El Topo hasta La Concha restará 11.600 viajeros al día a Dbus, Renfe y Lurraldebus

La pasante del Topo que en 2025 llevará el servicio ferroviario de Euskotren hasta el campus de la UPV-EHU en San Sebastián y, sobre todo, hasta las inmediaciones de la playa de La Concha, tendrá un impacto directo en el resto de operadores de transporte público, que verán reducida su cifra de usuarios en 11.585 personas por la facilidad que encontrarán quienes procedan desde municipios situados hacia el este y el oeste de la ciudad de llegar a la Universidad y al mismo centro de la capital en este tren sin necesidad de hacer transbordo.

La más afectada será la compañía de autobuses urbanos de Donostia (Dbus), que verá mermado el número de pasajeros en 6.658 personas diarias, lo que supondría una caída del 7,15% respecto a 2019, año tomado como referencia. A continuación se sitúa Lurraldebus, el conglomerado de buses interurbanos dependiente de la Diputación, que perderá 4.620 usuarios al día (-5,6%); y el servicio Cercanías de Renfe, que dejaría de transportar a 307 personas (-1,6%).

En el caso de Lurraldebus, que engloba a diferentes empresas concesionarias que se reparten los servicios por Gipuzkoa, el mayor impacto –medido en número de viajeros– se produciría en el corredor este, que va desde San Sebastián hasta Irun y Hondarribia pasando por Pasaia, Errenteria, Lezo y Oiartzun. Es la zona más populosa de Gipuzkoa y, como tal, en la que más trasiego de viajeros existe en cualquiera de sus modalidades (coche, bus o tren). Ekialdebus, la compañía que en la actualidad realiza estas rutas, que están en fase de nueva adjudicación, perderá 2.947 viajeros diarios, un 11% y una cifra que supone casi dos de cada tres 'huidas' (63%) del total de las previstas por Lurraldebus.

El segundo itinerario más afectado será el que enlaza por carretera la capital con los municipios hacia el oeste (Zarautz, Zumaia...). La concesionaria es la propia Euskotren a través de Euskotren Bus. En su caso dejarían de subir a sus autocares 1.500 usuarios de media. Aunque la cantidad es menor que la de Ekialdebus, porcentualmente el impacto es mayor (-14,5%), debido a que tiene un considerable menor número de usuarios. En todo caso, si no cambia la concesión, en este caso el trasvase de viajeros de bus al Topo se produciría dentro de la misma compañía, dependiente del Gobierno Vasco.

La tercera afectada será la concesión de Buruntzaldea, a cargo de TBH, que perdería 429 usuarios diarios (un 4,4%), principalmente procedentes de Lasarte-Oria, donde ya existe estación de Topo y donde el impacto en esas líneas concretas se elevará al 6,9%.

En el caso de Cercanías Renfe, su afección se dará en el tramo San Sebastián-Irun, donde ambas compañías ferroviarias ofrecen un servicio paralelo. En su caso, la previsión es que pierda 307 pasajeros diarios, un 1,6% de los que tenía antes de la pandemia.

Son proyecciones realizadas por la Autoridad Territorial del Transporte de Gipuzkoa (ATTG), el consorcio que agrupa a los diferentes medios de transporte del territorio y que forman la red Mugi, dentro de un estudio titulado 'Optimización de la Red de Transporte Público de Gipuzkoa. Escenarios Futuros'. Un análisis que pretende servir de guía para definir la estructura del transporte en el territorio una vez que entre en funcionamiento la pasante del Topo, que va a cambiar radicalmente la movilidad en San Sebastián, su comarca, y las conexiones de este entorno con el resto de Gipuzkoa.

Un escenario en el que ya trabajan tanto la Diputación como San Sebastián y otros ayuntamientos cercanos. Vinculados a estas reflexiones de movilidad están por ejemplo el proyecto 'Datorren Donostia' por el que la ciudad busca sacar el coche del centro urbano, la propuesta de cambiar las actuales paradas que hay en la Plaza Gipuzkoa a la zona de la Plaza España, o el proceso que se sigue para renovar la concesión de Ekialdebus.

El análisis prevé que la irrupción del Topo en el centro de San Sebastián aumentará la demanda de transporte público en 9.532 viajeros diarios. A esto habrá que sumar otros 2.504 nuevos usuarios correspondientes al crecimiento natural de la demanda. Entre 2016 y 2019, el aumento de la movilidad en el transporte público de Gipuzkoa fue de un 5,89% anual en Euskotren; un 2,59% en Lurraldebus; un 1,19% en Dbus, y de un descenso del -1,2% en Renfe.

Quiere esto decir que cada vez más gente usa el transporte público (excepción hecha de los años de pandemia) y las previsiones apuntan a que el ritmo se irá acelerando conforme se va obstaculizando el acceso a los centros urbanos en el vehículo privado y mejorando los horarios y conexiones del transporte público.

En el caso de Euskotren, además de la ventaja que cobra por ser capaz de trasladar a los pasajeros desde su municipio hasta el corazón de Donostia y la facultad, para 2025 también se esperan otras dos actuaciones de calado que supondrán mejoras considerables. Se trata del nuevo túnel de Korta en Aginaga, que permitirá acortar el tramo entre Aia/Orio y Usurbil e introducir una frecuencia de 15' entre Zarautz y Errekalde; y la salida desde Altza (hoy fin de trayecto) hacia Galtzaraborda (Errenteria), dejando el actual ramal Herrera-Pasaia solo para mercancías.

Fruto de estas mejoras, que permitirán aumentar las frecuencias y hacer más atractivo el servicio ferroviario, es que Euskotren apunta a ser la gran beneficiada de la movilidad del futuro en Gipuzkoa, con una ganancia prevista de más de 30.000 viajeros al día en el territorio (un 65% respecto a 2019).

Salvo los damnificados ya apuntados, el resto de operadores (buses urbanos del resto de municipios que no son Donostia) y concesionarias de Lurraldebus para el resto de Gipuzkoa, ganarán viajeros en un clima de transporte público expansivo.

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