Maite y Javier muestran una pieza de carne ensu puesto del mercado San Martín.. DV

Menos surtido en la cesta de la compra

La escasez de suministros y las compras por el miedo al desabastecimiento dejan estanterías semivacías en supermercados de Gipuzkoa

Miércoles, 23 de marzo 2022, 06:42

Los problemas de surtido de productos comienzan a ser cada vez que notorios en los supermercados guipuzcoanos a causa del bloqueo del transporte, que acumula ... nueve jornadas de huelga. A su vez, la inquietud generada por el parón en torno a la posible escasez de alimentos ha provocado un aumento de las compras y los carros, que hace unas semanas se llenaban con aceite de girasol, también cargan ahora con briks de leche, agua embotellada, pasta, embutido o legumbres. Basta con darse un paseo por las principales cadenas de alimentación del territorio como Carrefour, Mercadona, Super Amara, Lidl o Eroski para observar estanterías semivacías, en algunos casos, referencias que no llegan y productos que se reponen con mayor retraso. Los estantes de la leche, el aceite de oliva y girasol, el agua embotellada, los productos de bollería industrial, las legumbres, la pasta, el embutido o el tomate frito eran los que más huecos presentaban.

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Aunque las imágenes que se vieron en los supermercado al inicio de la pandemia y el confinamiento más duro están aún lejos de suceder, «inquieta» que la huelga se mantenga en el tiempo y si hace unos días se descartaba cualquier impacto, ya son varios los sectores que registran escasez y falta de variedad de algunos productos. Desde el Clúster de Alimentación de Euskadi, su director general, Jon Ander Egaña, aseguran que «hoy por hoy no hay problemas de desabastecimiento», pero sí «pueden faltar algunas referencias». E insiste en que «hay que tomar medidas ya para desatascar la situación y evitar que se pare el suministro, así como garantizar que las empresas reciben las materias primas» porque si la situación se alarga «no podemos prever lo que va a pasar». Aún así, insiste en mantener la «calma. No va a faltar materia y las compras compulsivas no tienen ningún sentido más que generar una espiral de histeria. No es necesario hacer acopio», afirma.

En cualquier caso, si algo está claro, tal y como reconoce Egaña, es que «si llega menos producto, será más caro». Es lo que vienen notando desde hace un tiempo los consumidores como la donostiarra Pilar, que ayer salía de hacer la compra y se quejaba del aumento de precios. «Los tomates han subido de 0,8 a 1,50 euros casi de un día para otro y aceite no hay. El pescado también está muy caro; la cola de merluza, que la compro a 12 estaba a 19 euros y hace 15 días cogí anchoas a 9.99 euros». Fue la última vez que pudo degustarlas ya que la flota vasca de bajura, que actualmente se encontraba capturando estas piezas, junto con el verdel, sigue en tierra desde la pasada semana.

Desde los supermercados muestran su preocupación por que la huelga de los transportistas siga sin solucionarse pero no entran a detallar qué tipo de productos están escaseando y cuáles prevén que puedan faltar los próximos días. «Estamos preocupados y tensionados por la situación. Es clara la necesidad de un acuerdo y de medidas que pongan solución a este escenario lo antes posible. La situación es compleja y estamos registrando los problemas lógicos en la cadena de suministro que por el momento no han afectado de forma grave al abastecimiento de nuestros productos; si bien es cierto que hemos empezado a registrar escasez en algunos, como la leche», explican desde BM Supermercados. También en Eroski aseguran que «estamos teniendo incidencias en el aprovisionamiento tanto a plataformas (que llega de los productores) como a las tiendas de Euskadi. A medida que la situación se alargue en el tiempo afectará cada vez más a las tiendas. Hicimos un llenado de las plataformas para anticiparnos, pero según pasa el tiempo lógicamente se van vaciando». De momento, «hay menos problemas con las frutas y verduras y más con la alimentación seca, como pastas o harina. De aceite de girasol falta también alguna referencia pero es que la demanda ha crecido exponencialmente», señalan, al tiempo que explican cómo al «trabajar mucho con producto local, la cadena es más corta».

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El efecto dominó de la huelga de transportistas toca de lleno a las empresas de distribución y alimentos, a las que desde que comenzó el parón «llega menos género desde Galicia (calamar, pescados congelados...) o Valencia (arroz, caldos de paella, tartaletas) y aceite de Andalucía no tenemos. Aunque teníamos stock para 15 días en las cámaras, desde esta semana ya estamos con faltas», explica el presidente de la asociación de distribuidores de alimentos y bebidas de Gipuzkoa (Gibak), Kiko Agudo, que destaca la «locura» de la subida de los precios. «Desde que empezó la guerra están subiendo semanalmente. El foie ha subido de enero a aquí 10 euros el kilo, casi un 33%. Los bares me dicen: '¿a cuánto voy a tener que vender el pintxo de foie?'. Además, los calamares, txipis y aceite de oliva están un 10-12% más caros. Andamos haciendo equilibrios», comenta.

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