Susana García Chueca: «La conexión del TAV con Navarra dependerá del informe del Ministerio sobre la opción de Ezkio»

-Asume un cargo con varias inauguraciones importantes en el horizonte: la nueva estación de tren de Donostia el año que viene, las pasantes del Topo en Donostia y entre Altza y Errenteria en 2026... ¿Confía en poder inaugurar también esta legislatura el primer viaje en TAV, cuya última previsión hablaba de 2028?

-Ojalá. Me encantaría tener ese honor. Tanto el Gobierno Vasco como el central estamos haciendo un esfuerzo importantísimo por acelerar las obras. Y desde mi departamento vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano, como ha hecho mi predecesor Iñaki Arriola, por hacer que el TAV sea una realidad más pronto que tarde.

-No me ha respondido. ¿Se ve montada en un AVE entre Irun y Madrid antes de las próximas elecciones de 2028?

-Me remito a lo que ha dicho el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, quien apuntó que estaremos en condiciones de poder valorar fechas de puesta en marcha del TAV cuando estén licitadas las obras del nudo de Arkaute, el punto en el que a las afueras de Vitoria enlazarán las vías procedentes de Burgos y de la propia estación vitoriana con la 'Y vasca'. A este respecto, esperamos firmar en breve la encomienda de gestión para que sea el Gobierno Vasco el encargado de ejecutar las obras. En función de ello, veremos cuándo podrá entrar en funcionamiento el servicio. Si en 2028, 2029... Lo que sí sabemos es que la plataforma entre Bergara y Astigarraga ya está construida y que la vizcaína estará concluida en el primer semestre del próximo año.

-Con tantos retrasos, hay túneles y viaductos que llevan más de una década construidos. ¿Teme que se hayan deteriorado y haya que realizar labores de restauración que provoquen nuevos aplazamientos?

-El estado de la infraestructura se vigila. Sería imperdonable dejar que se deteriore. No contemplo sorpresas.

-Este año debería decidirse si la conexión del TAV con Navarra se hace por Vitoria y el valle de Sakana o desde Ezkio-Itsaso a través de un túnel bajo Aralar. Dos propuestas que enfrentan a las diputaciones de Gipuzkoa y Álava. ¿Cuál es su postura?

-La que venía defendiendo el anterior consejero. Que la decisión debe ser fruto de un consenso entre los gobiernos de España, Euskadi y Navarra, basada en criterios técnicos y sopesando todos los factores. El debate no debería limitarse a una cuestión de dinero o tiempos de viaje. Hay que buscar el equilibrio entre inversión económica, impacto ambiental, desarrollo económico y calidad de servicio. Es una decisión en la que deben primar ante todo la responsabilidad y el interés general.

-El Gobierno Vasco defendió en un principio (2016-2020) la opción de Ezkio, pero en tiempos en que Transportes estaba en manos del PNV. ¿Es esta cuestión un motivo de fricción también entre el PNV y el PSE, ahora que el Gobierno de España se inclina por Vitoria?

-No, no. La posición del actual Gobierno Vasco es unánime. El lehendakari, la portavoz y yo misma hemos dicho lo mismo. Que no hay una decisión adoptada todavía y que necesitamos tener toda la información para, como Gobierno, poder iniciar el debate con el Ejecutivo de España.

-Pero llama la atención que con una consejera nacionalista se defienda una opción y con los socialistas no haya un criterio definido...

-No sé con qué informes contaba entonces el Gobierno Vasco. A día de hoy, el Gobierno español está haciendo los trabajos de análisis de ambas propuestas. Esperemos a ver las conclusiones.

-Fue el propio Gobierno Vasco el que presentó alegaciones favorables a la opción de Ezkio, como ha publicado esta semana este periódico. ¿Hace suyas esas alegaciones? ¿Las desecha?

-El informe que menciona es de 2018. Insisto en que se está realizando otro por parte del Ministerio que profundice en el conocimiento de lo que supondría la alternativa de Ezkio. Esperemos a sus resultados para que se pueda tomar la decisión de forma consensuada y con el mayor número de datos y de información posible.

-¿Teme que haya desencuentro institucional o partidista una vez se tome una decisión?

-No debería haberlo. Si nos ponen encima de la mesa elementos sólidos para tomar la mejor decisión, entiendo que tanto las diputaciones como los partidos que formamos el Gobierno Vasco seremos capaces de adoptar una postura común. Mientras tanto, es normal que haya diferentes opiniones y que cada uno defienda la suya.

