La tórtola, en peligro de extinción en Euskadi

Sin embargo, su presencia en las últimos años ha ido descendiendo Euskadi, hasta un 65,53% en 14 años, llegando a tal punto que el Gobierno Vasco ha incluido esta ave en su catálogo de especies amenazadas (CVEA) como animal en peligro de extinción. Según indican en el informe encargado a la empresa ambiental Consultoría de Recursos Naturales (CRN), las causas que se atribuyen a este descenso a lo largo de las últimas décadas son la intensificación agrícola, la pérdida de hábitats de cría, el efecto de los herbicidas, las sequías en su área de invernada y, por supuesto, la sobrecaza en algunas áreas. Un cúmulo de factores que ya puso en alerta al Ejecutivo autonómico en 2018, haciendo que fuera su último año cazable.

A pesar de que la oenegé para el estudio de las aves SEO/BirdLife ha evaluado su situación a nivel estatal e internacional como vulnerable, la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico no consideró su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la votación de febrero de 2020.

La división de las comunidades autónomas evitó su entrada, aunque se consideró pertinente la suspensión de su caza en la mayoría de ellas argumentando «su importante declive poblacional en las últimas décadas». Sobre todo es significativo a partir de 2008, cuando comienzan a desplomarse con hasta una tendencia de la población de -29,9%.

Como recoge el informe del Gobierno Vasco, la superficie actual de distribución de la tórtola europea en Euskadi es de 394 km², que incluyen los ríos afluentes del Ebro, sus valles y embalses. Allí anidan desde abril hasta septiembre, cuando regresan al Sahel para pasar el invierno. Este espacio ha ido menguando con el paso de los años, hasta un 25%, aunque la tendencia es más alarmante a nivel estatal.

La posibilidad de un 'efecto de rescate', entendido como la disminución del riesgo de extinción gracias a la migración de ejemplares de fuera de la región, es bastante remota al ser menor también en otras comunidades de España y del resto de países. Además, la filopatría de la tórtola europea impide que se extienda a nuevos terrenos, lo que complica aún más su supervivencia.

No obstante, en la Rioja Alavesa –a pesar de que el cultivo del viñedo haya sustituido cada vez más al cereal, su principal sustento, con su consecuente cambio en el ecosistema– los resultados obtenidos muestra una subida en el censo en los valles del extremo oriente. Para poder mantener este resquicio de esperanza, el informe propone varias medidas de conservación para frenar o recuperar el estado de la tórtola europea en Euskadi: el mantenimiento de su hábitat, con énfasis en la gestión de los ecosistemas agrarios; la conservación de aquellos lugares apropiados para la nidificación y la creación de nuevos para reducir las concentraciones estivales; la protección de la estructura natural de los bosques y sotos de ribera; y la conservación de determinadas formaciones vegetales en países de invernada. Asimismo, la tórtola europea podrá verse beneficiada por los decretos de conservación de los espacios de la Red Natura 2000, donde se ubica parte de su población reproductora.