Impulso definitivo al TAV en Gipuzkoa para que la obra finalice en 2023

Mientras la obra en los demás territorios avanza sobre las mesas técnicas, la de Gipuzkoa se intensifica sobre el terreno. Una vez finalizados todos los tramos entre Bergara y Astigarraga -a falta de unos kilómetros desde Hernani-, Adif ya ha comenzado a redactar el proyecto para la instalación de la superestructura. Y toda esa parte de electrificación de la vía, colocación de raíles, señalética... para que efectivamente los trenes circulen, «no será camino crítico», se comprometieron desde el ministerio. Es decir, se realizará de forma paralela a la construcción de la obra civil que falta, tal y como el pasado verano solicitó por primera vez el lehendakari. Esa superestructura quedará, no obstante, en manos del Ministerio, no del Gobierno Vasco, matiz al que el equipo de Tapia resta trascendencia mientras se lleve a cabo.

En la reunión mantenida ayer tarde en Madrid, también se desbloqueó la adjudicación de la estación de Atotxa, que empezará algo más tarde de ese 1 de abril anunciado hace unos meses. El ministerio de Transportes -ya no se denomina Fomento- ha dado luz verde a Euskal Trenbide Sareak para que adjudique la obra. Y lo hará en «próximas semanas», a ser posible antes de que finalice el mes, con el fin de que las máquinas entren el mismo mes de abril, «aunque» no sea desde el primer día.

Tapia también volvió a Euskadi con el permiso para licitar de forma inmediata la estación de Ezkio, la infraestructura que servirá como puesto de adelantamiento y estacionamiento (PAET) de convoyes, y que podría servir de enlace con Navarra, si finalmente -aunque no parece la opción más plausible- la conexión se realiza por ahí y no por Vitoria. El Gobierno central aún lo tiene que decidir. Las obras de este enclave, en el que podría parar alguno de los servicios ferroviarios, podrían empezar también este año.

Y por último, en lo que a este territorio se refiere, Tapia se felicitó de que Adif haya adquirido el compromiso para finalizar el estudio informativo del tramo entre Astigarraga y Lezo, la nueva plataforma ferroviaria que servirá para el tráfico de mercancías y para posibles trenes de larga distancia que no entren en San Sebastián. Este tramo se pospuso en el cronograma inicial de la Y vasca, porque sin él, los trenes pueden también conectar las tres capitales vascas con el resto de España y con Europa, gracias al tercer hilo con el que se está adaptando la vía desde San Sebastián hasta la frontera en Irun. Pero el departamento vasco no quiere que se demore más tiempo su construcción. El Ejecutivo central tiene casi finalizado el estudio informativo, y a finales de marzo está previsto que salga a información pública, otro paso administrativo previo a que ETS -la gestora ferroviaria vasca que lo construirá- proceda a licitar el proyecto constructivo.

Ese vial es además indispensable para la futura plataforma logística de Lezo, que conectará el tren con el puerto de Pasaia para permitir el trasvase de mercancías, y que también estuvo ayer sobre la mesa política. «El impulso de hoy supone redoblar esfuerzos allá donde más retraso se arrastra», se congratuló Tapia tras acordar, por un lado, la encomienda para ejecutar el acceso a Bilbao y acelerar los estudios constructivos para que el soterramiento comience en 2021. Y, por otro, para agilizar los estudios sobre la entrada a Vitoria y acordar su financiación.