Xabat, junto a su novia Soraya, en una foto reciente en la plaza Jemaa el-Fna, sobre una de las imágenes que grabó el tolosarra. Xabat de Anta
Guipuzcoanos en Marruecos

«Se cayó un edificio delante de nosotros, vimos gente sangrando; pensamos que era un atentado»

El tolosarra Xabat y su novia Soraya estaban en la medina de Marrakech cuando se produjo el terremoto: «Llega a ser unos segundos después y nos habría pillado»

Dani Soriazu

San Sebastián

Sábado, 9 de septiembre 2023

«Oímos un estruendo, y de repente el edificio que teníamos delante se vino abajo. Pensamos que había sido un atentado». Con el susto todavía ... en el cuerpo, aunque más tranquilo y sin ningún daño, el tolosarra Xabat de Anta recuerda con pelos y señales el «miedo, la confusión y las escenas de pánico» que presenció tras el terremoto que sacudió este viernes por la noche Marruecos, y que ha dejado hasta el momento 820 muertos y 672 heridos.

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«El susto fue tremendo», cuenta este joven de 35 años que se encontraba de vacaciones en Marrakech con su novia Soraya cuando se produjo el seísmo. Eran pasadas las once de la noche. Ambos estaban en la plaza Jemaa el-Fna, uno de los lugares más importantes de la medina. «Nos estábamos volviendo hacia el riad por las calles del zoco. Y de repente sóno como una explosión. Se cayó el edificio que teníamos delante y después justo el que teníamos detrás. Parte de la mezquita de la plaza también se vino abajo y se levantó una gran nube de polvo», explica. «Llega a ser unos segundos después y nos habría pillado», relata aliviado al otro lado del teléfono, de camino a Casablanca dejando atrás una noche que no olvidarán nunca.

Al principio, no pensaban que hubiese sido un terremoto. «Pensábamos que había sido un atentado. Todo empezó a temblar y sentimos como si hubieran bombardeado la zona. Vimos a la gente debajo de los escombros, corriendo, sangre por las calles... Mucho caos». Su primer impulso fue ir al riad en el que se alojaban y alejarse de las calles y plazas a donde corría la gente. «Si era un ataque terrorista yo no quería meterme donde estaba todo el mundo», señala.

Fue en el alojamiento donde finalmente les informaron de que lo que había pasado era un terremoto de gran magnitud (6,9 en la escala Richter) y se refugiaron en uno de los patios interiores. «Estuvimos en 'shock' durante un buen rato» . Después volvieron a salir a la calle, donde quedaron impactados por las imágenes de destrucción que veían a su paso. «Había gente quitando escombros, heridos... Fue muy impactante». Este sábado por la mañana también se dio una vuelta por la ciudad y las imágenes con la luz del día eran todavía más impresionantes y aterradoras (como se puede ver en el vídeo que acompaña esta noticia).

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El responsable del riad les advirtió que tuvieran cuidado, que la ciudad era un caos y que no era la misma que habían conocido en estos cinco días que llevaban de viaje. «Me ha dicho que la gente podía estar muy alterada por lo que había pasado. Ha habido muertos, muchos edificios destrozados... y hay gente grabando eso y puede llegar a molestar u ofender», indica.

La de ayer era su última jornada en Marrakech dentro de una ruta por el país que empezaron el domingo y que terminarán en Tánger dentro de unos días. Hoy ya emprendían camino en coche a Casablanca. «Allí la cosa está bastante mejor y nos sentimos seguros para continuar con nuestro viaje». Un viaje que, desde luego, quedará grabado en sus memorias.

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