-Lo que sí inaugurará seguro es la línea de Topo subterránea por el centro de San Sebastián y la conexión entre Altza y Galtzaraborda a través de Pasaia. ¿Se mantiene la previsión de que operen en 2026?

-Sí. La pasante de Donostia está previsto comenzar a utilizarla en el primer trimestre de 2026, con sus tres nuevas estaciones subterráneas en Benta Berri, La Concha y Morlans-Easo. En el caso de la línea Alta-Galtzaraborda, la previsión también es que entre en servicio a lo largo de 2026. Ambos trabajos van bastante acompasados. Se trata de dos operaciones que supondrán una revolución tanto a nivel de movilidad como urbanística. Por un lado, eliminar los 'cul de sac' de Easo y Altza y dar continuidad a las vías permitirá ofrecer más frecuencias de trenes, que podrán llegar a ser cada 7,5 minutos. Por otro lado, libera miles de metros cuadrados en los centros de Donostia y Pasaia para poder levantar viviendas, nuevos equipamientos públicos, espacios de disfrute ciudadano... y en el caso de Pasaia la desaparición de las vías elevadas en el centro de la localidad.

-¿En qué va a notar el ciudadano de a pie que el Gobierno Vasco asuma la gestión de los trenes de Cercanías?

-En una primera fase, hasta finales de 2027, lo que hacemos es subrogarnos el contrato que el Gobierno español tiene con Renfe. En 2028 habrá una nueva licitación del servicio, que podrá ser ofrecido por Renfe u otro operador. Gestionar las Cercanías nos permitirá implementar mejoras en el servicio, como ya tenemos pensado en Álava (entre Manzanos y Araia) y Bizkaia (Karranza). En el caso de Gipuzkoa, todas las obras que se están llevando a cabo por Adif no solo permitirán la llegada de la alta velocidad, sino que redundarán también en una mejora de los servicios convencionales. El escenario que se contempla en Gipuzkoa con las pasantes del Topo, las mejoras en la red de Adif y las posibilidades que nos ofrece gestionar las Cercanías es de una auténtica revolución en el transporte ferroviario.

- Uno de los objetivos del departamento es crear una tarjeta única vasca de transporte. ¿Será realidad la Mugi vasca esta legislatura?

- Vamos a intentarlo y trabajamos para ello. Hay sintonía entre el Gobierno Vasco y las tres diputaciones en avanzar en el modelo de integración tarifaria. Y el modelo a seguir es claramente el de la Mugi guipuzcoana, con sus descuentos progresivos por uso y para determinados colectivos. Pero además de la intención están las cuestiones de adecuación técnica y tecnológica que permitan la interoperabilidad de todos los operadores de transporte.

- Mientras eso llega, ¿cuándo aceptarán la Mugi Bizkaibus y Bilbobús, los únicos operadores que faltan?

- Esa es una pregunta que responderá mejor la Diputación de Gipuzkoa, cuya diputada del ramo está trabajando en ello. En lo que al Gobierno Vasco atañe, hemos concedido en junio una ayuda de 151.000 euros al Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB) para que realice las adaptaciones del equipamiento y los desarrollos necesarios en las canceladoras de cada operador para que acepten la Mugi. Estas actuaciones deberían realizarse antes de que finalice este año. Recuerdo que la Ley de Movilidad Sostenible de Euskadi establece que los títulos de transporte público vascos deberán ser plenamente interoperables en todos los modos de transporte de la comunidad antes de 2026.

- Los descuentos del 50% en las tarifas del transporte público acaban, en principio, el 31 de diciembre. ¿Qué hará Euskadi si el Gobierno central decide no prorrogarlas una vez más?

- Primero esperemos a ver qué decide el Gobierno central. Si la aportación del 30% a cargo del Estado se mantiene, nosotros mantendremos el 20% que nos corresponde. Si no, estamos trabajando en un plan B del que aún no puedo anticipar nada.

- ¿Quiere eso decir que de una manera u otra seguirá habiendo tarifas rebajadas en el transporte público, aunque puedan no ser del 50%?

- Habrá que ver los presupuestos y las posibilidades legales que tengamos, pero recordando que la rebaja del 50% era coyuntural por la crisis de inflación y nuestra apuesta por un esquema de tarifas con descuentos por uso y a colectivos como el de la Mugi.