«Como sigamos así, nos van a venir a investigar hasta los del Cesid»
La suerte volvió a tocar a la Librería Odrietxe de Trintxerpe, donde se vendió un décimo del segundo premio, al igual que en San Sebastián, Hernani y Andoain
eleña viñas y j. alonso
Pasaia / Andoain
Martes, 7 de enero 2020, 06:24
«¿Otra vez? ¡No puede ser!». «¿De verdad que ha vuelto a tocar aquí? No me lo puedo creer...». «¿En serio? Pero, ¿qué tiene esta ... tienda que siempre da premios?». Los comentarios, a medio camino entre la alegría y la incredulidad, se repetían ayer a las puertas de la Librería Odrietxe. Este establecimiento situado en la calle Azkuene del distrito pasaitarra de Trintxerpe volvía a verse tocado por la buena fortuna, como ya ocurriera semanas antes con la Lotería de Navidad.
En su mostrador se vendía uno de los décimos agraciados con el segundo premio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de 'El Niño', el 21816. «Esta vez no tengo ni idea de quién lo ha podido comprar, ni la más mínima sospecha porque se trata de un número bastante común, de los que no recuerdas. Solo sé que es un décimo vendido de forma aleatoria por terminal y que está dotado con 75.000 euros», confesaba Javier Villaverde, responsable de Odrietxe, a los curiosos que entraban en su comercio para felicitarle y tratar de conseguir algo de información.
La sonrisa que se dibujaba en su rostro delataba su felicidad y también un nerviosismo que le acompañaba desde la víspera. «Hoy no he querido ni ver el sorteo», aseguraba, mientras añadía que había preferido irse desde por la mañana al monte. «La verdad es que quería evadirme un poco para ver si la suerte decidía venir otra vez y lo ha hecho», explicaba.
Se enteraba de la noticia por los medios de comunicación que hacían sonar su teléfono poco después del mediodía. La sorpresa era máxima. Luego llegaba el momento de colocar el cartel en el escaparate de su negocio, celebrar la buena nueva y atender a más prensa. Todo como un 'déjà vu', una suerte de día de la marmota que parecía calcado al que vivió exactamente quince días antes. Entonces resultó agraciado con el tercer premio otro décimo que vendió por terminal. Además, la semana anterior a uno de sus clientes le tocó 'El Gordo' de la Primitiva, dotado con 70.328 euros. A su peculiar palmarés se suman otros muchos premios.
El más importante cayó el 7 de julio de 2014, cuando la peña creada en Odrietxe, integrada por más de 400 personas, acertó la combinación ganadora (5+1) de 'El Gordo' de La Primitiva y sus miembros ganaron 12,5 millones de euros.
«Como sigamos así, nos van a investigar hasta los del Cesid. Todo el mundo se extraña y es normal, pero las rachas son así. A ver si la mantenemos», bromeaba el que ya empieza a ser considerado como el hombre de la suerte de Trintxerpe. Ayer mismo uno de los habituales de su librería le pasaba por el brazo la quiniela que a punto estaba de sellar. «A ver si esta también toca», señalaba.
«¿Pena de qué? Ahora mismo hay un afortunado en Andoain con 75.000 euros en el bolsillo»
«¡Qué ilusión me hace repartir premios!», dice Loli, que hoy sí abrirá el bar de Hernani para celebrarlo
Javier Villaverde no se explica su éxito. «Semana tras semana me lo voy planteado. No sé si es suerte o es trabajo. Lo que tengo claro es que vamos a seguir intentándolo. Hemos dado un tercero y ahora, un segundo. A ver si la próxima vez vendemos el primer premio», declaraba. El suyo es un deseo compartido por muchos vecinos de Trintxerpe que han hecho aumentar de forma considerable sus ventas en juegos de azar estas últimas semanas. Todos en este barrio sueñan con ser el próximo afortunado.
Andoain y Hernani
El segundo premio visitó de refilón también el barrio de Amara en Donostia, y las localidades de Andoain y Hernani con la misma suerte e idéntico sistema de venta: un único décimo, dotado con 75.000 euros. En total en Gipuzkoa, 300.000 euros, por los cuatro décimos sacados a través de sendas máquinas.
En Andoain, la Administración nº1, ubicada en la calle Mayor, 29, fue la encargada de vender el 21816. A Kepa Garin, titular de la administración, le pilló la noticia en Bergara, donde iba a celebrar en principio el día de Reyes. «Iba a... porque ya no. Estaba dando un paseo con los auriculares y a través de la radio, escuché Andoain y dije 'ya la hemos liado'», explicaba.
Sin tener apenas información de lo que había repartido, y junto a su mujer, cogió el coche y puso rumbo a Andoain. «No sabía nada, si se había vendido mucho de ese número o en el caso de que hubiera sobrado, si lo había devuelto». En el camino recibió la llamada de la Delegación de Loterías de Gipuzkoa que primero le dijo que había repartido una serie de diez décimos, aunque finalmente se confirmó que era un único boleto expedido con la máquina.
«No tengo ni idea de a quién se lo saqué», decía Garin, ya en Andoain. En la puerta, le esperaba su hermana, Jaione Garin, que regenta un estanco justo al lado de la Administración, y que se lamentaba una y otra vez de que solo fuese un décimo. «¡Qué pena!», suspiraba, a lo que su hermano setenciaba. «¡Y dale con la pena! ¿Pena de qué? Ahora mismo hay un afortunado en Andoain con 75.000 euros en el bolsillo».
El logo de la Administración nº 1 de esta localidad es un búho y da la casualidad de que, después de muchos años velando por la suerte, se rompió de cuajo la semana pasada una figura de cerámica con este animal. «Ha tocado justo cuando se ha roto el búho», se reía Kepa.
El administrador contagió su felicidad y buen humor a todos los curiosos que se acercaban hasta la oficina. «Ha tocado, pero al Caribe no nos vamos», decía. Tampoco quiso perder la oportunidad de recordar otros grandes premios que allí se han repartido, como los 3.396.850 euros de 19 de marzo de 2002, u otro de 1.429.560 euros, el 23 de noviembre de 1996, ambos de la Primitiva.
Por su parte, el bar Elkano, situado en el centro de Hernani, vendió otro décimo del número agraciado con 75.000 euros. Casualidades de la vida, la propietaria Loli Vázquez se enteró por el lotero de Andoain, porque ayer, día festivo, el bar permanecía cerrado a cal y canto. «¡Qué ilusión me hace!», fueron sus primeras palabras. «Estoy de fiesta con mis hijos y nietos y no me he enterado de nada. Solo había recibido un mensaje con el primer premio pero nada más», reconocía una hora y media después de que hubiera salido el 21816.
Todo lo que vende Loli es a través de la máquina. «La gente suele comprar por lo general décimos y cuando le ofreces el de la máquina, no les hace mucha gracia, como si no fuese igual. Esta es la prueba de que toca lo mismo que los décimos tradicionales», aseguraba la propietaria del bar Elkano. Hoy lo celebrará en el bar porque ayer era un día «sagrado» para estar con su familia y descansar del ajetreo.
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