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Audiencia Provincial de Gipuzkoa. Gorka Estrada

«Sentí el olor a sangre. Me di cuenta de que me estaba matando»

Arranca en la Audiencia el juicio contra el hombre que presuntamente apuñaló a su mujer en Amara en agosto de 2022

Lunes, 11 de noviembre 2024, 16:42

«Me di cuenta de que me estaba matando, llegue a pensar que estaba muerta». Así ha sido el testimonio de la víctima en el ... juicio que ha arrancado este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa contra el procesado por presuntamente apuñalar con un cuchillo a su mujer en su domicilio situado en el barrio de Amara. La Fiscalía pide 14 años de prisión para el acusado por intento de asesinato, y otros cuatro años y medio por los delitos de maltrato y lesiones.

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Los hechos se remontan a la mañana del 14 de agosto de 2022, cuando el acusado fue detenido tras ser localizado en el interior de la vivienda en la que convivía con su pareja y ser asistido en un centro sanitario de varios cortes en un brazo. El caso fue instruido previamente por el juzgado de violencia sobre la mujer de San Sebastián.

La víctima, quien ha sido la primera en declarar en el juicio, ha explicado que «mantenía una relación sentimental con el acusado desde 2017, siempre conviviendo el uno con el otro», y con un hijo en común que requiere de cuidados especiales por una parálisis cerebral tras sufrir un accidente por el cual culpa al acusado. Tal y como ha relatado, «todo era muy tóxico, siempre se emborrachaba, y me reciminaba que me gustaban otros hombres. Me controlaba la ropa, me hacía sentir ridícula, me llamaba gorda, puta». «Eres puta como tu madre» o «te gustan todos los vascos» son frases que asegura que le llegó a decir. Ha indicado que el acusado llegaba hasta el punto de «seguir por detrás cada vez que salía con amigas, aparecía en la discoteca en la que nos juntamos siempre».

Según la víctima, una semana antes de los hechos, ella había terminado la relación con él, tras descubrir una infidelidad de este, quien habría aceptado marcharse del domicilio. «Me dijo que estaba de acuerdo, que nunca me había querido».

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La noche de los hechos

La noche de los hechos ella «había quedado con un chico al que estaba conociendo». Por su parte, el procesado acudió al lugar donde su expareja solía ir de fiesta con las amigas, donde se dio cuenta de que la víctima no estaba con ellas. Posteriormente, sobre las cinco de la mañana «comenzó a llamarla por teléfono en repetidas ocasiones», además de escribir mensajes de texto en los que le recriminaba, «seguro que estás follando». La víctima ha relatado que tras llegar sobre las siete de la mañana al domicilio en el que aún convivían, fue a comprobar que su hijo estaba bien, y tras salir de su dormitorio sintió «un golpe duro en la cara», que la hizo caer al suelo. «Me levantó, me puso boca abajo en la cama, y se me puso encima» explica. «De pronto sentí el olor de la sangre, y note como un líquido caliente fluía por mi espalda, y notaba cómo me apartaba el cabello buscando atacar el cuello. Me di cuenta de que me estaba matando». Según cuenta, comenzó a gritar «¡me está matando!», mientras el acusado «le tapaba la boca» y le gritaba al oído «¿De dónde vienes, perra?». Asegura que después el procesado le dio la vuelta y se tuvo que proteger con los brazos porque «me intentaba atacar la cara con el cuchillo».

«Pensaba que estaba muerta», asegura la víctima, quien ha relatado como posteriormente salió gateando hasta el ascensor del rellano. Además, explica que «no habría necesitado un cuchillo para matarme, mide 1,80 y tiene formación militar y en artes marciales». También afirma que presenta secuelas a día de hoy como problemas para mover dedos afectados de la mano y dolores en el cuello y la espalda, y que ha requerido de diferentes tratamientos quirúrgicos como una regeneración de mandíbula y cirugía en el rostro.

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Una testigo que paseaba por el paseo de Errondo aquella mañana ha relatado en el juicio que escucho la voz de una mujer gritar «socorro» en repetidas ocasiones, percibiendo la sensación de que se trataba de «una persona que estaba en peligro», lo que la llevó a llamar a la Ertzaintza. Además asegura que escuchó también «la voz de un hombre que gritó socorro una sola vez, aunque daba la sensación de que simulaba».

Por su parte, la vecina que compartía rellano con la pareja, ha asegurado que se despertó al escuchar que su timbre había sonado. Esta ha relatado que al contestar escuchó una voz preguntar «¿Eres tu?», creyendo que podría tratarse de la voz del acusado, desde su propio telefonillo. Tras intentar dormirse de nuevo, ha asegurado que oyó un grito de auxilio, tras lo cual se acercó a la puerta de sus vecinos. «La puerta se abrió, creo que la abrió él, que estaba de pie con la mano alzada y ensangrentada, con ella tumbada detrás de él.» Tras visualizar la escena, ha apuntado que volvió para cerrar la puerta de su casa, porque «el perro de ellos se quería colar e iba a manchar todo de sangre», y pidió a su hijo que llamara a una ambulancia. Al volver a salir al rellano, vio a la víctima «tumbada, casi en el ascensor».

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Un agente de la Ertzaintza que acudió al lugar de los hechos «tras recibir la llamada de una chica que estaba en la calle» ha asegurado que al llegar «estaban los dos en el suelo, y había sangre por todas partes». Según ha explicado, la chica requirió de la mayor parte de la atención. «No parábamos de poner gasas, tenía una herida en el cuello, y después descubrimos otras en la espalda». Además, ha añadido que encontraron «un cuchillo con el mango separado del filo y un colchón que estaba lleno de sangre».

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