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La central y sus alrededores se inundaron en 1999. SUD OUEST

Cuando el temporal 'Martin' asedió la planta

La combinación de marea alta y fuertes vientos originó en 1999 el incidente más grave que ha registrado la central de Blayais

Borja Olaizola

San Sebastián

Domingo, 2 de enero 2022, 07:46

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Una inédita combinación de marea alta y de potentes vientos producida por el paso del temporal 'Marin' originó en diciembre de 1999 el incidente más grave que ha vivido la central nuclear de Blayais en sus cuarenta años de actividad. El crecimiento del nivel del agua en el estuario del Gironda por efecto de la tormenta provocó una inundación que afectó a algunos de los sistemas de seguridad de la planta. En la tarde-noche del 27 de diciembre el agua superó los diques de contención que protegían la central y se coló en sus instalaciones. El acceso a la planta quedó cortado y algunas de sus dependencias se quedaron sin energía eléctrica, lo que afectó al normal funcionamiento de los reactores.

En la mañana del día 28 se activó el plan de emergencia y se formó un grupo de 25 especialistas para intentar controlar la situación. Aunque finalmente las autoridades concluyeron que el incidente se había saldado con un nivel 2 en la escala internacional de eventos nucleares, que establece 7 niveles de alarma, el diario 'Sud-Ouest' reveló el 5 de diciembre que la central había estado cerca de padecer un accidente «grave», información que nunca llegó a ser desmentida.

Las protecciones del recinto fueron reforzadas a resultas de aquel incidente, que hizo crecer la inquietud entre las poblaciones próximas y dio lugar a la creación de la plataforma 'Tchernoblaye' contraria a la central. El movimiento, cuyo nombre es el resultado de unir Chernóbil con Blaye, el pueblo más cercano a la planta, ha mantenido viva la llama antinuclear en la comarca con movilizaciones que han cosechado grados de seguimiento muy dispar.

Tras el desastre de Fukushima, del que se han cumplido en 2021 diez años, la central girondina emprendió una profunda reforma para garantizar la refrigeración de los reactores incluso en las circunstancias más extremas. Se abrieron tomas de agua a gran profundidad para crear pozos de abastecimiento adicionales capaces de proporcionar agua en el supuesto de que fallasen todos los sistemas establecidos con anterioridad. También se ha equipado a los reactores con colectores de corio susceptibles de mitigar las consecuencias de un grave accidente.

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