José Ignacio Asensio: «Solucionada la crisis de los residuos, debemos acabar con el enfrentamiento político»

- ¿Es ya momento de que Gipuzkoa mire hacia adelante en lo que a gestión de residuos se refiere y olvide las afrentas del pasado?

- Es el momento del fin de la confrontación política e incluso de otros frentes como el judicial. Hemos tenido que realizar un esfuerzo importante en los últimos años para sacar los proyectos adelante. Era una necesidad imperiosa para Gipuzkoa. Vamos a tener en 2020 unos datos de gestión de resiudos que en el sur de Europa nadie los tiene. En parámetros europeos vamos a ser ejemplares. Hablar del 65% de recogida selectiva, que el resto sea valorización energética y que nos olvidemos de vertederos para el territorio es algo que no pasa en el sur de Europa. Vamos a superar a Alemania en algunos aspectos y nos podremos comparar con Noruega, Suecia o Dinamarca. Fuera nos reconocen que nuestro modelo hace las cosas bien, solo falta que nosotros mismos seamos capaces de reconocerlo.

- El Tribunal Supremo ha dado la razón a la Diputación por la desviación de poder de Bildu al paralizar la anterior obra y el Tribunal de Cuentas ha fallado en favor de los gestores de la coalición. ¿Fin de la afrenta judicial con un 1-1?

- Con la justicia hay que ser respetuoso. Pero no estamos hablando de dos sentencias, son más de 45 en todo este proceso, lo cual ha supuesto un esfuerzo de las administraciones públicas de todo punto innecesario. Creo que ha llegado el momento de analizarlo con calma. Es el momento de acabar con la confrontación política y dar una solución a todas las cuestiones judiciales que tenemos. Pero para eso también es necesaria la disposición política. Sí que pediría a la asamblea del consorcio GHK que realicemos un análisis en profundidad de la situación.

- ¿Se ha dado cuenta de que el ciudadano guipuzcoano está agotado y hastiado con el debate de los residuos?

- Creo que los ciudadanos lo que buscan es confiar en que los políticos solucionen las cuestiones básicas para la gente. Lo que no podía ser aquí es que en un momento determinado la política en vez de solucionar esos problemas los ha agravado y ha hecho ortodoxia de un tema que es un servicio necesario y esencial. Nosotros nos hemos empeñado en solucionarlo en cuatro años y lo hemos hecho. La sociedad guipuzcoana no nos perdonaría que ahora este tema no pase a otro estadio y deje la confrontación. Ya hemos construido las infraestructuras, solo nos queda perfeccionarlas. Debemos asumir que tenemos un modelo con parámetros incuestionables por partidos ecologistas. Somos capaces de hacer proyectos 'Life', con colectivos como Surfrider... son ejemplos a valorar y una muestra del trabajo bien hecho. Vamos a considerar esta oportunidad como realidad de futuro.

- ¿Llegará un momento en que Gipuzkoa solo se acuerde de ese pasado por los 'swaps'?

- Por desgracia, de aquella mala gestión quedan muchas lecturas. Creo que nadie debería echar abajo una gestión previa, una licitación, una adjudicación que tenía su modelo de gestión... Seguramente mejorables, pero que estaba avalado por las Juntas y planificado. Creo que nunca más en Gipuzkoa nadie tomará una decisión de ese calado sin pensarlo tres veces y sin tener una solución alternativa. Aquella decisión que se tomó a la ligera ha tenido unos costes que lo hemos pagado todo los guipuzcoanos.

- Las infraestructuras ya han echado a andar y la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB), la primera parte del complejo, casi se encuentra al 100% de actividad. ¿La puesta en marcha está cumpliendo los plazos y, sobre todo, se puede confirmar que ya no vamos a mandar basura a Bizkaia?

