Regresa el calor sofocante a Gipuzkoa, pero se prevé un julio «corriente»
Aemet mantiene activado el aviso amarillo por altas temperaturas en el interior del territorio para mañana por la tarde
Se espera un julio «bastante corriente» y estable en Gipuzkoa. Es la principal conclusión que extrae la delegada de Aemet en Euskadi, Margarita Martín, ... echando un vistazo a la previsión meteorológica de la primera quincena del mes. Temperaturas normales para la época del año, cielos que se despejan en las horas centrales del día y niveles de precipitación también dentro de los parámetros habituales. Por el momento solo se atisban un par de excepciones. Una en la jornada de mañana y otra que si no hay demasiada variación será el 11. Estas dos jornadas sí que habrá cielos despejados y «mucho calor».
Esa normalidad arranca desde hoy mismo en el territorio con temperaturas medias que no superarán los 23 grados, pero que tampoco descenderán de los 16. El cielo estará ligeramente encapotado al comienzo y al final de la jornada, pero conviene no olvidarse las gafas de sol, porque se espera que se abran claros, pero aparecerán en las horas centrales.
La jornada de mañana, en cambio, estará despejada desde primera hora y la temperatura «subirá bastante», advierte la meteoróloga, como consecuencia del viento sur. De hecho, desde Aemet han activado el aviso amarillo por altas temperaturas en el interior del territorio, ya que se podrán alcanzar los 35 grados en varios puntos entre el mediodía y las seis de la tarde. Los termómetros de la costa ofrecerán valores menos elevados pero que mantendrán la sensación de calor intenso al situarse en torno a los 28 grados de media. Las mínimas previstas se situarán en los 18 grados, dado que se espera que «una galernilla» aparezca al final del día y que «como es habitual haga descender el mercurio unos diez grados».
Según la estación de Igeldo, la temperatura en junio ha subido 0,2 grados en 92 años
El viernes se espera que se mantenga la estela del calor del jueves y que los termómetros marquen máximas de 35 grados en el interior de Gipuzkoa y de 26 en la costa. Martín señala que se esperan cielos nublados a primeras horas, «pero sin precipitación o con un sirimiri muy leve». Ya advierte que los cielos no estarán despejados, pero que la brisa permitirá que en las horas centrales los rayos de sol puedan hacerse un hueco.
La cifra
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35 grados s la temperatura prevista para mañana en el interior del territorio entre el mediodía y las seis de la tarde. Aemet ha activado el aviso amarillo. En la costa no se sobrepasarán los 28 grados.
Para dar la bienvenida al fin de semana, el viento vuelve a rolar a norte en el interior y noroeste en la costa, donde se incrementa la probabilidad de precipitación hasta un 50% el sábado y un 80% el domingo. Las temperaturas en las localidades del litoral volverán a situarse en valores normales que no sobrepasarán los 23 grados. Las zonas más alejadas de la costa guipuzcoana, en cambio, tendrán algo más de suerte con los termómetros que rondarán los 27-28 grados y la posibilidad de que llueva se limitará al domingo.
De cara a la próxima semana, «no se esperan grandes sobresaltos», explica la meteoróloga. La tendencia es que el día 11 vuelva a repetirse otra jornada calurosa, «y luego baje la temperatura otra vez a los 23-25 grados con precipitaciones escasas o nulas». Así, resume, se espera una primera quincena de julio «normal para estas fechas, con precipitaciones nada destacables que aparecerán a primera hora de la mañana y por la noche».
Un junio caluroso
Lo que está por venir, desde luego que poco tiene que ver con la ola de calor que afectó al centro y nordeste de la península entre el 26 y 30 del mes pasado. Ahora bien, aclara Margarita Martín, lo que sucedió en Gipuzkoa no se puede definir «técnicamente» como tal, porque «para que sea considerada una ola de calor deben mantenerse esas altas temperaturas durante 72 horas» y en Euskadi no se completó rigurosamente ese plazo.
No obstante, eso no quita para que ese calor ayudara a elevar las medias de todo el mes y cerrase junio como un mes cálido por estar ocho décimas por encima de la media. De hecho, la temperatura de los treinta días fue de 17,5 grados, cuando el promedio de toda la serie histórica está fijado en los 16,8.
Este junio de 2019, en cualquier caso, queda lejos del podio de los 'junios' más calurosos. El ranking lo lidera el año 2003, cuando la media de los treinta días se situó en los 20 grados. De cerca le sigue el año 1950, cuando se registraron 19,6º el sexto mes del año. Y el podio lo completa el año 2005, con una temperatura promedio que se situó en los 19,2 grados. En la otra cara de la moneda, en la de los más fríos está el mes de junio del año 1972, cuando los termómetros se situaron de media en los 14,4 grados, que en el 77 volvió a repetirse «porque aquel fue el año sin verano», recuerda Martín. La tercera posición de los más frescos la ocuparía el junio de 1992, con 14,5 grados.
Según la estación meteorológica de Igeldo, cuya serie histórica se inicia en 1928, la temperatura en los meses de junio se ha incrementado «levemente» un 1,25% en 92 años, pasando de los 16,6 a los 16,8 grados.
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