La demanda de la RGI cae cerca de un 7% el último año en Gipuzkoa

Si en agosto del año pasado 12.542 guipuzcoanos se beneficiaron de esta prestación económica, ese mismo mes de este año han sido casi un millar menos. A pesar de los dientes de sierra que se han podido registrar entre medias, la tendencia se consolida tras caer el número de solicitantes de manera constante en los últimos meses. Es más, hace una década que los perceptores no se reducían a una cifra más baja.

Los datos hablan por sí solos. En estos momentos menos personas necesitan de ayuda económica para salir adelante, lo que no significa que el número de guipuzcoanos en situación de pobreza haya disminuido. La crisis energética, la guerra de Ucrania y la inflación pueden desestabilizar esta tendencia y, peor aún, invertirla.

Sea como fuere, los últimos datos de Lanbide son, por ahora, mejores que los del año anterior, cuando el Covid-19 todavía condicionaba nuestro día a día. La mayoría de los beneficiarios de la RGI en el territorio son mujeres, 6.578, frente a 5.127 hombres. El 65%, por su parte, viven solos. Así, son 7.652 las unidades de convivencia familiares con un solo miembro. Le siguen las formadas por dos personas, 1.909; y las que son tres en casa, 1.166.

Por edades, sobresalen los mayores de 35 años hasta 64. Son 7.462. Esa misma proporción de demandantes únicamente tiene los estudios básicos y la mayoría, cerca de 6.000, están solteros.

Estos perfiles de demandante se mantienen estables desde hace ya un tiempo, al igual que la tendencia a la baja de las solicitudes. Mientras que durante el año anterior el descenso ha sido de casi un 7%, desde que comenzó 2022 la bajada ha sido de un 6,5%. Es decir, la propensión bajista se ha intensificado en lo que va de año, seguramente por la salida de la crisis sanitaria.

A pesar de lo esperanzadores que resultan estos datos, la realidad es que la invasión de Rusia a Ucrania en febrero y la crisis energética han tenido un impacto directo en la sociedad. Sobre todo, en las familias más vulnerables. Ya son numerosos los hogares eque han tenido que tomar medidas para reducir las facturas de la luz y el gas, de manera que los datos de demandantes de la RGI podrían empezar a reflejar esta situación en las próximas semanas.

Mientras tanto, Euskadi ya ha elevado el presupuesto de ayudas de emergencia social (AES). Los ayuntamientos, por su parte, han empezado a constatan un incremento de solicitudes a raíz de la guerra. Otras asociaciones u oenegés como Cáritas Gipuzkoa o Cruz Roja Gipuzkoa también tienen ayudas específicas para ayudar a estas personas en situación de pobreza.