- No vamos a mandar más basura a Bizkaia en 2020. Este año todavía estamos mandando residuos a Mutiloa y tenemos un acuerdo con Bizkaia. Ese acuerdo está vigente y es muy probable que tengamos que utilizar ambas soluciones en lo que queda de curso. Para ello es necesario que la TMB estuviera a pleno rendimiento y a vuelta de verano evaluaremos las nececidades que tenemos y es muy probable que tengamos que echar mano de ambas infraestructuras, tanto Bizkaia como Mutiloa. Con Bizkaia habrá que llegar a un nuevo acuerdo. Pero el próximo año estamos seguros que no necesitaremos otra solución ni ningún vertedero.

- Ha habido muchos debates y muchas críticas en torno a los efectos para la salud que puede tener esta instalación. Le lanzo esta pregunta directa y sin bromear. ¿Necesitarán ponerse una mascarilla los vecinos de Zubieta o, por ejemplo, los jugadores de la Real que entrenen en sus instalaciones cuando la incineradora comience a operar?

- Si no la llevan ya con la N-I pasando por delante de sus casas o instalaciones, pienso que después tampoco van a necesitarla. El aire que va a salir de la incineradora va a tener menos contaminantes que el de la propia zona. Y la gente lo va a ver próximamente. El tráfico es el causante del 40% de las emisiones de gases de Gipuzkoa y principalmente la N-I y la AP-8. Dicho todo ello, la PVE no va a ser un factor contaminante. Y la instalación ademásva a generar energía renovable.

- En 2017 las emisiones de gases de efecto invernadero de Euskadi crecieron un 5,5% sobre todo debido al transporte. La N-I aparece como uno de los principales focos de contaminación del territorio. ¿Hay que tomar medidas?

- Estas deben ser apuestas a largo plazo y yo pienso que nuestra movilidad en un plazo de diez años va a cambiar radicalmente. No solo por la eficiencia del sector del automóvil, también por el uso intensivo del transporte colectivo. Con el departamento de Movilidad ya hemos trabajado y seguiremos trabajando. Un transporte eficiente en el territorio evita muchas emisiones.

- El Anteproyecto de ley de Cambio Climático del Ejecutivo vasco también prevé la creación de un centro vasco. ¿Tendrá que convivir con al fundación Naturklima?

- Tiene que haber una confluencia y coherencia entre las políticas que diseña cada administración. Cuando nosotros lancemos la próxima norma sobre cambio climático tendrá en cuenta la ley autonómica y la estatal. Puede parecer que estamos compitiendo pero cada uno tiene su área de actuación. Ya veremos en qué se traduce el centro que planea el Ejecutivo vasco. El nuestro, es claro, se refiere al ámbito de competencias que tiene la Diputación, sobre todo a temas como la economía circular. Participaremos en la elaboración de la ley del Ejecutivo y defenderemos nuestras competencias.

- Uno de los planteamientos en los que trabajaba el Gobierno central era que las ciudades de más de 50.000 habitantes tuvieran para 2023 unas zonas libres de tráfico de coches más contaminantes. ¿Desde la Diputación se va a hacer esa recomendación a los ayuntamientos?

- Aquí lo fundamental es que cuando se habla de estas limitaciones, lo que se busca es mejorar la salud de las personas y el objetivo de mitigar las emisiones. Las ciudades deben tener instrumentos para regular la calidad del aire. Tenemos que ir muy coordinados en este tema. No nos debemos dedicar exclusivamente a las políticas de adaptación, también hay que impulsar las de mitigación. Quizá, como una de las medidas, podemos hacer que los autobuses cuando entren en el entorno urbano vayan solo en modo eléctrico y que tiren del combustible convencional para los trayectos interurbanos.

- ¿Se puede marcar Gipuzkoa el objetivo de ser el primer territorio sin bolsas de plástico en 2021?

- Hay que plantearse objetivos ambiciosos para que se puedan cumplir y creo que ese sería uno positivo. Queremos ser un territorio sin bolsas de un solo uso, sin vertederos, reduciendo emisiones, con mayor generación de energía renovable, con cambios en la movilidad... El planteamiento que debemos hacer no sé si para 2021, pero sí para 2030 debe ser serio e importante. Vemos que los ciudadanos responden y están comprometidos, sobre todo con el consumo de plástico. Está en nuestras manos dejar las bolsas de un solo uso. Gipuzkoa siempre responde.