, según detalla el informe de URA. A diferencia del mejillón cebra, no se fija a sustratos duros y prefiere los arenosos.
Es una especie muy filtradora, lo que desaconseja su consumo debido a que su organismo puede filtrar sustancias minerales y tóxicas. Según precisaron Rubio y Silva, su acción como consumidora de oxígeno empobrece el agua, lo que, en el caso de grandes poblaciones extensas «puede alterar el ecosistema» y también afectar a otras especies, principalmente moluscos «como las náyades», aunque este tipo de almeja tampoco esté muy presente en el Oria. En el caso de canales y sistemas hidráulicos, «puede generar pérdidas económicas» en caso de que grandes acumulaciones de ejemplares vivos y muertos obstruyan conductos.
En el caso de Aginaga, se trata de la primera cita de almeja asiática registrada en Gipuzkoa. Con anterioridad, y en el marco de seguimiento larvario del mejillón cebra, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB) registró la presencia de almeja asiática en los embalses de Undurraga (Bizkaia) en 2015 y de Urrunaga (Álava)en 2016, sin que se haya detectado después..., hasta ahora en el Oria.
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