Gipuzkoa fideliza a sus visitantes habituales
Asturias y Cantabria se alzan como los principales competidores al tener una oferta turística parecida, pero servicios y alojamientos más económicos
Este verano los turistas buscan un entorno natural para recorrer en familia, sin salir de la península, con poca afluencia de gente, con facilidad ... para acceder en vehículo particular, pero que una vez en el destino pueda evitarse el uso del transporte público y sea cómodo el desplazamiento a pie o en bicicleta. Son, a grandes rasgos, las vacaciones 'ideales' para el turista estatal, que ya ha asumido que este 2020 no es año para grandes viajes al extranjero.
En ese nuevo mapa de prioridades, Gipuzkoa encaja como un guante. Incluso desde la modestia guipuzcoana se podría pensar que nos situamos en los primeros puestos del ranking de destinos a elegir, pero la realidad es que la carestía de los servicios y alojamientos, asociados a una calidad de la oferta que sí resulta atractiva para un visitante internacional, disuaden ligeramente al viajero estatal, relegando al territorio hasta el puesto número once, muy por detrás de Asturias y Cantabria, que lideran la tabla; o Bizkaia, que ocupa la novena posición. Álava por su parte, se sitúa a la cola.
El pasado año, el 54% de los turistas que llegaron al territorio procedían de otras comunidades autónomas, mientras que el 46% lo hacía desde el extranjero. Una balanza bien equilibrada en una situación normalizada, pero que en la era del Covid no beneficia en exceso. Gipuzkoa sí puede sacar pecho, en cambio, en la capacidad de fidelizar al turista. De hecho, el territorio destaca por ser uno de los destinos en los que menos impacto ha tenido el Covid entre aquellos españoles que ya tenían previsto venir.
Para el diputado de Turismo, Imanol Lasa, los recursos turísticos que ofrece el territorio, «de alto nivel, y un servicio excelente y profesional» tienen tras de sí «un empleo de calidad, que se traduce en una mejor calidad de vida, y que a su vez produce un efecto positivo en nuestra sociedad». Sin embargo, esa cadena de valor, como es lógico, encarece el precio y, «al contrario que el turista internacional, el visitante estatal es más reacio a pagar». En cualquier caso, considera que la apuesta del territorio debe seguir siendo la «calidad y el buen posicionamiento que ya tiene Gipuzkoa», y no dejarse amedrentar por la excepcionalidad de un verano que espera que no vuelva a repetirse.
Conocer al visitante
El departamento foral de Turismo ha encargado a la agencia de investigación de mercados Adimen, la elaboración de un estudio cuyas conclusiones han sido facilitadas al sector turístico para conocer mejor la demanda de esta nueva realidad, y afinar así su propuesta lo máximo posible. El informe está basado en una encuesta realizada a 800 residentes en Madrid, Cataluña, Andalucía y Castilla y León, las comunidades con mayor índice de turistas emisores. Y una de las principales conclusiones es que un 40% de las personas sondeadas ha cambiado su destino vacacional tanto para este año como para el siguiente por la pandemia. Sin embargo, Gipuzkoa apenas resulta penalizada, ya que más de un 72% de los encuestados que tenía previsto viajar por el territorio, lo está llevando a cabo, mientras que la media de ese índice a nivel estatal se sitúa en el 59,8%.
No obstante, Asturias y Cantabria figuran como las opciones preferidas de madrileños, catalanes, andaluces y castellano leoneses. Y el motivo no es otro que el precio. La carestía del alojamiento y los servicios en Gipuzkoa, unido a 'El tiempo lluvioso y húmedo', hacen del territorio un destino turístico menos atractivo, aunque la oferta gastronómica, la cultura y los paisajes tratan de compensarlo. Así, un 18,3% de las personas consultadas manifiesta su intención de visitar Gipuzkoa este año. La mayoría es además reincidente, y Madrid figura de nuevo como principal mercado emisor.
La 'Seguridad' vuelve a figurar como un factor clave a la hora de viajar en los tiempos del Covid. La crisis sanitaria, recoge el informe, «no impactará en los destinos de playa ni en la duración de la estancia ni en el consumo en hostelería o compras, siempre que se garantice la seguridad sanitaria. De ahí que optar por establecimientos higiénicamente certificados adquiera relevancia».
La manera de desplazarse, en cambio, sí esta condicionada por la pandemia. El coche particular se convierte en el medio de transporte principal para llegar a destino, y una vez en el lugar de vacaciones se priorizará ir andando o en bicicleta, en lugar de utilizar el transporte público.Una situación similar se da en las opciones de alojamiento. Los albergues, pensiones y campings son percibidos como «más inseguros», mientras que las viviendas particulares y los alojamientos rurales ganan fama. Igualmente, con el objetivo de reducir los momentos de contacto con otras personas en espacios comunes, resultan penalizados los regímenes alimenticios en media pensión, pensión completa y todo incluido.
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