Fernando Javier Valladares
El divulgador explica que «la sequía y las inundaciones son caras de la misma moneda» y vincula crecimiento con amenaza para la salud
Combina rigor ceintífico y humor humanista en sus monólogos, que no conferencias, sobre cambio climático. Un show ameno y edificante, apto para el prime time ... televisivo. El doctor en Biología y profesor de Ecología protagonizó uno ayer en el Curso de Verano de la EHU organizado por el departamento de Sostenibilidad de la Diputación de Gipuzkoa.
– Hace calor hoy. ¿Y?
– No todo el calor es debido al cambio climático. La variación natural opera en paralelo a la parte inducida por las emisiones de gases de efecto invernadero.
– ¿Pero algo está pasando?
– Sí, está demostrado que las olas de calor van aumentando en duración y en récords climáticos. Las noches han pasado de ser cálidas, a tropicales, a tórridas y hasta infernales cuando son por encima de 30 grados. No ha llegado a eso aquí, pero se ha acercado en Canarias, ¡y en diciembre! Además, duran más días, hasta 15 y 20 cuando hace años eran entre 4 y 6. La ventana del tiempo cambia: se dan en mayo y octubre.
– ¿Cuánto nos queda hasta lo insoportable?
– Hay un convenio en torno a que una ciudad con más de tres meses con promedios de 35 grados es inhabitable con la tecnología que tenemos. En España, unas siete están ya rondando ese umbral: varias del litoral mediterráneo y Madrid.
– ¿Mata el cambio climático?
– Tenemos que distinguir causa de la muerte y factor de riesgo. Te mueres de una cosa, pero hay algo que ha hecho que eso ocurra. Los estudios estadisticos revelan que hay un porcentaje de muerte debido a las olas de calor.
– ¿Qué ha pasado en Tolosaldea y Goierri?
– Un latigazo hidroclimático. Latigazo por ser un evento súbito e hidroclimático por el peso que tiene el agua en el clima, sea por falta o exceso. Y no solo porque cae sino como transporte de energía. El agua caliente es un gran almacén de energía y esa energía genera velocidades del viento y más cosas. Los latigazos ocurren cada vez más con toda la energía que se almacena en la atmósfera.
– Dice que sequía e inundación son caras de la misma moneda.
– Claro. Una atmósfera más cálida almacena más vapor de agua. Y de algún lado la quita. Ahí la sequía. Pero ese agua está latente en la atmosfera y cuando se encuentra una masa de aire frío, la precipitación es más intensa. Son bandazos extremos que vemos cada vez más porque hay mucha energía y no estable.
– Todo esto lo niegan muchos.
– El cuñado refractario al conocimiento que nos encontramos en Nochebuena es muy peligroso. Pero el negacionismo está también en los representantes políticos. En España 80 escaños niegan el cambio climático y eso equivale a aumentar las probabilidades de muerte. Es una irresponsabilidad y debería ser un tema penal. Llevo años intentando que se tipifique como delito la mentira en sede parlamentaria. La ciencia informa, pero las decisiones son sociales y políticas.
– Ha dicho sobre el presidente: «Pedro, la economía va como un cohete, ¿pero a dónde?»
– Hay que entender esto como un equipo del que formamos parte todos y que ha propuesto suicidarse. Es como si la Real Sociedad decide salir a perder. No puedes responsabilizar al directivo, al entrenador o al jugador. Son todos desde fuera los que se proponen perder. En lugar de entender que la economía de mercado y el crecimiento indefinido nos está dejando sin salud, aceptamos el sistema.
– ¿Qué aceptamos?
– Que hay que crecer, crecer y crecer. Nos parece que es el indicador de prosperidad. Imagínate si alguien se presenta a la alcaldía y dice: «¡Vamos a decrecer un 17%». Diríamos que está loco.
– ¿Y qué debemos hacer?
– Pensar diferente. Si nos va mal de una manera, probemos algo diferente. El Green Deal europeo o la economía circular son cosas que nacen desde el sistema y son variantes del sistema. El decrecimiento no es que sea el paradigma económico, ¡es que va a ocurrir! ¡Es que se ha dejado de producir cava por falta de agua! Puede ocurrir por las buenas o por las malas. Podemos programarlo o que ocurra por cataclismo.
– También ha hablado de «un señor rubio en EE UU».
– Trump tiene una cosa buena, y es que nos está mostrando el futuro. Vemos las consecuencias de que se vulneren derechos humanos. Lo malo es que no está aquí: pensamos que está lejos y que aquí no va a llegar. ¡Fíate de la Vírgen y no corras! Es solo un síntoma de algo más global. Asumimos mentiras porque no queremos alterar la Nochebuena.
– ¿Tendrán playa nuestros bisnietos?
– Muy poca. Pero ni tan mal. Aprenderán otros ecosistemas. La melancolía es cosa nuestra. Vivirán en un planeta muy diferente. Se adaptarán.
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